Capitulo 22

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Jade.

—Hola Jade. —la voz de Jack me dejó petrificada, ni siquiera tenía su número registrado y mucho menos pensé en que me llamaría.

Tardo en reaccionar, me giro para asegurarme de que Arice no este viéndome y decido responder.

—¿Qué quieres?

—Bajale a tú tonito nena, solo quiero hablar..

—En primer lugar : no me digas nena y segundo :habla rápido que voy a colgar.—rebati molesta, odio que siga buscándome ¿No se cansa incluso ahora que se supone esta casado?

—Ya, jade, cómo es eso de que Arice es tu novio ahora. —dijo y al fijarme que Arice quería acercarse le hago una seña con mi dedo para que me dé un segundo y salgo de la casa.

—Es mi novio. Sencillo. No te debo explicaciones, ¿Eso era todo?

—A mi no me las debes, pero a él si cuando vea los videos. ¿Que pensará de ti?

—¿Crees que si lo supiera ya no te habría respondido? —suspiré, —Haz lo que quieras, no te tengo miedo.

—No es broma, Jade, ahí te envío el link.

Revise el móvil y evidentemente estaba el link, realmente no me importaban los videos, lo que me preocupaba es que Arice o cualquiera de aquí los viera y sacará conclusiones apresuradas. Siento que por primera vez tengo algo, pertenezco a un lugar, y aunque me aterra no saber cuánto durare, me da mas miedo que duré poco. Trago grueso. Este imbécil solo vino a joderme la vida, era todo.

—Ya lo vi. ¿Qué quieres? —solté seriamente.

—Quiero volver contigo. Joder, Jade, extraño los viejos tiempos enserio.. Eras la mejor. Sofía realmente me aburre, pero tú, joder, sabias como meterle diversión a todo.

Rode los ojos, —No puedo. Tengo novio.

—Bueno, pues le enviaré el link de lo que ya sabes.

—¿Podemos hablar mañana mejor? —susurro molesta.

—Veámonos en el hotel, en la suite 021, en la noche le diré a recepción que...

—No dije que habláramos en un hotel.

—Me lo pareció. Como decía, nos vemos allí, no tardes mamacita.

Colgó. ¿Qué hago? No le tengo miedo a ese idiota. Pero tampoco quiero contarle a Arice, de cierto modo me estresa que deba saber datos innecesarios de mi vida que fueron parte del pasado y que no tiene ningún sentido hacerle renombre ahora. Lo veo en la puerta y me le acercó, su cabello le cae para atrás y sus labios se ven tan apetecibles que me lanzó a besarlo al entrar cierro la puerta de una patada que resuena por toda la casa.

—Así quiero que suene la cama. —jadee en cuanto sus besos comenzaron a bajar por mi cuello.

Se detuvo para mirarme a los ojos, —No podemos, Meg esta aquí.

Mire sobre su hombro y efectivamente recordé que mi amiga se había quedado a dormir aquí por el conflicto que tuvo en la discoteca. Ni siquiera pude hablar con ella.

—Sí quieres podemos hablar afuera. —sugiere, —Tengo un sitio donde podemos estar.

Sonreí y lo seguí, no era tan lejos de mi casa. Era una especie de choza en la que dentro había una amaca y algunas tablas de surft, el sitio estaba enrejado con tablas de madera pequeña enterrada en la arena. Me mesee en la amaca, la luz de la noche era tan bonita que me arrullaba con tan solo verla.

Sacó dos latas de cerveza de una pequeña nevera que tenía reforzada con candado.

—Gracias. —dije en cuanto se sento a mi lado, —Hace rato no veo a Ana, ¿Qué hay de ella?

12 Meses para empezar de cero. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora