Capitulo 4: 1181

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Eliza.

Después de lo sucedido con el Rey, una de las muchachas que me ayudaban asearme, trajo una carta, tenía el sello que mi padre usaba para enviar saludos.

-Querida Eliza.

Envío ésta carta con el fin de saber que estás bien y tu estadía en Jerusalén sea grata, sin dejar de lado que el Rey convocó una sesión con la Alta Corte mañana a primera hora para discutir sobre su unión como matrimonio, tu madre está ansiosa por verte y estará unos días contigo, bueno sin más que mencionar,te veremos ahí, disfruta tus últimos días como princesa de Acre.

Con amor, papá y mamá

-No puede ser- mi corazón volvió a romperse de recordar lo sucedido con el Rey- solo queda esperar - dije tumbandome sobre la cama. Sin darme cuenta me quedé dormida.

Cuando desperté me dirigí hacia el jardín principal y ahí encontré a Sibyla, nos pusimos a conversar un poco debido a que no la veía muy seguido.

~En los aposentos del Rey.~

Baldwin.-Fue un día demasiado pesado, creo que es momento de llamar a los médicos y descansar un poco, para mañana recibir a los padres de Eliza- dije mientras Tiberias salía de mis aposentos para llamar a los sirvientes que me ayudaban a prepararme para recibir a los médicos.

No podía dejar de pensar en lo sucedido hace poco, realmente lastimé a Eliza, -¿Que se supone que le diga mañana a nuestros padres?- dije sin darme cuenta que Tiberias estaba escuchando.

Tiberias.- Mi señor si me permite, la señorita Eliza a sido de gran apoyo y compañía para usted podría saber, ¿a qué se debe su repentina desición de no desposarla?- dijo con una mirada confundida al darse cuenta hace una temporada lo que sentía por ella -¿Mi señor?- volvió a preguntar.

Baldwin.- Como ya los has notado Tiberias mi amor por Eliza a ido en aumento pero hay algo que no me permite estar con ella- suspiré y agache la mirada- bien sabes que mi enfermedad se encuentra en un estado avanzado y a decir verdad he perdido las esperanzas de que algún día pueda curarme- dije caviz bajo escondiendo unas pocas lágrimas que brotaban de mis ojos.

Después de secar un poco mis ojos, Tiberias dijo algo que no paso por mi mente antes...

Tiberias.- Mi señor sabe que si usted no la desposa, habrá alguien allá afuera que si lo haga- dijo ya con una mirada de preocupación esperando mi reacción -.

Baldwin.- No había pensado en eso- mi respiración se empezaba a entrecortar,haciendo que cayera al suelo, lo último que pude oír fue a Tiberias pedir ayuda, para después perder el conocimiento.

~Tiberias corrió hacia el Rey resguardando su cabeza y pidió ayuda tras ver cómo caía desvanecido, los guardias entraron, acomodando aquel joven sobre su cama, los médicos no se hicieron esperar entrando a los aposentos de éste para poder revisarlo y hacer que volviera en sí.

Mientras los médicos revisaban al Rey, Tiberias se apresuró a buscar a Eliza, quien se encontraba en el jardín principal con Sibyla, la hermana de Baldwin, con quién también mantenía una gran amistad.

Tiberias.- Su alteza-hizo una reverencia para después dirigirse a la amiga del Rey- señorita Eliza he venido a buscarla, es de suma importancia que venga conmigo.

-¿Que ocurre?- pregunte confundida y un poco asustada al verle tan exaltado

Sibyla. - Tiberias, ¿que pasa?- ahora fue Sibyla quién hablo haciendo que soltara de golpe lo sucedido.

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