En donde Jeno y Renjun son mejores amigos y los más populares en la secundaria:
Jeno es un chico atlético muy bueno en todo lo que hace, por lo que consigue la mirada de todas las chicas.
Renjun es un chico malo bastante inteligente, a pesar de ser...
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JAEMIN
Parecía un chiste de mal gusto tener que encontrarme con esta persona precisamente en el momento en que estaba tratando de relajarme fuera de casa para buscar lugares que visitar en Canadá y tips de viaje. Es mi primera vez viajando fuera del país, y debía disfrutarlo mucho, tanto como pudiera.
Odio que me mire con esos ojos que me encantan por mucho que intente odiarlo, odio que me hable y diga mi nombre de esa manera tan peculiar que tiene de hacerlo, odio su voz, su aroma, odio tenerlo cerca y el no saber cómo mi cuerpo reaccionará a su presencia. Pero eso no debía de por qué saberlo, la única forma que tengo de protegerme es siendo indiferente con él.
Por días he estado evitando pensar en él, ya ni siquiera pronuncio su nombre y a mi alrededor nadie más lo hace, así que se me es mucho más fácil siquiera intentar hacerlo. A pesar de esto, se me hace tan difícil no recordarlo en cada cosa que hago, por ejemplo: amo leer, pero cada libro o manga me recuerda a él y nuestras tardes de lectura la primera vez que nos encontramos fuera del instituto, sin embargo, ahora esos recuerdos estaban manchados por la mentira y comprendía que en realidad todo fue algo planeado y que nada había sido real.
Me removí de mi asiento, llevaba un tiempo sentado en el sofá de mi casa junto a mi hermana viendo películas de Disney, que en realidad no estaba tomando en cuenta por culpa de todos estos pensamientos intrusivos que llenan mi mente últimamente.
- Hermanito... escúchame, te estaba pidiendo las palomitas.
- Oh, si claro – le sonreí forzadamente – Estaba un poco... distraído.
- El viaje saldrá bien. – que mi hermana piense que es esa la razón mee ayuda a no tener que poner una excusa - ¿Cuándo se van?
- Después de las fiestas de fin de año, tienes que ayudarme a preparar la maleta.
- Claro que si tontito, no podrías llenar esa cosa sin mí.
Nos sonreímos e intenté volver a la realidad, disfrutar de esos últimos días en mi hogar.
A medida que los días avanzaban y la fecha de mi partida se acercaba, había pasado suficiente tiempo sufriendo por alguien que no merecía mi amor ni mi dolor, así que mi mente poco a poco se llenaba de planes para el futuro, para mi nueva etapa en la universidad donde estudiaría arquitectura, finalmente me había decidido por una carrera que combinaba todo lo que me gustaba.
La navidad tenía un sabor amargo este año, tenía otros planes para este día, pero debería dejar de sobre pensarlo demasiado a estas alturas. Como siempre cenábamos todos juntos en Busan, esta vez nuestros tíos vinieron a nuestra casa para pasarlo en familia, eso y que mis padres habían planeado toda una despedida para mí.
