Capítulo 2

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Era la noche del 24 de diciembre de 1985. Mis padres habían muerto hace pocos meses,estaba completamente sola y deprimida. Me encontraba en una gran soledad en el nuevo trailer que había comprado. De repente alguien había tocado a mi puerta, era Eddie.

Eddie: Hola T/N -se veía un poco nervioso-

T/N: Hey, ¿Qué haces aquí? -me tomó por sorpresa su visita-

Eddie: Se que es tarde, lo siento. Mi tío no está en casa y no quería estar solo en esta fecha y recorde que tu también estarías sola, así que quise venir para hacerte compañía. Traje unas películas por si quieres ver alguna o podemos escuchar música. Pero si prefieres estar sola me puedo ir.

T/N: Está bien, no hay problema, pasa. Me alegro de que estés aquí, me hacía falta una buena compañía como tú.

Eddie me sonrío luego de esas palabras y pasamos a la sala. Recuerdo que todo el dolor que sentía se había ido cuando estaba con Eddie. La estabamos pasando muy bien viendo algunas películas navideñas y por un momento eramos completamente felices.

Eddie era un chico muy inteligente, aunque no lo pareciera, y sabía como aprovechar eso. Hace un tiempo comenzó a vender drogas. Él me juró que no las consumía y que solo las vendía para ahorrar dinero y salir de Hawkins para ser un gran artista junto a su banda. Estabamos viendo una película cuando Eddie saco un pequeño paquete con pastillas de su bolsillo, parecía que le molestaba en el pantalón.

T/N: ¿Qué es eso? -ese pequeño paquete llamó toda mi atención-

Eddie: Oh no es nada, intente venderlas pero no lo logre, las guardaré -intentó guardarlas pero se detuvo por mis palabras

T/N: ¿Puedes darme una? -no sabía lo que estaba diciendo pero quería arriesgarme por una vez en la vida-

Eddie: ¡No! Jamás en la vida. Tu no consumes y yo jamás te daré algo cómo esto -se veía un poco enojado por lo que dije-

T/N: Lo sé pero por un momento quiero olvidar todo lo que me rodea. Por favor.

Eddie: Se que sí yo no te las doy intentaras conseguirlas en otro lado. Te daré una pero yo tomaré una contigo y sí comienzas a sentirte mal avisame, por favor -se veía un poco nervioso pero aún así accedió a mi pedido-

Ambos tomamos una pastilla y comencé a sentir un cosquilleo por todo mi cuerpo. Eddie estaba junto a mi y no dejabamos de reirnos por cualquier cosa. La noche comenzó a pasar mas lento. En un momento Eddie comenzó a hacerme cosquillas y comencé a moverme y retorcerme hasta quedar muy cerca de su rostro.

Por primera vez veía sus ojos muy de cerca y eran lo más hermoso que había visto en toda mi vida. Mi respiración comenzó a acelerarse y se que la suya también. Nos acercamos más, tanto que terminamos unidos en un beso. Ninguno se molesto por detenerse y ambos continúamos ese hermoso beso que nos unía. Fue tan apasionado pero a la misma vez tan tierno, no hay palabras para explicarlo. De repente Eddie se aparto de mí y su rostro decía mil cosas a la vez.

Eddie: Mierda...maldición... lo siento. No quería... digo si quería pero no así. No sé que paso.

T/N: Eddie no pasa nada. Todo está bien.

Eddie: Si pasa, eres mi amiga y estas drogada por mi culpa. No quiero que pienses que me estoy aprovechando de ti y de la situación

T/N: Eddie yo si...

Eddie: Lo siento. De verdad perdonamé, no quería que esto pasara así. Creo que debo irme.

Eddie me pidió disculpas unas mil veces y tomó sus cosas para irse. Luego de eso no lo ví por unos días. Yo sabía que él estaba muy apenado, lo conocía muy bien, así que decidí darle su tiempo. Varios días después fuimos a un ensayo de la banda y actúamos como si nada hubíera pasado.

Creo que Eddie había pensado que yo olvidaría lo que paso ya que estaba drogada, pero no fue así. Desde ese día mi mente y mi corazón no dejan de pensar en Eddie Munson y no sé como detener lo que siento.

Continuará...

Para toda la eternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora