Capitulo 12

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- Si quieres intoxicarnos, estoy seguro que hablo por todos cuando digo que preferimos que nos claven un cuchillo en el estómago - Un chico pelirrojo empezó a hacer chistes sobre las habilidades culinarias de Itachi, quien en vez de vergüenza, sentía ganas de romperle la cara a los chicos que se estaban riendo de esto.

Hidan no pudo soportar tanta confianza que se estaban armando los desconocidos y detuvo las bromas allí.

- Bueno, a ver, ¡ya! - Todos callaron al oírlo - Se que son amigos de Kakuzu, y estoy seguro de que si se están burlando tanto es por que saben cocinar mejor que Ita - El silencio se hizo más incómodo con este comentario - Pero ni siquiera tuvieron el detalle de decirme sus nombres en la media hora que llevan allí aplastados en el sofá como si fuera su casa y no hubiera alguien más que ustedes presente. Así que les pido amablemente que por lo menos se presenten o saluden bien si no quieren que los saque pero a palazos de este lugar - A lo último suspiró y sonrió "adorable", cosa que terminó de asustarlos.

El pelirrojo que había estado diciendo las bromas se colocó de pie - Pues... ¿Me disculpo? - Hidan lo interrumpió.

- O sea que ¿No sabes si me estás pidiendo perdón? - Los compañeros del chico rieron por lo bajo y este se sonrojó avergonzado.

- ... Mi nombre es Sasori y pido disculpas por mi anterior... Comportamiento - Contestó casi obligado, volviendose a sentar al sentir un poco se aprobación por parte del menor. El peliblanco observó a todos en la sala y luego fijó su vista en un chico rubio que le sonrió, pensó que era innecesario avergonzarlo frente a sus amigos así que solo movió la cabeza indicándole que se pusiera de pie.

Obediente se levantó de su puesto - Me llamo Deidara Kamiruzu - Hizo una pequeña reverencia y se volvió a sentar - Soy el hermano mayor de Naruto -

Lo miró con sorpresa y sonrió con alegría - Así que tú eres Deidara. Un gusto conocerte - Naruto soltó una pequeña risa cuando los demás lo vieron con miedo de ese notable favoritismo.
Así estuvieron un rato, presentándose adecuadamente para el peliblanco, nuevo amo y señor de la casa quien estuvo encantado de seguir los chistes contra los que anteriormente se reían de Itachi, gracias a esto todos se pusieron de acuerdo en preparar el almuerzo juntos tratando de ganarse un poco del apoyo del anfitrión... Tal vez se los colocó muy díficil.

Hidan estuvo todo el rato con los hermanos rubios y los Uchiha viendo cómo preparaban la comida atentos, y que el verdadero problema del mayor de los pelinegros no era que no supiera como preparar la comida, simplemente se le dificultaban algunos pasos en las recetas como no saber medir la cantidad de especias que debía agregar y cosas por el estilo.
Los lacayos ya regañados picaban, mezclaban y realizaban los pasos de preparación alejados de la estufa, aún bromeando, solo que ahora se reían uno del otro; por ejemplo cuando Hidan le dijo a Obito Uchiha (familiar lejano de los muchachos de mismo apellido) ojalá cocinara mejor de lo que vestía; o cuando le dijo a Nagato que pobre de quien fuera su pareja (chico que se encontraba presente), tenía también un mal paladar como para haberlo aceptado. Muchos más ejemplos se podrían contar, pero tal vez las cosas se subieron de tono muy rápido en esos momentos.
Hidan no se disculpó por las cosas que dijo, simplemente mencionó un sencillo "Puede ser que no hablara en serio, pero no me arrepiento".

Pues hubo un final feliz en toda esta escena: Itachi impresionó a todos al perfeccionar platos que sus amigos creían eran asquerosos, los jóvenes (Obito, Sasori, Nagato, Yahiko, Kisame, Zetsu y Konan, chica que estuvo modo espectador todo el tiempo) no volvieron a hablar mal de ninguno del otro, Hidan se tomó un pequeño lugar de poder al ser el residente del dulce hogar y todos disfrutaron al fin una linda comida y un momento de diversión con los demás.

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- Mmmm - Kakuzu tiró su maletín en el sillón más cercano a la puerta y se despojó de sus zapatos, chaqueta y camisa en un instante al oler un increíble aroma proveniente de su habitación a la que fue a pasos rápidos. Allí se encontró con Hidan riendo escándaloso por un programa de comedia que estaban dando en televisión - Hola... Ya llegué - le saludó más concentrado en la bandeja de comida que tenía en su escritorio.

- Ah. Hola Kaku-chan - Le contestó animado y viendo la baba correr de la boca del moreno - Jajaja, si quieres comer: adelante. Esto lo preparé al mediodía con tus amigos, sobró algo así que lo calenté... Perdón si ya no sabe tan bien - Dijo con vergüenza.

- No, no. Estoy seguro que sabe tan bien como huele y se ve - Se acercó al contrario para darle un abrazo y saludarlo bien, luego se sentó en su silla y admiró un buen rato todos los platos de la bandeja.

El peliblanco soltó otra carcajada - Vamos, pruébalo, te aseguro que no cocino tan mal -

El mayor agradeció la comida y comenzó a masticar. En los primeros bocados lo saboreó todo muy bien y con delicadeza, pero el hambre también lo estaba atacando por lo que al rato ya estaba tragando como cerdo, provocando la risa del presente en ocasiones. Al terminar, llevó todo al fregadero y lo lavó, volviendo a su cuarto para tirarse cansando en la cama.

- ¿Ah? Kakuzu... No deberías acostarte, acabas de comer y no te has ni duchado - Le reclamó preocupado mientras tomaba sus hombros tratando de levantarlo, sin resultado.

- Estoy exhausto... Solo estaré un momento así hasta que se me quite el dolor de espalda -

- Si tienes malestar, te puedo ayudar - Le dijo insistiendo en que se sentara, por fin lograndolo - ¿Sabes? No quiero presumir, pero soy muy bueno en masajes - Le contó orgulloso. Lo primero que pasó por la mente de Kakuzu fue el hecho de que sospechaba de donde había adquirido esa habilidad, este lo notó y le pegó en la cabeza con "suavidad" - ... Se en lo que estás pensando... pero no tienes de que preocuparte ¡Soy muy bueno! Y quiero ayudarte -

El otro duró un momento en analizarlo, y después de unos mínimos segundos accedió al pensar en una ventaja de esto: Hidan pasaría sus manos por su cuerpo. Otra vez no logró ocultar sus pensamientos cuando aceptó creando un poco de desaprobación por Hidan, pero este tal como dijo quería ayudar.
Y así estuvieron el resto de la noche, riendo, hablando de su día y disfrutando.
Otro día exitoso en la nueva vida que Hidan estaba construyendo

ₓₓ Eʀᴇs ᴅɪғᴇʀᴇɴᴛᴇ ₓₓ  KakuhidanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora