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Y ahí se encontraba Eloise de nuevo, caminando con su libro presionado contra su pecho, el cual subía y bajaba violentamente al presentir su próxima muerte.

Porque sabía que tenía esa maldita tutoría con Draco.

Ella empujó la puerta del aula de pociones y para su sorpresa, Malfoy no estaba ahí.

Lo estuvo esperando por aproximadamente unos 30 minutos; ella observó el reloj que estaba en la pared y comenzó a recoger sus cosas, pero cuando se puso de pie la puerta se abrió, revelando a Draco Malfoy.

El platinado tenía el cabello revuelto, la camisa un poco desabrochada y Eloise lo miró con repulsión por primera vez en todos los años que había convivido con él.

—¿Dónde te metiste? — preguntó ella, con molestia.

—No es de tu incumbencia. 

—Tienes razón, pero si vas a faltar puedes avisarme y no perderé mi tiempo esperando a que se te de la gana aparecer. — respondió ella con violencia, mientras sentía un calor abrazante envolver su cuerpo por completo.

Un calor peligroso.

Y es que ahora ella no sabía si estaba celosa o simplemente estaba molesta por haber perdido tiempo ahí sentada sin hacer nada.

—Amaneciste luchadora. — se burló Malfoy, mientras abotonaba su camisa y se sentaba en el banco junto a ella.

Eloise percibió el olor a sudor, mezclado con menta y su fastidiosa colonia.

—¡Apestas a sexo! — gritó ella, empujando sus palmas contra la mesa, para ponerse de pie.

Draco frunció el ceño. —Creí que te había quedado claro que no te debo explicaciones, Granger.

—¡Cállate, joder! — escupió molesta, empujando su libro dentro de su mochila.

Pero la mano de Draco se envolvió en su muñeca, atrapándola con fuerza. —Baja tu tono... — siseó.

—No, Merlín, me das asco. 

—¡No me folle a nadie! — gritó Malfoy, perdiendo la paciencia.

Eloise lo miró, sin creer ninguna de sus palabras. —No te creo.

—Bueno, entonces cree lo que quieras. — respondió como si no le importara nada.

—Esta bien... — susurró Eloise, para colgar su mochila sobre su hombro y decidirse a salir de la habitación.

—¡Sangre sucia! —. gritó Draco, en el momento que la vio girar la perilla —. Te puedo demostrar que no lo hice con nadie. — respondió bajando la voz.

Eloise giró un poco para mirarlo a los ojos. —¿Cómo?

Draco se encogió de hombros, —Sabes que soy incapaz de follar con dos personas en un día —. comenzó a murmurar —. Y sabes que cuando lo hago bien me gusta correrme dos veces.

Eloise se mostró molesta ante las palabras de Draco. —¿Y qué me comprueba que no hiciste un polvo? — se cruzó de brazos.

Draco levantó ambas cejas, como si fuera increíble la forma en que Eloise se estaba comportando, pues ella en cualquier otra situación lo hubiera dejado pasar, a pesar de que él no lo hubiera hecho, le hubiera creído a la primera.

—No soy un fanático de los polvos —, se encogió de hombros —, a menos que se trate de ti, mi follaamiga. — se burló con diversión.

Eloise frunció las cejas y se burló. —Un termino patetico.

—¿Cómo tú? 

Eloise puso los ojos en blanco, entonces escuchó como el banco se recorría, seguido de los pasos firmes que se acercaban a ella. Eloise no quería mirar, porque sabía que se encontraría con la intensa mirada gris de Draco Malfoy.

STAY WITH ME ✧ draco malfoy [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora