En este universo alternativo de la serie de Amphibia se explora el que hubiera pasado si Marcy Wu hubiera caído en una zona un poco menos favorecedora...y con algunos cambios en la caja de la calamidad
Aquí voy a usar un Calamity con una historia como la de Sugar_Crash_UwU, así que pleno crédito a mi primera fiel seguidora, a la que le doy pleno permiso de usar a Sonia como personaje en sus historias ;)
Calamity y Sonia se conocían desde hace 1400 años.
Habían empezado siendo amigos, y Sonia había intentado desatar a su amigo de su atadura a la caja, sin exito. Sonia había intentado acompañar a Calamity despues de las horribles masacres causadas por los Reyes de Anfibilandia. Prácticamente se pasaban todo el tiempo posible juntos y conspiraban contra los Reyes.
Incluso cuando Calamity empezó a controlar los cuerpos de los encargados de la Gema de la inteligencia el demonio pelirrojo apoyó al de la caja.
Pero, en el reinado de Aldrich, la corrupción de la caja afectó a Sonia haciéndola enloquecer y recordar a lo que vino a aquel mundo, la rabiosa hibrida derrotó tanto a Calamity como a Aldrich, pero perdió de vista la caja y se retiró para no ser vista en 1000 años.
Pero ahora, ambos demonios estaban furiosos y deseosos de poder.
Sonia lo notó. Calamity había robado un cuerpo, pero no iba a permitirlo. Se levantó y salió del carro.
Anne Bounchuy la detuvo.
- ¿Adonde vas? - preguntó.
El demonio le dirigió una sonrisa a la tailandesa.
- Seguid hacia Newtopia, tengo asuntos que atender- dijo antes de usar el Shunkanido.
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Apareció donde quería, en un viejo escondite desde el que espiaba a los Reyes.
Andreas se encontraba frente a una dormida Marcy, mientras Calamity, en su cuerpo metálico, recorría la sala reclamando el cuerpo de Marcy como suyo. El rey, con lágrimas en los ojos, colocó a la dormida chica en una silla. Sonia se fijó entonces en el casco que bajaba hacia la chica. El demonio salió de su escondite directo a por el casco, pero un espadazo que casi le da de lleno la hizo desenvainar para enfrentarse al rey.
Chocaron varias veces los hierros, y mientras lo hacían, Sonia se fijó en el libro que llevaba buscando un milenio. Se escurrió entre las piernas del rey y agarró el libro, para hacer una burla y teletransportarse detrás de Markus, que reaccionó espantado.
