Capítulo 15

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Ninguna persona salió herida, en realidad nada en niveles catastróficos pasó, solo fue el champagne tirado sobre las extensiones que provocaron el corto circuito y la terminación de manera inmediata del evento.

Había despertado sobre mi cama, la cabeza me dolía, el mundo daba vueltas y mi celular no paraba de sonar en bucle. No quería saber nada del mundo, sabía que era muy mala idea ir al evento en esas condiciones pero Manuel insistió demasiado. No hable con Lucas en toda la noche y realmente había querido abrazarlo cuando dieron la noticia, pero aún tenía un poco de sustancias en el cuerpo y aun no podía sentir remordimiento por lo que había pasado.

Me levante cuando Loki comenzó a lamerme la cara, como pude llegue al espejo y la chica que había comenzado a hacer había desaparecido, busqué en el cajón de tampones algo que me levantara los ánimos, pero ya no había nada, termine sacándolo de su lugar y aventandolo contra la puerta, Loki soltará un chillido del otro lado, me tire en el piso y arrastrándome hasta el inodoro me meti los dedos a la boca hasta vomitar, cuando ya no había nada más que soltar, baje la palanca dejando ir mi malestar e imaginando que cada cosa mala que había hecho se fuera con todo eso.

No sé cuánto tiempo pasé allí adentro, pero cuando salí el mundo parecía más opaco, Loki se quedaba a mi lado como si tuviera miedo a que me cayera, pero era un cachorro no podía sostenerme, en realidad nadie puede sostenerme. En mi cama estaba mi teléfono vibrando, lo tomó por inercia cuando la pantalla volvió a su lugar, desde la pantalla de bloqueo vi cientos de mensajes y muchas llamadas perdidas pero ninguna de Lucas, lo había arruinado todo, desde el momento que no le respondí los mensajes, ni las llamadas, ni lo había querido ver y luego esto.

Las voces habían llegado de golpe y ya no había nada para callarlas, bueno sí que había, aún estaban las pastillas que mis padres guardaban, las misma que me iban a dar o me dieron ese día, no lo recuerdo en este momento, pero el problema era justo ese, estaban en el cuarto de mis padres, no sabía donde y no quería generar un desorden que llevara a otra cosa. El celular volvió a sonar y esta vez sin ver quien llamaba conteste.

—Ya lo sé Manuel, lo arruine anoche y no necesito que me marques mil veces para recordarlo —dije sentada en el piso con la espalda recargada en la base de la cama.

—No soy Manuel.

—Lucas.

—Emma.

Un silencio inundó todo, no sabía que decir, no esperaba que fuera él.

—Debemos hablar y no voy a aceptar un no por respuesta —su voz sonaba neutra, no podía percibir ninguna emoción.

—No hay nadie en mi casa hoy, ¿te veo a la una?

—Te veo a la una.

Colgó sin más, sin despedidas ni sus chistes recurrentes, mire la hora en mi celular, once y media, debía arreglarme porque él no merecía verme así, por lo que como pude regresé al baño para darme una ducha rápida. Cuando salí busqué ropa cómoda, parecía un vagabundo bañado, pero ya era algo.

Pase a buscar las pastillas al cuarto de mis padres, curiosamente estaban entre el maquillaje de mi mamá así que solo me robe una y deje todo como estaba, sé que no es buena idea meterme medicamento luego de todo lo de ayer, pero seguía sin importarme, regrese a mi habitación a recoger las cosas que habían sido tiradas la noche anterior, hoy no estarían los trabajadores o mis padres, los primeros porque era el día de descanso y los segundos porque habían salido de emergencia a la oficina, así que nadie nos molestaría.

Me quedé en la sala mirando el televisor, Loki estaba sentado en el piso pegado a mis pies, la casa estaba en silencio, el ambiente se sentía tranquilo y de repente la habitación se sentía demasiado grande. Puse la pastilla en mi boca y me la pasé en seco, el tiempo se hacía cada vez más lento, comenzando a arrepentirme de invitarlo.

Cuando la muerte me sonrió (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora