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—¿Por qué te has demorado tanto? —. preguntó Eloise con cierta molestia, al ver a Draco entrar en el compartimiento.

Draco cerró con un simple hechizo la puerta y se giró a ella. —Estaba con Pansy. — admitió, sin expresión alguna.

—No era de extrañarse. — admitió Eloise, acompañando su molestía con un resoplido.

Draco sin perder más tiempo, la jaló del brazo, haciendo que se levantara del asiento, para así chocar sus cuerpos al mismo tiempo que sus labios. —No tengo que darte malditas explicaciones, creí que eso estaba claro, Granger. — le dijo entre dientes, permitiendo que su aliento chocara contra los labios de ella.

Ella pudo percibir como Draco pasaba sus dedos por su cabello, peinando el cabello oscuro hacía abajo, —simplemente asintió, recordando a si misma, que Draco no era su novio. Posiblemente nunca lo serían—, entonces lo dejó, él se acercó unos milímetros más a ella y ahora movía sus labios contra los suyos.

Sin despegarse de aquel beso, Draco comenzó a caminar a uno de lo asientos y se dejó caer, mientras ella lo miraba esperando que dijera algo. Sin embargo, Draco no dijo nada, solo la tomó del brazo y la jaló a su regazo, haciendo que sus labios se tocaran de nuevo, esta vez con más fuerza, más desesperación.

Una explosión en su estomago se desató, en el momento que sintió el bulto de Draco presionado contra su núcleo, el terrible dolor de querer ser atendida como debía se hizo presente cuando Draco no dejó sus labios para tocarla, justo como ella estaba deseando.

Ya era una costumbre verse a escondidas, como algo prohibido y emocionante de sentir.

Sin pensarlo más, por el calor del momento, comenzó a rodar sus caderas contra él. Sin dejarlo de besar, pues Draco la besó con más fuerza al sentir sus caderas rodando, atrapando su labio inferior entre sus dientes, haciéndola jadear cuando él aplicó más fuerza, deseando poder hacer sangrar su labio.

—No queda mucho tiempo —. susurró ella entre besos, sin dejar de rodar sus caderas contra él.

Draco rompió el beso y la observó unos segundos, intentando recuperar el aliento. —Entonces desabrocha mi pantalón. — le dijo agitado.

Ella accedió sin pensarlo dos veces, llevando sus manos a la hebilla del cinturón, para luego desabrochar el botón y bajar el cierre. Subió sus ojos a los penetrantes ojos grises de Draco, esperando que él mismo lo hiciera, pero no parecía querer hacerlo.

—¿Puedo? — le preguntó ella, llevando sus dedos al elástico de sus boxers.

Draco la tomó por la nuca, acercando sus rostros. —¿Realmente ocupas saber eso?.. —. susurró, para luego chocar sus labio —. Deja de actuar como si no fueras una maldita puta y haz tu trabajo.

Ella asintió, sacando solo la longitud de Draco, para luego ella subir sus rodillas y mover su ropa interior a un lado. Esto estaba tan mal.

¿Qué estaba mal exactamente? Bueno, para empezar el extraño sentimiento de calor cuando Draco la insultaba de esa forma y la follaba como si la odiara. Le encantaba que él fuera así por alguna extraña razón.

Ella se alineó, quedando sobre la punta de Draco y lo observó a los ojos. Era como si ambos se estuvieran pidiendo permiso para hacerlo, a pesar de hacerlo cada vez que estaban aburridos, cada vez que Draco ganaba un partido, o cuando ella misma lo ganaba, cuando alguno aprobaba una materia, en las fiestas, después de un día estresante, luego de estudiar... básicamente siempre.

—Hazlo. — le ordenó Draco.

Entonces ella se dejó caer sobre él de forma lenta, permitiendo sentir cada parte de él, como si cada vena fuera un paso más al cielo.

La cabeza de Draco se dejó caer sobre el respaldo de aquel asiento, mientras ella gemía y su frente caía en los hombros de Draco.

Se permitió sentir aquella calidez de Draco llenando su cuerpo, de una forma en la que solo él podía; luego comenzó a mover sus caderas de forma lenta, adelante y atrás, en círculos, dejando que Draco acomodara sus manos en su cadera, para deslizarlas a su trasero.

Ella mantuvo el equilibrio con sus manos sobre sus hombros, jadeando en voz baja sobre los labios de Draco.

Pasaron algunos segundos, dejando que ella tomara el control de la situación, hasta que el rubio la tomó firmemente de la cadera y la golpeó con fuerza contra él. Eloise gimió en su oído, mientras Draco cerraba los ojos.

Empujó las caderas de ella contra él, llegando a lo más profundo de ella.

—Draco por favor hazlo más rápido. — dijo con la voz agitada.

El rubio la tomó de las caderas, quedando inmóvil dentro de ella. —¿Qué te he dicho sobre llamarme por mi nombre? — dijo con notoria molestia, pues sus dientes estaban apretados.

Eloise negó con la cabeza, como si se maldijera a ella misma por dentro. —Que no lo haga. — murmuró.

Draco asintió y la tomó por la cintura, mientras la quitaba de encima. 

Eloise lo miró confundida. —¿Qué haces? 

Malfoy estaba subiendo su ropa interior y acomodando su pantalón. —Me voy con Pansy. 

Eloise acomodó su falda y lo tomó del brazo. —No puedes hacer eso. — escupió de repente.

Malfoy bajó sus penetrantes ojos grises a los de ella, mientras la observaba con nada más que repulsión. —Creo que te ha quedado claro que si puedo, Granger. — le dijo en voz baja.

Ella no iba a dejar que la tratara así, pero tampoco lo quería hacer enojar. 

—Si te vas con Pansy olvídate de mi. — susurró molesta.

Draco simplemente se burló y se deshizo de su agarre. —Ambos sabemos que en el momento que mis dedos vuelvan a estirar ese coño tuyo... —. hizo una corta pausa al notar las mejillas rojas de Eloise —. Tú vas a pedir a gritos que te estire con mi polla. 

Eloise negó con la cabeza. —Sabes bien que no.

Entonces Draco la tomó por la nuca, acercando su rostro lentamente a su cuello, mordiendo tan lento la piel... como si fuera una cámara lenta. 

Y ella sin pensarlo presionó su cuerpo contra él, lo dejó mover su mano hasta su cadera, bajando lentamente por la curva de su cuerpo. —¿Cómo me debes llamar, Granger? — susurró sobre la piel sensible de su cuello, mientras le ponía los vellos de punta.

Eloise tartamudeó. —Malfoy. 

Draco tarareó en respuesta, mientras sus dedos navegaban por debajo de la tela de la falda que Eloise llevaba puesta. —¿Quién soy? — le preguntó mientras movía la ropa interior de ella a un lado y tocaba lentamente su capullo de nervios.

Él estaba haciendo círculos tan lentos.

Eloise abrió la boca, dejando escapar un silencioso gemido. —Mi maestro. — exhaló.

STAY WITH ME ✧ draco malfoy [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora