Capitulo 24

19 0 0
                                    

Jade

Íbamos en camino hacia el hotel, estaba muy nerviosa y asustada. Realmente no deseaba verlos, pero sabía que si no iba de alguna u otra forma lograrían localizarme hasta hablar conmigo, y preferiblemente quiero cerrar esta etapa de mi vida lo antes posible aunque me duela. Trago grueso, llevo puesto un vestido dorado con escote al frente y de espalda, y uso unas bailarinas blancas, Arice me hizo una trenza francesa y decidí no maquillarme, él día estaba fresco y la ocasión no lo requería.

Él por su parte traía puesto unos shorts blancos y una camisa negra con los tres botones de arriba abiertos, dejando ver su pecho desnudo y el collar de caracol que le colgaba en el pecho. Su cabello se meneaba con el viento a medida que avanzabamos por la carretera.

No dejaba de mirarlo, me gustaba muchísimo. Sonreí y me atreví a besar el borde de su boca, se encogió por las cosquillas y termine por apoyar mi cabeza sobre su hombro. Me levante al ver que ya aparcaba en el estacionamiento. Nos bajamos, e inesperadamente tomó mi mano. Nos dirigimos a la recepción para preguntar el piso del comedor.

El hotel era común, se veía bastante caro y me preguntó cómo lo habrán pagado si ya no les sirvo. Sentí un escalofrío al ver a Jack pasar por mi lado y dedicarme una sonrisa de oreja a oreja, Arice no se percató de que era él a causa de que tenía una gorra que cubría parte de su rostro. Lo ignoré y avanzamos.

Al llegar, mis padres esperaban tomando una copa de champagne, y a su lado un joven los acompañaba.

—Buenas noches. —saluda Arice.

—Sientense. —zanja mi padre groseramente.

Arice rueda los ojos, —No sigo órdenes.

Mi padre se tensa, —Lo vas a hacer de todas formas.

—Cuando yo quiera. —espera a que haga algo, sin antes sacar mi asiento de la mesa y luego lo hace él.

El jóven es apuesto, decente a simple vista. Lo ojeo de reojo.

—Hija, estas hermosa. —alude mamá y asiento sin mostrar un ápice de emoción.

—Ya lo sé. Pero se agradece el cumplido.

—¿Van a pedir algo? —dice mi padre mientras chaquea al mesero para llamar su atención.

—Esto va a ser rápido. Primero, ¿Quién carajos es él? —señaló al individuo que desconozco.

—Es dueño de una empresa muy importante en el país. —dice mi padre con orgullo mientras palmea su hombro, —lo invite para que se conocieran, se llama Luca.

—¿Por qué debería conocerlo?

—Por si querías establecer alguna empresa en la ciudad cuando volvieras.

Al decirlo sentí un golpe en seco, Arice me observa, —No dije que volvería... Al menos no allí.

—Donde quieras establecerte bebé, no hay problema. —dice el chico.

—¿Bebé, qué, idiota? Soy su futuro esposo si Dios quiere. Así que controla tu lengua. —advierte Arice con un tono amenazante.

Luca sonríe bobamente, —Como quieras, solo soy amable.

El mesero nos trajo dos platos de no se qué. Mire con una mueca lo que tenía frente a mi, —Es tu plato preferido. —dice mi madre

—Soy alérgica al camarón, mamá.

Ella no se inmuta en decir nada. Recibo otro mensaje de Jack para que nos viéramos en el ascensor, lo ignoro.

—¿Hace cuanto están juntos? —pregunta mi madre para calmar la tensión.

12 Meses para empezar de cero. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora