Capitulo 28

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Jade.

Me encontraba en el dormitorio, aún desconcertada por el hecho de que aquel viejo amigo que me recibió con un gruñido, regaños y los brazos abiertos era mi suegro, Mark. Me pone feliz que lo sea, teniendo en cuenta que le caigo bien y somos cercanos, por lo tanto la amistad forjada no va a ser fácil de romper debido a que hacia tres meses nos conocíamos. Como pasa de rápido el tiempo, yo diciendo que un mes me quedaría y un chico surfista mal encarado me haría quedarme.

Siento los brazos de Arice rodearme por la cintura, trae puesto unos jeans, camiseta gris y el cabello desecho, me río cuando deposita un beso en mi cuello para luego pedirle el favor de que me pongala cadena de cangrejo que me obsequio hace semanas atrás. Cuando de repente me enseña en su otra mano una cajita negra mediana.

—¿Qué traes ahí? —pregunto con curiosidad.

—Es un regalo para ti. —Dice sonriendo, abrí la caja y me encuentro con una cadena con la inicial de su nombre y una nota que dice "Quiero que lleves una cadena alrededor de tu cuello no porque me pertenezcas sino porque realmente me conoces" T. W-¡Es hermosa, me encanta!

Lo abrace efusivamente mientras él me la colocaba, —Te ves preciosa.

—Sé que no debería estar nerviosa, pero me aterra pensar el millón de preguntas que el señor Markme hará, oye, aún no puedo creer que sea tu padre. —dije anonadada, él besa mis labios.

—Ustedes ya se conocen así que dudo que se ponga pesado.

Traigo puesto un vestido beige de tiras con escote v, mitad del cabello recogido en una coleta y el resto suelto para luego dejar dos mechones de cabello afuera. Un maquillaje suave y unos tacones bajos. Arice me agarra de la mano, sudando, me guía hacia su auto y me subo algo acalorada. Él se veía increíble esta noche, quería comérmelo a besos.

—Te ves demasiado lindo, ¿Y si te aorillas y luego te monto? —propongo con inocencia. Él me mira de reojo con una sonrisa.

—Es tentadora la propuesta pero recuerdo que se debe pagar multa por exhibición.

—Uhmm tendremos que esperar a cuando termine la cena entonces. —conteste con un deje de decepción.

Él se río, soltando una carcajada vibrante, mi piel se estremece de fastidio al recordar a Jake, no puedo entender como un hombre tan despreciable puede estar como si nada en la calle haciendo daño a quién se le atraviese. Siento un leve mareo intento esconderlo retomando la conversación con Arice que quedó cortada por mi hilo de pensamientos.

—¿Por qué no me contaste que Mark era tú padre?

—Porque nunca surgió. Cuando nos volvimos novios él comenzó a viajar mucho asi que no tenía oportunidad de decírtelo, o concretar algo.

Asentí con una sonrisa, —Lo bueno de que no me lo hallas dicho es que me lo gané sin esforzarme demasiado. —admití.

—Eso es cierto, ojalá pudiera ganarme a mis suegros.

—No te esfuerces. No vale la pena que lo intentes.

—Por ti lo intentaría mil y un veces.

—Estaría agradecida, pero ya sabes mi historia así que dudó que puedas cambiar su perspectiva. Solo ven y conocen dinero.

—Eres muy diferente a ellos.

—Realmente.

Estacionó el auto frente al restaurante, me abrió la puerta y recibí su mano para poder bajar. En ese momento tambalee y caí sobre su pecho sin embargo logró captar rápidamente la caída y me sostuvo de la muñeca para cerciorarse de que estuviera bien, lo note en su expresión preocupada, sonreí débilmente.

12 Meses para empezar de cero. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora