Capítulo 12: "La primera manifestación de Hadriela"

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Habían pasado tres meses desde que el duque había empezado a entrenar a Emilyette.

Actualmente era el mes décimo del año, la competencia se iba a efectuar en el mes onceavo. Provocando un paisaje más exótico para los espectadores, ya que para esa fecha estaría nevando, volviendo más difícil la competencia.

El duque Lucas había encargado una armadura ligera para su hija y armas nuevas y perfeccionadas. Quería asegurarse de que el equipo de Emily estaría en perfecto estado.

En otras situaciones: Emily se tomaba un descanso de los entrenamientos al hallarse previa a la competencia de caza. Estaba en perfecta forma y no era bueno sobrecargar el organismo.

En la mansión Di Ivilliom había un gran revuelo, todos estaban nerviosos porque su señorita iba a participar dentro de unas semanas en una peligrosa competencia. Integrada más por hombres, que por damas. Además, el duque había ordenado organizar una gran cena el día antes del inicio de la competencia.

Actualmente Emily se encontraba en su habitación, leyendo cartas de miles de nobles que se habían enterado de su participación en la competencia y su reintegración a la sociedad. Era verdaderamente molesto.
Se levantó de su escritorio y se dirigió a su cama, recostándose para pensar en un tema que reclamaba su atención .

"¿Cómo lidiaré con la personalidad de Karina de ahora en adelante?"

Iba a ser algo molesto tratar con un carácter tan egocéntrico como el de tal señorita, y más, durante una semana entera, que sería el tiempo en que se llevaría a cabo la competencia .

Indiscutiblemente alguien como Karina intentaría llamar la atención a toda costa, razón por la que necesitaba estar junto a ella y atraer la atención de La Hiedra. Pero igualmente haría acciones que dejarían a Emilyette en ridículo. Así de perversa era su personalidad.
Nadie comprendía cómo el príncipe heredero le soportaba, incluso para el más benigno y aferente ser, resultaría increíblemente difícil y tendría que recurrir a unas cantidades infinitas de paciencia que superarían lo que cualquier voluntad esta dispuesta a soportar.
Además, sería un gran espectáculo que la popular señorita Di Ivilliom apareciese en la competencia de caza con la revoltosa señorita Metharkas.

...

El tiempo transcurría con celeridad, ya era el día antes de la competencia.

Todas las casas nobles y sus herederos se encontraban nerviosos, algunos deseando suerte, otros festejando. Y probablemente, la gran mayoría -sino todos- estarían rogando por la asistencia de los cielos. No obstante, en el ducado Di Ivilliom había gran serenidad, solo se había hecho una cena, no más lujosa de lo común, aunque sí más cargada de bendiciones. En la que el duque, como es típico, solo expresó unas pocas palabras:

-Emily, quiero que comas bastante hoy
, así mañana te sentirás rebosante de energías y estarás en mejor estado para la competencia.

Emily asintió con la cabeza, con un rostro inexpresivo, mientras seguía comiendo.

-Yo sé mejor que nadie cuanto te has esforzado. Tu condición bélica ahora mismo es mejor que un montón de jóvenes que participarán en la competencia. -el duque suspiró pesadamente-. Espero que cumplas cualquiera que sea tu objetivo y algún día me puedas contar tus metas.

-Padre ... -Emily estaba inquieta, no estaba segura de contarle a su padre sus objetivos, motivos e impulsos- Gracias por su apoyo, demostraré la incalculable gloria del ducado Di Ivilliom.

-Prefiero que regreses sana y salva a casa, no me importa si nuestra familia no recibe gloria ... Eres lo único que me queda, no me puedo arriesgar a perderte.

EmilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora