LA ISLA DE LAS SOSPECHAS

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- ¿Sabes?, yo conocí a un antepasado tuyo -comentó cierto demonio.

- ¿¡En serio!? - preguntó Sprigg acercándose de un salto.

- ¡Empieza a contar, monstruo! - Exigió Polly.

- Bien, pues...

Shasha aprovechó para llevarse a Anne a un rincón.

- Anne, tienes que escucharme....

- No Shasha, tu tienes que contarme muchas cosas.

- ¡Es lo que estoy intentando!, ¿Vale? - exclamó la rubita.

La tailandesa se tranquilizó y la dejo hablar.

- Mira, no me fío de Sonia ni de Marcy, ¿Vale? Marcy intento matarnos y esta tal Sonia me dejó tuerta y destrozó a Grimoso. - dijo la alemana desesperada

- Solo me fío de ti porque he visto lo que ha hecho Marcy y porque vi a aquel bicho siguiendo a Grimoso, pero si vuelves a intentar algo contra mi familia te vas a acordar, Shasha.

La rubia suspiro.

- Lo se Anne, y lo siento, pero tienes que creerme, Marcy nos va a intentar utilizar usando a Sonia para que la creamos.

- ¿Como sabes eso? - preguntó la tailandesa

- Las espiaba cuando hablaban a solas - respondió Shasha.

La morena miro con desaprobación a Shasha, pero esta se encogió de hombros.

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Andreas y Marcy ya llevaban un par de horas buscando información.

- ¿has tenido suerte, joven Marcy? - Preguntó el Tritón.

- He acabado todos los libros, pero nada - comentó la desesperada azabache.

Tendría que haberle hecho más preguntas a Sonia, ¿Como se le pudo olvidar exigir el como se recargaban las piezas. Estaba a punto de entrar en una espiral de negatividad, pero el rey interrumpió la espiral.

- ¿Como era tu vida allá? - preguntó Andreas.

- Bueno, básicamente me pasaba todo el día con mis amigas, ibamos a fiestas, las ayudaba a estudiar...

- ¡Eso suena realmente bien! - exclamó el rey.

- Si, pero no era tan bueno cuando llegaba a casa- murmuró cabizbaja la azabache.

El rey reaccionó al ver la expresión de la chica.

- ¿Sabes?, te vendría bien un moccachino- recomendó el gigante- de hecho, a mi también ¿Puedes darme uno?

Marcy hizo un gesto de cansancio y cogió las cuatro tazas que tenía a medio beber, pero se tropezó con una alfombra y cayó de morros al suelo, terminando los moccachinos en un viejo tapiz.

La azabache se levantó sobandose la dolorida nariz, cuando se dio cuenta de la Mancha y miro al rey con cara de culpabilidad.

- Ups.....

- No, no te preocupes Mar-Mar, de hecho, puede que hayas hecho un gran descubrimiento- dijo Andreas - hay una marca en la pared, ¿Podrías?....

La chica levantó el tapiz y contempló aquel botón. Decidió presionarlo, y un gran pasadizo se abrió frente a ellos.

-Vaya....

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Markus observó al rey y a la azabache entrar en aquel extraño pasadizo. Siguió a la pareja hasta una gran sala, donde la pareja se paró ante la magnitud de la biblioteca que había ahí abajo. La salamandra decidió escurrirse, pues había visto un hueco detrás de una estantería. Encontró unas escaleras y descendió por ellas.

Se asomo por la puerta y lo vio.

Aquella máquina con demasiados ojos se encontraba paseando por la sala, aterrorizando al moteado ser que subió lo más rápido posible. Cuando llegó a la sala Superior escuchó al rey hablar con la asiática, se volvió a escurrir por detrás de Marcy y Andreas y corrió por el palacio hasta encontrarse a Yunnan, con la que tropezó, ante la mirada de Lady Olivia

- ¿Que demonios te pasa, Markus?- Exclamó la general.

- Yunnan, ¿Te acuerdas de aquella vez que destapamos aquel tapiz? ¡Era todo cierto! Yunnan... ¡Todo cierto! - respondió el desesperado ser.

- No puede ser- comentó la Tritón.

El Tritón moteado golpeó la pared frustrado.

- No te preocupes, primo, tengo un plan- dijo Yunnan mirando al infinito de manera heróica.

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Grimoso se aburría en su celda, mientras pensaba sobre que le habría pasado a Shasha. Sus vacilaciones fueron interrumpidas por un ruido de metal contra metal en la ventana.

Cuando Grimoso dirigió su mirada a la ventana, se dio cuenta de que aquella Tritón de color rosa estaba serrando los barrotes.

El sapo alzó la ceja, pero la general le ignoró.

El capitán sapo dirigió su mirada al Guardia, pero se dio cuenta de que estaba aquel tal Markus riendo ruidosamente mientras el guardia se emborrachaba.

Sin previo aviso, Yunnan agarró del cogote a Grimoso y lo sacó de la celda, para luego reptar la muralla con el pesado sapo encima, noquear a los guardias y mirarle a la cara.

-¿A que ha venido eso? - Preguntó el sapo.

- No hay tiempo, tenemos que ir a por Sonia y los demás - explicó apresurada la tritón empezando a correr.

El sapo estaba increíblemente confuso.
¿Le meten en prisión y una semana después le liberan? Eso era raro, pero Grimoso no estaba dispuesto a ponerle pegas a la libertad.

- ¿Puedes explicarme un mínimo que pasa? - exigió el fugitivo.

- El rey Andreas quiere utilizar la Caja para conquistar mundos, según la teoría de mi primo.

- ¿Tan importante era esa cajetilla? - preguntó el sapo

- Ni te lo imaginas, ¿Si no porque iba a atraer a distintos demonios y seres? - respondió la general

- ¿Yo que se?.

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Habían pasado varias horas.

Un Tritón llegó corriendo donde el rey y la chica observaban aquel libro de ficción.

- ¡Majestad! ¡Grimoso ha escapado y Yunnan ha desaparecido! - exclamó el desesperado anfibio.

El rey y su acompañante se levantaron prestos.

- ¡Esto es malo! ¡Darcy, ven! - exclamó el rey.

La azabache le miro extraño.

- ¿Por que me has llamado así? - preguntó la asiática.

- Nada, nada, es el nerviosismo- dijo el rey mientras subía a Marcy a su hombro y empezaba a correr.

Marcy se durmió en el camino, y el rey se aseguró de que Lady Olivia se la llevará a un sitio cómodo. Cuando llegó se quedó observando el agujero de la ventana.

- Me temo que esto me obligara a hacer algo drástico- comentó el rey melancólico.

962 palabras.

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Desventuras de una Azabache (En Reescritura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora