- Bueno, y pues... ¿Quien comienza? -
Hidan entrecerró los ojos viéndolo algo ofendido - Tal parece que yo por que el señorito aquí presente le debe doler mucho la cabeza por la estupidez que hizo - Kakuzu bajó la mirada apenado y con ganas de que se lo tragara la tierra sabiendo que el menor le iba a decir tantas cosas que los estragos del alcohol le quedarían pequeños ante el inminente regaño.
- Hidan yo... - Antes de que pudiera siquiera pronunciar palabra, sonó el timbre. Ambos gritaron en su interior.
- Agh, que estrés... Yo abro - Se levantó con notorio enojo en su voz y se dirigió a la entrada. Al abrir las puertas de par en par, sin esperar ni una invitación, Naruto, Sasuke y sus hermanos entraron a la casa.
- Hola Hidan, hola Kakuzu - Saludó alegre el Uzumaki yendo directo a la cocina para ver si había algo de comida.
Deidara suspiró pesadamente - Buenos días chicos, me disculpó por Naruto, nos obligó a madrugar porque quiere salir hoy -
- Tal parece que también los va a obligar a ustedes - Comentó burlón Itachi.
- Amm, chicos ¿De verdad tiene que ser ahora? - Kakuzu se puso de pie y llevó el plato sucio que tenía al fregadero, al volver, trajo arrastrando a Naruto del brazo - Hace un momento estábamos hablando de algo importante -
Los recién llegados observaron atentamente a cada uno. Al rubio menor se le iluminó el rostro y sonrió.
- Estaban buscando momentos de privacidad ¿No? - Tocó el hombro del moreno y le dio un par de palmadas - Pobre Kakuzu, de seguro le estaba rogando a Hidan que estuvieran juntos por que su vida era muy miserable sin él -
El primer mencionado se sonrojó y se imaginó una escena en la que ahorcaba con fuerza al Uzumaki hasta matarlo y enterrarlo 10 metros bajo tierra. El segundo se rió por lo bajo y se imaginó la escena de forma literal, con Kakuzu rogándole perdón y él haciéndose el difícil.
- No tiene nada que ver con eso Naruto - Se alejó un poco - Tenemos algunos asuntos serios que atender, además, aún tengo resaca de ayer y Hidan no está en condiciones de salir -
- Oww... ¿Es eso así Hidan? - Este sonrió con pena y asintió - Está bien, tendré que ir solo con los aburridos de estos chicos - Señaló a los Uchiha y a su hermano con tristeza - ... ¡Bueno! Nos vamos. Chao - Cambió su actitud de un segundo a otro y se llevó a rastras a sus acompañantes
- ... ¿Estás seguro de que Naruto está...? -
- Tranquilo, hice que lo revisara un psicólogo y raramente no tiene nada - Ambos compartieron una mirada burlona y se volvieron a sentar - Creo que al conocer a Deidara, Itachi cavó su propia tumba y la de su hermano -
- Jajajaja, me imagino - Hidan sonrió y suspiró relajado - Bueno... Creo que nos quedamos en algo -
El alfa estaba a punto de contestar cuando el timbre volvió a sonar. Otra vez el menor se llenó de furia y se levantó pesadamente dirigiéndose hasta la puerta. Al abrirla, otra vez sin ninguna invitación, entró Obito yendo directo a la cocina, también buscando las sobras.
Tal parece que ese día habían invocado al clan Uchiha, solo hacía falta que reviviera media familia para que el combo estuviera completo.- ¡Tobi! - Kakuzu se puso de pie molesto y se apuró en sacar a su visitante antes de que se robara la mitad del refrigerador - ¿Se puede saber que haces aquí? -
- Tranquilo Kaku, vine por que Sasori me pidió que nos viéramos para desayunar - Se acercó a Hidan y le sonrió con amabilidad tomando su mano delicadamente.
- Mmm, ¿Estás bien Tobi? - Indagó el peliblanco algo nervioso por sus acciones - En realidad ¿Sabes qué? No estoy de humor para esto, si vas a desayunar con Sasori ¿Por qué viniste aquí? - El azabache casi le contesta - Mejor ni me digas, solo vete y dile a tu esposo que se vean en otro lugar -
- Pero no es mi espo... - Obito notó la mirada asesina de él - ... Si, yo ya me iba -
Ambos compañeros de vivienda azotaron la puerta y suspiraron.- ¿Será que ahora llegará el resto de los pandilleros a tomar cervezas como el otro día? - Acabando de decir esto, Hidan sintió un golpe en la puerta - ... ¡Hijueputa sea! -
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ₓₓ Eʀᴇs ᴅɪғᴇʀᴇɴᴛᴇ ₓₓ Kakuhidan
FanfictionHidan es un omega de 19 años de edad que ha trabajado en un burdel los últimos años de su vida, cualquiera que lo viera lo juzgaría, pero para el ahora es cuestión de sobrevivir día a día con lo que puede. Saliendo de su "trabajo" una noche, su cel...