𝓔𝓷 𝓸𝓽𝓻𝓸 𝓪𝓶𝓸𝓻, 𝓽𝓸𝓭𝓪𝓼 𝓶𝓲𝓼 𝓵á𝓰𝓻𝓲𝓶𝓪𝓼 𝓱𝓮 𝓾𝓼𝓪𝓭𝓸.
Harry es el Alfa destinado a solo estar con betas, en su memoria y corazón solo existe Theo, un omega que le hizo perder la cabeza y que por obra del destino ha muerto.
Loui...
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Harry nunca tomó buenas decisiones. Todo lo que hacía no media consecuencia y el coraje la mayor parte del tiempo siempre ganaba su juicio.
Era el remordimiento que no le dejaba tranquilo tiempo después de que su lengua actuara por sí solo, hubiera evitado así haber asustado a aquel omega que no lo merecía. Si Liz lo descubría seguro le saldría con otro más de aquellos sermones que inundaban las tardes desde la mención de Theo y de que iba visitar su tumba.
Había una punzaba que comía el interior de su alma, como si hubiera cometido el peor crimen por haber. Su Alfa se retorcía en el interior, intentado mandar señales de que tomara el camino correcto, aunque a veces de cierta forma necesitábamos caer para darnos cuenta de lo que realmente pasaba en nuestro alrededor.
El panorama en el suelo era agotador y doloroso, frio como un desolado glaciar, pero podrías ver todo claramente, las marcas quemaban y a pesar de eso aun con lágrimas en los ojos entendías porque fue una dura batalla, y aun así, agarrabas fuerza para poder levantarte y tomar el primer aliento luego de la derrota.
Una batalla perdida de una guerra que aún no era imposible perderla del todo.
―Listo, cabeza de rana ―Jack agitó las llaves en su delante apoyado en la puerta esperando a su hermano menor.
Harry aguantó las ganas de cerrar la puerta en su cara, Jack era omega, aunque podría decir que su carácter y su forma de ser no era de uno. Tal vez podría sucumbir ante los intentos de su naturaleza, pero Jack podía darle la paliza de su vida antes de obedecerle fácilmente.
―Bien ―Harry cerró la mochila con fuerza, se puso en su delante intentado tomar las cosas metálicas que se movían― Yo manejó y no pongas tu horrible música indie.
―Nada de eso ―dijo el omega mayor y luego retiró el llavero―Yo manejo, si es que realmente quieres ir.
Era una de esas razones por la que Liz había accedido a que fuera. Harry dio un gruñido, pasando por su lado y golpeando su hombro.
― ¡Muévete, quiero llegar pronto! ―Harry no se despidió de su madre, Jack solo la miró dándole una sonrisa. Necesitaban tener fuerzas para lo que se avecinaba.
Cuando Jack llegó afuera, Harry ya tenía su mochila en la parte trasera y se estaba subiendo en el copiloto, se movía con prisa para no perder el tiempo.
―Bien ricitos de oro, nuestro esperado viaje comienza ―dijo el rubio entrando al copiloto. ―Por tu bien espero que dejes tranquila la radio o caso contrario saldrás volando por esa ventana.
―Lo que sea ―dijo con fastidio Harry― Vamos ya.
[...]
― ¿Un omega? ―Harry no tocó la radio, pero con gusto lo haría en este momento para que su hermano lo tirara por la ventana.
