Dulce Trofeo | Nomin | Norenmin

XI

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JAEMIN

La tarde había sido grandiosa e inolvidable entre las obras de Andy Warhol, y todo gracias a que Renjun me invitó a esa exposición, pero al final del día seguía siendo ese mismo chico que había conocido en el instituto, el arrogante y frío. Era muy triste ver que tenía una especie de problema para ser él mismo, y peor aún, que era a causa de sus padres y de lo que quería que pensara el resto de él.

Llegué a salvo a mi casa, pues Renjun me trajo en su vehículo todo el camino hasta aquí, le agradecí y bajé. Me despedí por la ventanilla de él y de Wang... su chofer barra cuidador barra guardaespaldas. Caminé hasta la puerta principal entrando muy animado, dejé mis cosas como de costumbre en el mueble de la entrada, pero un vacío me invadió enseguida al cruzar el living... mis padres no estaban y era muy notorio, todos los días al llegar mi madre estaba viendo alguna novela mientras cocinaba la cena y mi padre junto a ella sirviendole una copa de vino, o simplemente sentado a su lado viendo la televisión, pero ahora no había nadie, solo Haneul, que estaba sentada en unas de las sillas del comedor haciendo sus deberes como todos los día... era lo único que seguía igual.

- Hasta que llegas - me dijo mi hermana con una paletita de dulce en la boca

- ¿Aún no comes?

- Te estaba esperando... ¿Crees que quiero quemar la casa? Tu eres el adulto responsable hermanito.

Reímos, en realidad mi hermana era muy mala en la cocina, en cambio yo había aprendido junto a mi madre, mientras mi padre y mi hermana jugaban a cualquier estupidez, tenían sus momentos de películas de acción, o de inventar cosas. En realidad, siempre fui mucho más cercano a mi madre y Haneul con mi padre pasaba mucho más tiempo del que yo lo hacía.

- ¡Fui a una exposición genial! Debiste verlo.

- Mejor no...

- Era... como una ¡explosión en colores! Muchas textura... y wow.

Haneul me escuchaba mientras yo tomaba algunas cosas del refrigerador y buscaba los implementos para cocinar algo rápido para la cena, un poco de arroz, sacar algo de kimchi, cortar unas verduras y freír un poco de pollo picante.

- Jeno me trajo a casa.

Jeno... tenía que traerlo a la conversación.

- Me sentí privilegiada al lado del chico popular, me tomé una foto con él, ¿quieres ver? Se las mandé a mis amigas... para que me creyeran.

- ¿Por qué tenías que hacer eso?

- ¿Tomarme una foto? Ay hermano... no es para tanto.

- Quizás a él le moleste saber que esa foto anda por ahí dando vueltas ahora.

- Solo fueron dos personas Nana... no es nada.

No creo que sea "nada" en realidad... si eso se llegara a saber, Jeno realmente se molestaría, y si comienzan a difundir rumores de él y mi hermana... la verdad es que eso me ponía de alguna forma inquieto. Lo peor de todo es que no era por querer cuidar a mi hermana, y claro que siempre quería lo mejor para ella, sin embargo, lo que me inquietaba era que alguien emparejara a Jeno con otra persona...