IX

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JENO

¿Se había equivocado? ¿Fue muy duro con él? Muchas preguntas se le venían a la mente en ese momento, quizás no debió pedirle que hiciera como que todo lo que sucedió el día anterior en la librería no había ocurrido. No esperaba que Jaemin lo tomara mal, pero lo entendía, se debió sentir ofendido y aún peor, confundido.

Lo que menos quería era causarle ese tipo de molestias, ni mucho menos que se creara una imagen de él que no era cierta, pero esto, desde luego ya era un gran problema después de haber escuchado todos los rumores sobre él y su amigo en los pasillos del instituto, y peor aún, Jeno y Renjun tratando de acercarse al chico por razones que el desconocía... para ser sincero, sus razones también lo eran para Renjun. No debía saber la verdad detrás del interés de Jeno por el chico que hace unas semanas había cruzado la puerta del salón.

Esa mañana había llegado al instituto más temprano que de costumbre, para ver si corría con la suerte de encontrarse con Jaemin y poder aclarar algo con él, fuera lo que fuera que hubiese que aclarar. Pero no fue así, lo esperó, miró a su alrededor como uno por uno iban ingresando por la entrada principal, algunos felices por encontrarse un día más con sus amistades o sus novios, otros con sueño por la hora matutina, pero no había rastros del chico que buscaba incansablemente con sus ojos marrones. Derrotado, caminó hasta el salón, y ahí se encontró con su mejor amigo que lo esperaba en su puesto habitual cerca de las ventanas.

- ¿Dónde te fuiste ayer?

- ¿Ayer? - dijo confundido hasta que cayó en cuenta de lo que había pasado ayer - aah... ayer, me fui antes, mi chofer me avisó que estaba en la puerta y simplemente me marché.

- Mi padre dijo que volvería de su viaje...

- Jun... debes estar feliz por esto.

- ¿Debería? - miró por la ventana con la mirada seria y se volvió a mirar a su amigo nuevamente - no creo que haya venido a decirme lo mucho que extraña a su hijo...

Jeno no sabía qué decir, no sabía lo que se sentía tener un padre ausente aun teniéndolos ahí, pero si sabía lo que era la ausencia de sus padres.

- Quizás esta vez sea diferente, tal vez realmente lo hace por ti.

- Ese señor nunca quiere verme, de no ser por mi madre que insiste en volver, Jen.

- Pues es un idiota... eres un hijo genial, quién no te querría Jun.

Su amigo sonrió, sabia que Jeno siempre estaría para él, le agradaba que no intentara entenderlo, sino que lo apoyaba.

- Lo siento por no haber estado contigo ayer...

- Está bien, ya me las pagaras - se sonrieron y tomaron asiento.

Unos momentos más tarde Jaemin hacía su entrada al salón, Jeno se quedó mirándolo en un intento por encontrarse con su mirada y así poder descubrir lo que sea que haya en ellos, enojo, desconcierto, lo que sea que esté sintiendo, pues se sentía culpable por lo que había dicho y para hacer todo peor, también lo había dejado en un texto.

El día transcurrió lentamente, y el chico nuevo que tanto llamaba su atención nunca volteo a verlo, ni siquiera contestó sus textos, lo evitaba cada que se intentaba acercar. Estaba perdiendo toda esperanza, hasta que escucha la voz del señor Kim a lo lejos.

Dulce Trofeo | Nomin | NorenminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora