5.1

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"Ah... Jimin...Confieso que algunas veces no tengo una jodida idea de lo que estoy haciendo, ¿lo sabes? Muchas veces pienso que esto un gran error, que nada de esto debería estar pasando entre nosotros.

Que simplemente no debería. No debería. No debería dejarte cartas cada día, observarte cada que tengo la oportunidad, pensar en ti de la forma tan enfermiza como lo hago. Te quiero solo para mí, te quiero para mí y nadie más. Quiero ser yo el único quien tenga el privilegio de ver tu belleza, de tomar tu cuerpo, escuchar tu voz que casi nunca usas. Es jodidamente preciosa. Si ver tus simples labios me provoca duramente no me imagino al escucharte gemir.

¡Qué delicia, maldita sea! Qué hermosa obra de arte tendría en mis manos: tu cuerpo desnudo. Tan precioso... tan perfecto... tan irreal. Eres una droga para mí. Tóxico, me lleva a la miseria estando lejos pero al tomarte me vuelvo a sentir bien. El problema es que esa adicción crece cada día más.

Cada día siento el impulso de buscarte más agresivo, de tenerte, joderte en todas las posiciones que se me ocurran. Sentir la calidez de tu cuerpo, el sudor pegajoso de nuestros cuerpos cuando los choquemos. Mierda y más mierda.... mierda, ¡mierda! Esto me hace mal. Me haces mal.

¿Por qué no me dejas ser libre?"




Jimin tragó duro, apenas sentía que podía respirar correctamente. Apretó la carta contra su pecho y se acostó en su cama cerrando sus ojos con suma delicadeza. Su corazón iba más rápido. Cada vez más rápido al igual que su respiración.

¿Dejarlo libre? ¿Cómo? ¿Qué había hecho él -un dulce adolescente de diecinueve años- para volverlo su esclavo? ¿Estando con él sería la única forma de aliviar su dolor? ¿Entregándose?

Probablemente...








~Kisses

LIMERENCIA ~YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora