Capitulo 5: Buscar una cura.

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Eliza.

Los primeros rayos del sol chocaron unos minutos con mi rostro, haciendo que despertara casi de inmediato, me levanté de mi cama y me asome por el pequeño balcón que había, sin pensarlo mucho volteé hacia donde se encontraban los aposentos del Rey, pude ver cómo éste se paseaba de un lado a otro, dirigí la mirada al jardín frente a mi y sentí una extraña sensación como si alguien me estuviera observando, mis ojos empezaron a buscar por todo el lugar esperando encontrar de quién provenía tal cosa, sin darme cuenta volví a voltear con dirección a la habitación de arriba y ahí me tope con unos ojos azules viéndome fijamente los cuales intensificaban su color a medida que chocaban con los míos. Quise saludar pero recordé lo ocurrido la noche anterior así que solo aparte mis ojos de él,vi por última vez el palacio y volví adentrarme en la habitación.

Baldwin.

Me desperté al sentir los primeros rayos del sol pegar contra mi rostro, me levanté con un poco de esfuerzo y me dirigí a la puerta para pedirle a los guardias que llamarán a los sirvientes que me ayudaban a lavarme, volví a la cama y al poco tiempo llegaron, me asearon, también ordené que me cambiaran los vendajes, por instrucciones del médico debía guardar reposo pero tenía asuntos importantes por atender, al terminar todo se retiraron dejándome solo.

Camine de un lado a otro tratando de pensar que diría en la sesión que tenía con la Alta Corte, más aún sabiendo que los padres de Eliza estarían ahí, me asome por uno de los ventanales y la vi ahí, tenía puesto el mismo vestido de ayer, su cabello un poco desacomodado, acababa de despertar,me perdí viéndola lo cual notó por qué en un momento dirigió su mirada hacia mí, haciendo que sus ojos azules chocarán con los míos, iba a saludarla cuando note que desvío sus ojos viendo al rededor del palacio para después irse, era razonable que no quisiera hablar conmigo.

Cuando ya estuve más tranquilo salí de mis aposentos para dirigirme a la sala donde estaríamos.

Eliza-¿A qué está jugando ahora?, ¿Que se supone que hace?- pregunté para después oír que llamaban a la puerta, era la joven que venía a indicarme que podía tomar un baño- ¿Cuál es tu nombre? No me había dado la oportunidad de preguntarte- dije dándole una sonrisa.

X.- Buenos días señorita, mi nombre es Alina- bajando su rostro haciendo una reverencia- vengo a decirle que puede tomar un baño si así lo desea, como es de costumbre yo la ayudaré - sonrió y me mostró el camino hacia los baños donde me ayudó.

Me dirigía a mi habitación cuando vi que venía el Rey al parecer mis padres estaban por llegar, me apresuré para no tener problemas con el nuevamente, cuando estuvimos casi de frente,hice una reverencia, quise continuar caminando pero me detuvo.

Baldwin .-Eliza,tus padres están por llegar y aún no estás lista- exclamó con su voz un poco ronca- te estaremos esperando en la sala de aquel dia- dijo viéndome de reojo.

Eliza.

Asentí para ir a vestirme,sobre mi cama había un vestido negro, me cambie y arregle un poco mi cabello con una pequeña corona dorada.

Me dirigí hacia la sala donde se encontraba el Rey con mis padres.

Enrique .-Al fin llegas- escuché decir a mi padre- La futura reina de Jerusalén no debe hacer esperar a su Rey y a su corte- dijo con una sonrisa

-Si supieras- dije a lo bajo.

Me acerque a ellos no sin antes hacer una reverencia para Baldwin.

El Último Rey Donde viven las historias. Descúbrelo ahora