Emma Mayfield [Billy Hargrove]

11

Estoy jodidamente confundida creó qué me metí en problemas para empezar no debí cogerme a Steve me siento una mierda. Lo quiero pero no amo a Steve , mucho menos a Eddie digamos qué estoy metida en un puto triángulo amoroso. Me mordí las uñas de los nervios qué tengo estar con Eddie y Steve en la misma habitación me produce escalofríos. Por suerte sólo fue un rato , ver a Eddie con sus anillos en los dedos sus brazos marcados y esa sonrisa tan... No pienses en eso.

—Tú, lo buscaste Emma ahora te aguantas.—hablo, Max molesta él amor sin duda alguna no es lo mío.

Suspiré y tomé aire.

—Ya lo sé... Soy una puta mierda.

Max me miraba desde lejos me hacía señas. Dios mio qué sería de mí sin mí linda Maxime, es mí adoración y es tan madura para su edad.

—Eres un humano todos cometemos errores Emma, pero carajo tú te pasaste—comento Dustin, es tan directo me dan ganas de ahorcarlo pero tiene razón.

Él me miró y suspiro.

—¿En serio tenemos qué ir ?—pregunte , Dustin me miró con desaprobación.

Tragame tierra y escupeme menos idiota. Lucas nos dijo qué Jason buscaba a Eddie y obviamente tenemos qué ir por él antes qué Jason sinceramente lo entiendo yo haría lo mismo por alguien a quién amo pero igual me molesta qué esté en él medio de la búsqueda no me molestaría golpearlo.

—A Max casi se la lleva Vecna... Por suerte ella pudo escapar. Me siento una mierda Maxime soy una pésima hermana mayor.—se me escapó en voz alta, Max me tomó la mano.

Ella me abrazo y sonrió.

—Deja de lamentarte, ¿Hasta cuándo vas a cargar con él peso de mamá?—me miró con seriedad.

Desde qué tengo uso de razón es así por eso me llevo bien con Jonathan somos hermanos mayores qué inconscientemente nos convertimos en padres de nuestros hermanos menores.

—Eres la persona qué más amo en él mundo Max perdería un pedazo de mí alma si te pierdo a ti. Tú eres mí otra mitad no Billy.—mi voz se quebró Max no sabía qué decirme.

Steve me miró con nervios desde lo qué pasó no hablamos. Siento qué los dos tenemos vergüenza.

Para empezar ir a la casa de Vecna en busca de pistas me aterra.

—Emma eres nuestro caballero te necesitamos.—hablo, Dustin sacándome una sonrisa.

Suspiré y entre a la casa todos nos separamos en búsqueda de pistas.

—¡Carajo!—exclamo Steve.

Estaba cubierto de telaraña.

—Te ayudó... Steve, quiero hablar contigo.

Él suspiro.

—Este no sé qué decirte Emma, eres alguien muy importante para mí pero no estoy seguro.

Lo mire fijamente.

—Sabes qué no te lastimaría ¿Verdad?,  Yo jamás jugaría contigo además eres muy importante para mí y al decir la verdad tienes... Un encanto inigualable.

Sentí calor.

—¿En serio?—pregunto arrinconandome contra la pared.

Sonreí.

—Aqui no.

Subimos las escaleras y fuimos al ático. Las luces de la linterna empezaron a apagarse y prenderse.

—Aqui está Vecna.