Emma Mayfield [Billy Hargrove]

11

Era la primera vez qué después de un dos años volvía a practicar arqueria. En el busque. Max tenía puesto un casco y Billy se escondía atrás de un árbol... Hay algo extraño quiero sentirme segura.

—¿Estas segura Emma?—habló Max abrochando su casco.

La miré sería.

—Por dios, Emma... Hace dos años no precticas esto.—dijo Billy.

—Miedosos... Voy a dar justo en él blanco y me cerrarán sus bocas.

Tomé la fleta del suelo y le apunté a un árbol. Tiré y le di justo en el blanco.

—Dios mío... Estoy más tranquila.—suspiro Max.

—¿Cómo lo hizo?—preguntó Billy saliendo de atrás del árbol.

—Bien, muy bien.

Max se sentó en el suelo, y empezó a comer una hamburguesa. Habíamos traído comida de casa.

—Voy a seguir practicando.

Me levanté y volví a tomar otra flecha.

—Emma... Déjalo.

Billy tomó mi mano.

—Es tan raro...—hablo Max.

Billy la miró.

—¿Qué cosa?—preguntó Billy enojado Max se asusta.

Max se puso pálida.

—Max vamos a casa.—me levanté del suelo y empecé a guardar mis flechas

—Emma...

—Eres un idiota Billy... Nunca le hables ni la mires así a Max.—interrumpí.

El sonríe.

—Emma, vamos.—se acerco tomándome de la cintura.

—No Billy, yo no soy cómo las demás. Mi hermana es lo más importante en mi vida.

La tomé de la mano y empecé a caminar a casa.

—Lo siento Max. Soy un idiota, un cerdo y prometo no hablarte nunca más así.—la miró.

Max sonríe.

—Está bien Billy. Estás perdonado.—dijo Max abrazandolo.

A Billy se le llenaron los ojos de lágrimas. Era la primera vez qué se abrazaban.

—Empieza a caminar Max. O me arrepentiré. —tose Billy.

Sonreí.

—Eres un idiota.—tomé su mano y la besé.—Lo siento.

Nos subimos al coche y Max sonreía.

—Yo lo lamento mucho, no sé cómo reaccionar. Y actuó cómo un psicopata... No sé cómo expresarme.

Le di un pequeño beso en ls frente.

—No hay problema Billy.

Cerramos la puerta y Billy puso música.

—Emma, necesito tú ayuda—susurro Max,—Es sobre Lucas... Ven aquí.

Me sacó el cinturón de seguridad y pasa por los asientos.

—¡Mierda!—exclamó

Billy me da una nalgada.

—No hagas eso.—dijo Billy.

Diablo rependeme.

—¡Carajo!—caí encima de Max.

Ella me ayuda a sentar.

—Lucas, quiere hablar conmigo.—sonrojada. Max está roja.

Más qué de costumbre.

—Max ese niño. Muere por ti... Le encantas mucho—ella sonríe.

—¿Tú crees?—pregunto sonriente.

Mire a Billy.

—Espera...

Me levante y me acerco al oído de Billy.

—¿Qué ocurre?—sonrió

—Tienes suerte qué esté mi hermana. Si no te hubiera besado y estaría encima de ti.—bese su cuello.

—Oh... Lástima.

Volví a mi lugar.

—MadMax... Escúchame ponte algo cómodo y escúchalo.

Ella se pone de costado.

—¿Dices que no me maquille?—preguntó.

—Max le gustas así tal y cómo eres créeme. Se muere de amor por ti.—respondí ella sonríe.

Llegamos a casa y Max se bajo.

—Bien ya está en casa.—dijo poniendo en marcha el auto de nuevo.

—¿Qué harás?—pregunté.

El sonríe.

—Quiero qué vengas aquí.

Volví a hacer mis maniobras.

—Ya... Voy—volvió a nalgearme.

El detuvo su auto de nuevo.

—¿Y ahora tú qué harás?—el muerde sus labios.—Emma. ¿Qué harás?.

Me quité mi vestido y me puse encima de él. Y le quite su camisa.

—Besarte.

Baje hasta su cuello dándole besos pequeños.

—¿Qué más?—sonrió

Desabotono su pantalón.

—Espera y lo veras.

Empecé a moverme. El acaricia mi espalda. Yo me siento tan bien.

—Quiero verlo ahora.

—Yo también Billy.