Capitulo 17

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Jade

Dejé los flotadores en su respectivo lugar, las escaleras estaban a mi costado, ¿Quiero verlo? No, lo que necesito es devolverle lo suyo para que no me esté molestando luego. Suspiré y comencé a subir, las escaleras parecían no terminar nunca hasta que logré llegar a la puerta. No quería verlo, quería volver con mateo pero ya estaba aquí, solo es entrar darle su dichosa concha e irme.

Toque varias veces hasta que me abrieron, para mi sorpresa no fue él sino Ana. Su atuendo era muy sencillo, shorts de jean, camiseta blanca algo húmeda y no quiero saber la razón, y por último unas chanclas. Me observó algo tensa.

—Hola, Jade. ¿Pasa algo?

—Eh, no, todo bien por aquí.

—Ojala pudiera decir lo mismo.

Frunci el ceño, —¿Qué pasa?

—A Arice le ha picado una medusa.

—Eso es grave, pero, ¿Cuando, cómo?

—Hoy en la mañana fue a surfear y le ha picado, ya le hice todo el procedimiento respectivo y un médico vino a verlo.

—Eso.. Bueno, esta bien. —dije, —¿Puedo pasar?

—De hecho ya me iba, no quiere ver a nadie.

—Seguro le alegrará verme.

Río meneando la cabeza, —Me alegra que ya hayan hecho las pases, fue amable con lo que hizo, no creí que diera el primer paso.

¿Cómo que primer paso? ¿Qué sabes Ana? Frunci el ceño ligeramente, sonriendo con cierto nerviosismo, —Si, fue muy amable en haber... ¿Puedes recordarme? Es difícil recordarlo cuando es como es.

—El hecho de que te haya enviado clientela hoy, fue muy amable, me dejó sorprendida.

—A mi me dio amnesia, es que fue una obra caritativa de su parte imposible de creer.—bromee como si lo hubiera sabido.

—Bueno, te dejó.

—adiós.

Pase y cerré la puerta, seguí avanzando hasta que llegué a su habitación, estaba acostado sin camisa y unos shorts, se veía tan tranquilo mientras dormía que no quería despertarlo. ¿Qué? Debería es armar un escándalo con lo que me ha salido, bueno, no fue de todo malo pero se ha visto caritativo y con él nada es gratis, ¿Qué planeas Arice?

Abrí la puerta y se volteo.

—Larguese.

—No. ¿Cómo está? —zanje sentandome sobre la cama.

—¿Qué le importa? Váyase.

—Es tan patético, ¿Cree que voy a perder el tempo en venir aquí sino me preocupara?

Rodo los ojos, —Mire como tengo el pie. —Miré su abdomen, —Es mi pie, porque empiece por "p" no quiere decir que sea mi pene, idiota.

—Es un idiota malparido, ¿Qué me importa a mi esa vaina reproductora?

—Creí que por eso vino.

—Lo dejé muy dolido, ¿no?

—Pues si.

—Eso veo.

—Claro con tremendo pie como el suyo y pisarme quien no queda dolido.

Lo miré con los ojos entrecerrados, —Se ve asqueroso como usted.

—Ya vino a verme, váyase.

—No. ¿Qué ha tomado para el dolor?

—Quelimtapor.

12 Meses para empezar de cero. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora