XVI

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Casi siempre me encontraba con la Nacha en la entrada del colegio. Era como si nos demoráramos lo mismo en llegar.

─Wena, hermana ─me saludó.

─Wena po.

─¿Fuiste el sábado?

─De pasá no más. ¿Y vo? No te vi.

─Llegué súper tarde a la casa del Alonso.

─Con razón. ¿Pasemos al baño?

Como quedaban cinco minutos para que tocaran, pasamos al baño no más, y mi mejora cerró la puerta como si quisiera decirme algo súper privado.

─¡La compás estaba en el cumple, hueón! ─me contó súper impactá─. ¡Vuelve hoy día!

─Sí sé, hueón, me la encontré en la puerta de la casa del Alonso el sábado, estaba hablando con el Fede.

─¡Y no me contaste!

─Estuve todo el día con él, sorry.

─Sí po, ya no te acordai de que tení amiga ─dijo media choreá.

─¡Na que ver! Incluso hoy día me iba a sentar con vo.

─Me voy a sentar con la Ágata ─se rascó la cabeza.

─¡¿QUÉ?! ¿POR QUÉ? ─grité.

─Era broma, ahueoná ─se empezó a reír como enferma.

─Soy maraca oh ─la miré feo.

─¿Quién? ¿Vo? Ya sabía.

─Ya sabía ─le hice burla.

─Madura, hermana.

─Vo madura primero, erí más vieja que yo.

─Soy tres meses mayor que vo no más, ¿qué hueá?

Shut up.

─Cállate vo.

─Cachai que el sábado... le di un beso al Fede ─le conté.

Ella dio un grito de emoción que me hizo saltar del susto.

─¡Cuéntamelo todo!

Le conté todo con lujo y detalle.

─¡Al fin po! ¡Congratulations!

─Grax. Oe tocaron ─me miré por última vez en el espejo y salí del baño.

La Nacha salió detrás de mí.

─El Fede te contagió lo flaite parece.

─¿Cuándo ha sío' flaite mi pololo?

─El Caquín me contó.

Puse care' 1313.

─¿Caquín? ─pregunté aguantando la risa─. ¡Uuuuuyyyyyy! ─la molesté.

─¡Oe para! Si yo odio al Joaquín, ¿ok?

─Del odio al amor hay un solo paso ─le recordé el dicho.

─El Fede y tú son el claro ejemplo.

─Ah, feo culiao. Es que no es lo mismo, este hueón era insoportable po, ¿te acordai que me pasaba molestando con la regla?

─¡Cómo olvidarlo!

─Era más bipolar... Menos mal que se le pasó, o si no, charchazo en la raja... o adelante mejor ─me reí como enferma.

─Ella po, la más ninfómana.

─Oe, si yo no voy a culiar con el Fede.

Estábamos a mitad de la escalera, y una pendeja subió justo cuando la Nacha y yo nos pusimos a hablar esos temas de adultos.

Fui una ahueoná | EDUA #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora