Cuando la muerte me sonrió (Terminada)

Capítulo 13

Esa noche nos quedamos a dormir en su departamento, desperte a su lado como si lo hubiera hecho toda la vida, en realidad todos se habían quedado, tanto la banda como sus amigos, así que la tarde del primer día del año comí en el suelo de la sala rodeada de muchos chicos que solo seguían repitiendo lo que había pasado en el bar. Lucas no me había dejado sola, de hecho me había prestado de nuevo la misma ropa de la vez pasada y me dejó bastante espacio en la cama, algo me dice que realmente no durmió ahí, aun así no actuaba como si quisiera olvidar el beso, al menos yo no quería hacerlo.

Y de esa manera toda la rutina volvió a cambiar, las clases se reanudaron, las visitas al psicólogo igual, debía ir cada tercer dia lo que me comenzaba a dar una confianza distinta con ella y poco a poco me iba abriendo, con el psiquiatra comencé a ir dos veces al mes, a él solo le decía lo que quería escuchar para que me dejara ir. Digamos que termine tirando por el retrete todo menos los cigarrillos, esos costaron demasiado para que terminen drogando a las tortugas ninjas, pero ya es un gran avance según mi psicóloga.

Comencé febrero con la mejor actitud, mis calificaciones han subido, después de clases me paso por el trabajo de Manuel y al menos nos hemos pasado tres fines de semana saliendo con los chicos, mi chofer debe llevarnos, pero no le hace de niñera, nos deja en los lugares y luego va por nosotros, a veces simplemente nos quedamos con Loki en el departamento viendo películas, logramos que Lucas viera todo Harry Potter. Mis padres a tenido que volver a sus rutinas en el trabajo, pero ya no son lo que eran antes, al menos esta vez van a verme cuando llegan, con Lucas aún estamos en un proceso extraño, no somos novios de manera oficial, pero las llamadas no han parado, me ayuda con algunas de las tareas, sin contar que hay mensajes todo el día, aunque cuando es horario escuela y trabajo son un poco menos, pero continuamente me manda fotos de lo que está haciendo cuando se aburre y en algún momento yo también lo comencé a hacer.

Se siente extraño esa conexión, no tengo con qué compararlo, a la única persona que llegue a querer más que a mi fue a Mia, pero no se compara en nada, ella solo era mi amiga, mi hermana, Lucas es diferente, se siente diferente, es como un lugar seguro, a donde pertenecer y hay tanta paz que ahoga. Mia era Mia.

Y hablando de Mia, la ultima vez que me atrevi a ir al cementerio el idiota estaba ahí limpiando, cambio las flores en incluso puso un nuevo peluche. Terminé enfrente de él, hablamos y terminamos nuestras diferencias con un cigarro, no somos amigos pero al menos ya puedo estar en la misma habitación que él sin quererlo asesinar y eso sí es un gran avance, de todas maneras no somos los mejores amigos.

Justo ahora me encuentro en clase de matemáticas, debíamos hacer unos triángulos con círculos y ángulos raros en parejas pero como Aarón es un maldito genio en la materia prácticamente yo solo escribí el procedimiento mientras él hacía todo. En la última sesión con mi psicóloga me dio un cuaderno para apuntar ciertas cosas y solo lo llené de dibujos, de alguna manera estoy escribiendo algo, solo que al estilo de hombre de las cavernas, aunque realmente esos dibujos eran para manifestar y no para registrar.

—¿Por qué debemos quedarnos si ya terminamos? —pregunte jugando con mi pluma.

—Porque aún faltan veinte minutos de clase.

—Podrían dejarnos ir, ya terminamos, ¿Qué más quieren de nosotros?

—Debemos cubrir toda la hora de clase.

—Pero ya...

—Pero ya terminamos —termino de decir por mi, dejo el libro que leía en la mesa y levantó la mano, la maestra lo vio y le dio la palabra —. Profesora, ¿podría dejarnos salir antes? Es que debemos ver lo de una presentación de biología.

—Claro, solo no olviden que deben hacer la página ciento cincuenta y dos de tarea —respondio la señora amargada sonriéndole, se me olvida que el idiota es el favorito de los maestros.