Emma Mayfield [Billy Hargrove]

7

Billy estaba feliz al igual qué yo teníamos qué fingir. Su padre nos observaba, Max me tocaba cada vez qué nos miradabamos.

—Max, vamos—hablé, ella toma su mochila,—Adiós mamá, señor Hargrove.—le di un beso en la mano a mi madre.

—Adiós, suerte niños—saludaron unísono.

Billy estaba afuera con su auto.

—Max, ¿cuéntame qué hiciste?—le hablé, ella sonríe.

—Fuimos a buscar dulces, asuste a un par de niños y el chico Byers tuvo un extraño episodio.—dijo sonriente.

—Fue divertido y a la vez extraño—reí a carcajadas. Ella sonríe.

—¿Y tú fiesta?, ¿por qué no viniste a casa a dormir?—preguntó Max, su mirada había cambiado.

—Baile, hice chistes y me emborrache—respondí,—Baile arriba de una mesa, por dios me hubieras gritado fue tan vergonzoso—concluí.

Billy empezó a reír a carcajadas.

—Tenías qué verla, se veía tan alegre y hermosa. Pero luego vómito su vestido y empezó a correr en círculos.

Ellos empezaron a reírse.

—En mi defensa...

—Estaba ebria—interrumpieron.

Los miré y empeze a reír.

—Por favor Mayfield, no sabes beber—dijo Billy,—Max, ¿tú serás así?—le pregunto Billy.

—¿A qué te refieres?—lo miró confundida

Billy sonríe.

—Mala bebiendo, mala copa.

Lo mire sería.

—No, no, no... Yo no beberé Billy.

Él paró ya habíamos llegado.

—Bueno, vamos.

Max baja del coche.

—Bien ya se fue, ahora bésame Emma—lo mire y vi alrededor.

Tomé sus mejillas y le di un pequeño beso, el sonríe.

—Bien, bájate primero.

Miré a mi alrededor y vi a Steve llorando.

—Hey Steve, ¿qué pasó?—le hablé él limpio sus lágrimas,—Vamos dime.

Le sonreí.

—Nancy y yo... Creo qué terminamos.

Lo abraze.

—Oye puedes decirme, ¿me acosté con Christopher?—pregunté.

El sonríe.

—Primero bailaste arriba de la mesa, dos te acostaste con él fueron al baño de Tina y lo hicieron ahí con Christopher, luego corriste en círculos.—dijo en tono burlon.

—Mierda Billy, tenía razón.

Él me miró.

—No puede ser Mayfield, te acostaste con él... No puede ser posible.—parecía sorprendido.

Reí a carcajadas.

—Steve, parece charla de chicas.

Él se paro derecho.

—Soy muy hombre—su voz se puso aguda,—Ya en serio Mayfield.

—Steve te adoro.

Él sonríe.

Entramos a clases y vi a Billy.

—¡Dios mío, dicimula! —dijo Steve.

Tenía razón así qué tomé los libros y empecé a ver la pizarra.

Pasó la hora de clase y busque a Max.

—¿Crees qué se fue sola?—preguntó Billy, chasqueo los dedos.

—Ya sé, ve tú yo la buscaré.

Billy me mira.

—Está bien... Pero cómo no hay nadie aquí ya puedo besarte, cómo yo quiera—acarició mi mejilla y me beso.

Primero beso mi labio inferior
después metió su lengua.

—Mierda tengo qué buscar a Max.

Billy se va.

—Despejado—escuché una voz.

Me acercó y veo a Lucas.

—Mierda... ¿Qué haces aquí?—nos chocamos.

—Buscó a Max.

Lo miré sería.

—¿Y tú qué haces?—pregunté.

Se acercaba Dustin.

—Hola, Emma ¿me ayudas a buscar a Dart?—preguntó Dustin.

—Sí claro, pero... ¿Qué es Dart?.

Dustin toma mi mano.

—Es mi mascota, es cómo una especie rara. Es parecido a un camaleón o lagartija.—respondió.

—¿En serio?, siempre quise tener uno pero mi madre no quería.

El sonrió.

—Te gustará Dart.

—Bueno vamos a buscarlo.

Él sonríe.

—Chicos... lo encontré está en el baño junto al aula del Sr. Salerno.

—Copiado.

Dustin empezó a correr.

—Voy detrás de ti.

Dustin entro al baño y empezó a abrir las puertas.

—Hola... Amigo sabes qué no te haré daño—dijo se acercó a él,—Estas a salvo Dart.

—Vaya, es muy extraño pero me encanta—lo toque parecía moco.

—¡Esta ahí!.

—Vamos.

Dustin lo esconde bajo su gorra.

—No diré nada—le susurro.

—¿Dónde está Dart?—preguntó Mike.

Miré a Max.

—No sé. Aqui no está.—respondió Dustin.

—Te estaba buscando Max.

Me miró seria.

—Dijo qué junto al aula de Salerno—habló Max.

—Sí, quizá lo tiene Will—intervine.

Mike se puso raro.

—¿Dónde está Will?.