El sol de mediodía ya se encontraba en su punto más alto, sus rayos habían comenzado a derretir la nieve del invierno hace ya unos días y el calor reconfortante de inicios de marzo ya avisaba claramente la llegada de la primavera. Los enamorados terminaban su almuerzo en el momento en que Hidan recibió una llamada.
- ¿Aló? - Dejó su plato en el lavavajillas y caminó a la sala de estar, escuchando con atención lo que le comentaba otra de las tantas secretarias que llamaban para decir lo mismo de siempre: "Lo siento, en este orfanato no se encuentra registrado ningún niño llamado Hideo" o "Lo siento, no sabemos nada al respecto" o "Lo siento, esta información no se puede compartir". El peliblanco dejó su teléfono en la mesa y suspiró dejando caer su peso en el sofá.
- ¿Qué... te dijeron? - Indagó con cautela Kakuzu, que estaba de pie al lado del mueble.
- ¿Pues que crees? - Respondió con notoria molestía.
- ... Lo siento - Hidan volvió a verle y relajó su dura expresión.
- No... No, es que esto me está estresando. Itachi investigó e investigó y hemos buscado en todos lados y nadie nos da respuesta, ni una sola pista - Cubrió su rostro con la palma de sus manos, quería evitar que las lágrimas salieran a toda costa - He hecho de todo... Conseguí un buen empleo, empezaré a estudiar a mediados de este año, e incluso busqué a mi... - Quedó callado, le era repugnante decir aquella palabra - Empiezo a pensar que esto es una pérdida de tiempo... Tú podrías enfocarte en tus propios proyectos, pero no, aquí estás -
- Hidan - El mencionado levantó la cabeza lentamente limpiando sus ojos - Estoy aquí por qué de verdad te quiero y quiero ayudarte, ahora eres mi novio, eso es más importante que cualquier cosa, y también quiero ayudar a ese pequeño niño que es tu hijo y hará parte de esta familia ahora - Se arrodilló ante él y tomó con fuerza sus manos - No quiero que ahora que trabajarás y estudiarás al tiempo, hallar a Hideo sea lo que te preocupe y te robe el sueño -
- Kaku - lo abrazó, se aferró con fuerza al moreno y comenzó a llorar - Estoy... Estoy demasiado estresado... No puedo pensar en nada más que en él, si está bien, si está mal... Estoy asustado - Se apartó un segundo - ¿Qué tal si lo encuentro? Pero me odie por haberlo dejado ¿Qué tal si no quiere volver conmigo y todo esto sea en vano? -
El alfa negó rápidamente, lo estrujó con mucha más fuerza en sus brazos sin llegar a lastimarlo y solo permanecieron en silencio hasta que el pitido del horno los trajo a la realidad. Kakuzu terminó la preparación del almuerzo mientras Hidan aún meditaba con angustia todo lo que podría o no pasar si no encontraban a su hijo.
Al rato comieron, charlaron un rato y el omega fue llamado de emergencia para cubrir un turno en su nuevo trabajo, era de medio tiempo en una cafetería pero el dinero que ganara de manera extra le servía así que tomaba los turnos de sus compañeros.
A las 2 PM la pareja se despidió en la puerta del hogar que ahora era de ambos y fueron a seguir cumpliendo sus propias labores.Justo cuando Kakuzu pensó que podría sentarse a ver televisión, escuchó el timbre. Pensó que pudo ser Hidan que olvidó algo ya que no pasaron ni 5 minutos desde que se fue, y si que se le han olvidado cosas en esos días. Caminó rápido y al abrir se encontró al mayor de los hermanos Uchiha.
- Hola Kaku, espero no molestar, vine para hablar con Hidan - Comentó calmado. El mayor lo invitó a pasar y este entró dejando sus zapatos en el recibidor - ¿Dónde está él? - Preguntó sentándose en uno de los sillones que acompañan el sofá.
- Justo salió a trabajar, le gusta tomar las horas extra que pueda -
- Ya veo, que inteligente de su parte ahorrar desde ahora - Se quitó uno de los primeros botones de su camisa poniéndose cómodo mientras el moreno iba a buscar un vaso de refresco o cerveza, lo que encontrara primero.
- Ya le he dicho que no es necesario - Inició su explicación alzando el tono un poco para que alcanzara a oírle su invitado - Con lo que tengo y lo que gano en mi trabajo es suficiente para los tres, pero él es muy terco y se que está bien que busque su independencia, pero por algo estoy aquí con él - Regresó con el azabache brindándole una botella de alcohol. Y suspirando se sentó a su lado.
- Bueno, hay que tenerle paciencia, es alguien terco, es notorio - Ambos rieron un poco - Pero bueno, eso lo hace él mismo. Relájate, en parte esto lo distrae de la búsqueda que no ha dado frutos - Tomó un trago de su bebida.
- ...¿Y de que querías hablar con él? - Indagó el moreno.
- Oh, es que descubrí algo nuevo, creo que es lo más cerca que podremos estar de su ubicación - Kakuzu lo miró con gran sorpresa y lo miró tipo, déjate de rodeos - Bueno, verás. Sabemos que el orfanato en el que lo dejó cerró hace ya casi un año, pero lo que hicimos mal fue buscar en casas de adopción cualquiera - Dejó la botella sobre la mesa abandonando su posición cómoda - Hablé con la antigua directora del lugar y me dijo que ellos solo tenían relaciones con otros 2 orfanatos en la ciudad y, adivina - Sonrió.
El mayor lo miró dudoso - Ay vamos, solo dilo de una maldita vez-
Itachi rió - Son dos de los lugares en los que aún no hemos buscado - Se puso de pie sin molestarse en ocultar su alegría - Estoy seguro de que, o lo encontraremos, o podremos tener información en caso de que haya sido adoptado. Es imposible que los niños fueran enviados a algún otro lugar que no fueran esos. Y es todo. Nuestras opciones se han reducido de manera gigantesca, solo quiero ver la cara de Hidan cuando se entere - Soltó una carcajada por lo bajo sintiéndose emocionado por ayudar al Omega.
Kakuzu en ese momento estaba hecho puras lágrimas. Pensar que ya se encontraban tan cerca, la felicidad que sentiría su pareja lo alegraba inmensamente a él también.
Ambos Alfas se abrazaron y el mayor no dejó de agradecerle a su amigo.Estaban a solo un paso. Solo uno. O un par, pero estaban a nada.
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ₓₓ Eʀᴇs ᴅɪғᴇʀᴇɴᴛᴇ ₓₓ Kakuhidan
FanfictionHidan es un omega de 19 años de edad que ha trabajado en un burdel los últimos años de su vida, cualquiera que lo viera lo juzgaría, pero para el ahora es cuestión de sobrevivir día a día con lo que puede. Saliendo de su "trabajo" una noche, su cel...