Parte 10

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Linda tarde

"Cuidado con las personas, a veces son más desatadas de lo que piensas".


En la mañana tenía un gran dolor de cabeza, y como no, sí toda la noche había tenido una pelea interna. Por un lado tenia las palabras de Valeska en mi mente y aun más lo que Molly me decía de ella, ¿acaso ella tenía razón?


«En verdad que eres ingenua. ¡Claro que tengo razón!»

Puedes dejarme sola por un momento. 


Bajé de mi cama y me dirigí al baño, tomé mi cepillo de dientes y me miré en el espejo completo y vi que mi cara tenía una forma más afilada mis cachetes ya no eran tan notorios, pero mis ojos se notaban tristes con grandes marcas debajo de ellos, no sé si era por la falta de sueño o la falta de comida, bueno no importaba me agradaba mi nuevo aspecto. Aun cepillando mis dientes me puse de perfil y note que mi estómago no se había reducido en nada, escupí la pasta y regresé al espejo. Tomé una bocanada de aire y vi que ya se lograban ver medio normales mis costillas.


«Mírate, estás dejando de ser un cerdito. Aunque un poco menos de grasa en ese trasero enorme no te haría mal».


Molly tenía razón, así de perfil se me veía un enorme trasero. Debo de dejar de desayunar tanto.


Después de bañarme, bajé despacio al comedor y claro como siempre ni rastro del que se hace llamar mi padre, bueno debería ya dejarme la casa sola, creo que sería mejor para ambos, el no tendría que tener esa "angustia" y yo no tendría que estar soportándolo más tiempo.


Abrí el refrigerador y todo lo que vi me dio asco, por lo que solo tome un vaso con jugo de naranja.


«Es suficiente como desayuno».

Sí, eso era suficiente si quería desaparecer la gorda que vivía en mí. 


Recorrí la casa con un libro en la mano buscando un buen lugar para leer. Veinte minutos más tarde escucho el timbre de mi casa, aturdida me levanto y abro la puerta, para mi sorpresa me encuentro a mis amigas: Valeska con una bolsa grande en su mano, Selena con muchas bolsas de frituras y Madeline con películas.


—Hola chicas, ¿qué pasa?— pregunto un poco ingenua, aunque es un poco obvio. 

—¿Tu qué crees cerdito? ¿Eres idiota? Hemos venido a ver unas películas, y ¿por qué no? Divertirnos un poco—termina la frase moviendo en mi cara la bolsa que lleva con ella. 

—Mack, ¿nos vas a invitar a pasar? 

—Claro, adelante—ya no es necesario decirles donde encontrar las cosas que necesitan ya que ellas han estado más en mi casa que mi propio padre, ese pensamiento me hace sentir incomoda.


—¡Hey, cerdito! ¿Tienes caballitos? —me grita Valeska con una botella de tequila en la mano.

—Mmmm si, en el segundo cajón de la alacena.

—Veamos primero la de comedia les parece— grita Madeline pegada al DVD.

—¡ Claro!—Gritamos todas al mismo tiempo.


La película ya va a la mitad al igual que las frituras, yo no he probado ninguna, pero el tequila sigue intacto. Una hora después ya ha terminado la película, Valeska se levanta y apaga la tele y el DVD, toma el tequila y lo agita.

el amor supera todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora