Emma Mayfield [Billy Hargrove]

22

Lleve a Max al nuevo centro comercial starcourt. Hace unos meses inauguro Steve había conseguido un empleo en Scoops AHoy vendiendo helados. Y yo era vendedora. Billy consiguió trabajo cómo salvavidas, todo está tan bien.

Esperábamos a Mike, estuvo todo el verano junto con Ce de  besucones. Aunque no los culpo están en plena adolescencia.

—Carajo, la película ya está por empezar y Mike no viene—habló Lucas.

—Mierda, lo golpeare—dijo Max molesta.

—Ya está por llegar tranquilos—habló Will.—Ahí viene—dijo apuntando.

Miramos y si efectivamente ahí venía.

—¡Mike llegas tarde!—lo regañe.

Mike baja de la bicicleta.

—Sí, lo sé. Lo lamento.

Corrimos hacia Scoops AHoy, Steve les abría la puerta trasera. Para qué puedan ir a ver películas, yo les enseñe el atajo y cómo Steve es nuestro amigo acepto.

Entre a la heladería y ahí estaba Robin en la caja, ella es tan sarcástica y divertida. Me agrada tanto.

—Steve, llegaron tus hijos.—grito Robin en tono burlon.

Steve abrió la ventana y suspiro.

—Emma, ¿vienes?—preguntó Max.

Le sonreí.

—No vayan, nos veremos luego—respondí, quería hablar con Steve.

Ellos se van atrás.

—Emma, ¿quieres helado?—preguntó Robin. Le sonreí.

—No, gracias Robin.

Steve sale.

—Esas mierdas me meterán en problemas.—dijo en tono burlon.

Frunci el ceño.

—Admitelo, ellos te agradan y amas ser su niñera.—le moví el gorro.

El odiaba usar eso.

—Sí, lo admito ¿te pasa algo?—preguntó bajé la mirada.

Saque el papel de mi bolsillo.

—¿Te acuerdas qué te antes de terminar la escuela te dije qué me apunte en la universidad?—pregunté.

—Sí, ¿por qué?.

Le mostré el papel.

—Me aceptaron.

El me toma de la mano y empieza a saltar. Robin se reía.

—¡Felicidades Emma!—habló Robin.

—Es en Toronto—dije cerrando los ojos. El me miró confundido.

—Canadá, ¿te irás a Canadá?—gritó sorprendido.

—Es mi sueño desde qué era niña estudiar, astrofísica. En Canadá.

Me senté.

—No le dijiste a Billy.—se acercó Robin.

—No lo hice, a Max tampoco se lo dije. Pero después de lo qué pasó el año pasado y no quiero dejarlos.

Steve me miró.

—Es tú sueño, tienes suerte de poder disfrutar de Canadá y intentar tener una mejor vida.

Robin se empezó a reír a carcajadas.

—Dios mío, parece charla de mejores amigas.—dijo Robin.

—Es qué Steve es mi mejor amiga, es mi amiga fiel—acaricio su mejilla.

—Amigas por siempre—bromeó Robin.

Steve se levantó.

—Malditas.

Robin y yo empezamos a reír a carcajadas.