𝓐𝓷𝓸𝓽𝓱𝓮𝓻 𝓛𝓸𝓿𝓮 (L.S) 𝓞𝓶𝓮𝓰𝓪𝓿𝓮𝓻𝓼𝓮

𝓗𝓪𝓻𝓻𝔂

Cuando despierto tengo miedo de que alguien más tome mi puesto.

Afraid - The Neighburhood

El peor sentimiento que ha experimentado Harry, era perder lo que consideraba lo mejor de su vida. A la edad de quince años conoció al omega mas hermoso de la tierra. Y él ciegamente pensó que lo había tenido todo, hasta que se le fue arrebatado de sus brazos.

Lloró demasiado tras su muerte, aunque su hermano Jack y su madre le decían que no era para tanto, que posiblemente aquel omega no era su destinado. Por supuesto que Harry no lo creyó, para nada.

Theo había sido su único amor, un poco prohibido debido a la edad, pero era su destinado y ahora ya no estaba a su lado.

Recordar eso le hacía pensar por lo que ahora estaba pasando, su madre dijo que sería bueno mudarse y comenzar de cero en otro lugar, motivo por el cual, Harry se encontraba a punto de superar su segundo año de licenciatura.

Miró la foto que tenía en su mano como cada mañana. Theo era muy hermoso, el omega era castaño, con unos ojos verdes casi parecidos a los suyos y con unos finos labios.

Había sido perfecto.

Harry dejó la imagen en su cajón, muy al fondo entre un montón de papeles, seguro su madre la encontraría, creyendo que aún no superaba a Theo. Harry lo ha superado, eso pasó hace como cuatro años y ya no lloraba en las noches seguido, solo que cada mañana ese dolor en el pecho surgía de la nada y solo podía aliviarlo recordando cosas bonitas de aquellos años.

Aunque nunca pudo ver con otros ojos a los demás omegas. No era como si no se dará cuenta de aquellas miradas que le daban algunos compañeros y compañeras, solo que las ignoraba por completo. En esta tierra no había otro omega como Theo, era único y así se quedaría.

―A desayunar ―oyó gritar a su madre, y tendría que darse prisa, Liz trabajaba en el hospital central, era enfermera y con suerte esta semana le tocaba el turno de la mañana, así que la tendría que trabajar hasta la tarde― ¡Apúrate!

―Ya voy ―gritó colocándose su chaqueta.

Liz lo observaba mientras bajaba las gradas, era aún temprano, y Harry vivía muy lejos del campus así que tenía que levantarse mucho más temprano que lo usual. Era una ventaja contar con el auto viejo de su padre, ya que con aquella carcacha oxidada le costaba como 40 minutos llegar a su destino.

Su madre dejó en su plato huevos revueltos con tocino y jugo de naranja recién exprimido. Agradeció en un susurro y luego procedió a picar su comida, sin ánimos. Era uno de esos días en lo que no se sentía con la energía al 100%, pero no se iba a quejar, tendría que asistir si o si, porque había perdido la matrícula de uno de los módulos y si este semestre no la tomaba, pues le darían de baja y no podría avanzar.