EL COMIENZO DEL FIN

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Yunnan y Grimoso se sentían derrotados,agotados y hambrientos, pues habían sido capturados

Había ocurrido en una escaramuza con unos cazarrecompensas, en la que la Tritón y el sapo estaban demasiado agotados como para combatir en condiciones.

De repente Grimoso empezó a cantar a gritos.

- ¡HABIA UNA VEEEEZ!

- ¡UN SAPO MUUUY GUUAPO!

- ¡EXTORSIONABA RANAAAAS!

- Y LAS MATABAAAA... ¡SI SE QUEJABAN!

- BIEEEN MUEEEEEEERTAAAASSS....

Yunnan le dio un codazo.

- Acuérdate de que Shasha y Anne van a pasar por aquí- susurró Grimoso- así que agradecería que me siguieras el rollo.

Yunnan hizo eco al bis de Grimoso, aplaudido por aquel montón de sapos cazarrecompensas.

A la octava vez, un carro se detuvo, y de el bajaron Anne y Shasha, junto a la familia de ranas.

- ¡Grimoso! - exclamó la rubia, feliz de ver a su mentir.

- ¡Comandante! - contestó el eufórico sapo.

Tras una pequeña escaramuza, Shasha liberó a Grimoso y Yunnan.

- ¿Qué haces tú con el? - preguntó la rubia a la Tritón.

- ¿que crees? Ayudando a Grimoso a montar una rebelión - explicó la general.

- ¿Porqué? - intervino Anne.

- Hemos descubierto que el rey Andreas quiere usar la Caja para conquistar otros mundos. - comentó.

Las dos chicas la miraron sorprendida.

- ¿Donde están Markus y Sonia? - preguntó Shasha extrañando a aquella salamandra que la cargó en sus espaldas.

Yunnan se encogió de hombros.

Punto de vista de Shasha.

Llevábamos un par de horas en el carro y todos se habían ido a dormir. Acababa de despertarme sudando y con ganas de vomitar, asi que salí del carro como pude y vomité un par de veces.
Todo estaba poniéndose borroso, e intenté pedir ayuda, pero la voz no me salía.
Caí al suelo de rodillas y creo que me desmayé, pues no me acuerdo de nada.

Al día siguiente me desperté después de que Grimoso me tirara un cubo de agua en la cara.

- ¿Quién ha sido? - pregunté enfurecida.

Grimoso levantó la mano como el idiota que es.

- ¿P-O-R-Q-?

Anne entró y me abrazó.

- Menos mal que estas bien, Shash- dijó

- Vale, bien, pero suéltame por favor - pedí.

Bounchuy se alejó un poco de mi.

- ¿Qué pasó ayer, Shasha? Te desmayaste fuera del famicarro - explicó Anne preocupada.

- ¿No lo sé, vale? Estoy bien - dije.

A unas órdenes de Anne, el famicarro se dio media vuelta en dirección de la gran torre de los sapos.

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El rey estaba mirando melancólicamente por la ventana cuando escucho aquella molesta y  ya conocida voz.

- ¿Andreas?

Desventuras de una Azabache (En Reescritura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora