22-Hormonas

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Las hormonas vivían en el cuerpo de volkov, aunque la niñas ya tuvieran un mes y medio el seguía igual de bipolar que el primer día después de el nacimiento de las niñas.

Aunque había vuelto a trabajar desde casa, firmando y revisando cosas sus cambios de humor la mayor parte del tiempo le complicaban centrarse en una cosa a la vez.
Justo como en ese momento, Horacio estaba en el sofá sentado y dándole el biberón, relleno de leche de viktor a nuria, mientras volkov estaba sentado en una de las sillas de la cocina trabajando y alimentando a marie, nada raro a simple vista, el albino se levantó de repente despertando a Marie y le miró llorar. —A si la bebe.
Camina hasta el salón y la pone en el sillón a la niña ante la atenta mirada de Horacio que no entendía qué estaba pasando, ¿Porque se había levantado así y le había hecho llorar?

—Voy a salir. —Como si leyera sus pensamientos el ruso habló. —A ver a Alexander.
—Bueno... ¿Te acompaño?
—No. —Ante esa respuesta los celos invadieron al francés pero suspiro, solo eran amigos, amigos y ex pareja dudaba mucho que pasara algo entre ellos dos, viktor estaba muy bien con él.
—Okey te esperamos aquí entonces. —Respondió con una sonrisa logrando un asentamiento de cabeza de comisario el cual ya se había puesto en marcha a la habitación para cambiarse de ropa.

Tras quitarse el pijama y ponerse una de sus camisas y pantalones de traje junto a sus amados zapatos salió de la habitación, recogió sus cosas y salió del departamento, por suerte su búlgaro vivía en el mismo edificio y llegaría rápido a la casa de este.

Entró en el ascensor y pulsó el botón del piso donde vivía su compañero de vida, acompañado de la música características de la caja de metal llegó al piso. Salió y caminó hacia el departamento para tocar la puerta, sin éxito. Aunque se escuchaba ruido del otro lado, la hoja de madera no era abierta, así que volvió a tocar el timbre volviendo a tener el mismo resultado que segundos atrás.
Se alejó de la puerta y se agachó para tomar la llave de recambio de debajo del felpudo que adornaba la entrada de el departamento de ivanovv, agradece que su ex pareja fuera tan olvidadizo.

Abrió la puerta y entró para pocos segundos después cerrar la misma con lentitud, escuchando más claramente que estaba pasando, su ex pareja estaba follando con alguien. No sabía que tenía pareja, fue el pensamiento que corrió por su cabeza en ese momento mientras caminaba hasta el salón, se quedaría a esperar a que terminaran de follar y así conoció a la novia o novio de su amigo.
Se sentó en el sofá y tomó su teléfono, jugaría algunas cosas mientras tanto.

Pocos minutos después de la puerta que separaba el salón de la habitación salió su ex pareja, con simplemente unos calzoncillos y un rubio que conocía muy bien, demasiado bien, uno de los padres de sus hijas.

Levantó la mirada y en cuanto vio a los recién llegados a la habitación abrió los ojos en grande. —¿Qué cojones? ¿Conway sabe de esto?
Ante esas preguntas los ojos de los hombres fueron a su rostro y soltaron una risa. —Jacky se está dando una ducha. —Respondió Gustabo dejando todavía más confundido al padre, el de ojos azules simplemente se encogió de hombros y se puso una camiseta para caminar hasta la cocina.
—¿Cómo has entrado vik?
—La llave debajo del felpudo... Pero a ver ¿Como que Jack está en la ducha? ¿Qué coño habéis hecho? —Le interrogó tras guardar su teléfono en su bolsillo.

—Follamos. —La respuesta salió de los labios del búlgaro mientras se sentaba al lado de su ruso. —¿Y tú qué haces aquí?
—S-Solo quería estar un rato contigo... No quería enterarme de que mi ex que estaba muerto pero en realidad no y los dos padres de mis hijas estaban follando. —¿Como debía reaccionar ante eso? ¿Les felicitaba o se ponía a llorar? Gracias a las putas hormonas se la pasaba llorando, pero ese no era el momento de llorar.
—Lo dices como si fuera malo que nos divertimos. —Respondió de manera simple el hombre mientras se estiraba un poco, aunque sus acciones se detuvieron al ver como grandes lágrimas caían por las mejillas de el ojos azules. —¿Qué pasa?

—Nada. —Se levantó de el sofá y le dio la llave para rápidamente salir del departamento, dejando a ivannov sin entender lo que había pasado ¿Acaso era malo disfrutar de dos hombres? Aunque pensándolo bien él también había disfrutando de los mismos hombres, no juntos pero eso eran detallitos.
—¿Que pasó? —El superintendente salió de el cuarto de baño y observó a su amante. —No se estaba viktor y se fue llorando. —Le explicó sin entender y se levantó para acercarse a conway.

Volkov por su lado había decidido subir corriendo por las escaleras mientras lloraba hasta la planta donde su hogar se encontraba, aunque seguía sin saber porque lloraba, suponía que era raro encontrarse a tres de las personas más importante en su vida follando, además sabiendo que uno de ellos era su ex pareja con el que había pasado más de 5 años y los otros dos polvos que le había ocasionando dos bebés. Tras subir unos cuantos escalones más se dio cuenta de lo que había pasado y el porqué de su llanto, solo estaba celoso de que su ex novio se hubiera buscando no solo un novio si no dos con los que se le veía bastante contento, aunque ¿Quién no lo estaría tras follar con alguno de esos dos hombres?

Así llegó a la planta donde estaba su departamento, con el aire escapando de sus pulmones y sabiendo que las lágrimas que no paraban de recorrer sus mejillas eran cosa de celos.

Al llegar a la planta cayó de rodillas al suelo y comenzó a besar el mismo, subir corriendo tres pisos mientras lloraba no era lo más recomendable, sentía que su vida se acabaría si hubiera tenido que subir algún piso más.
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1027 palabras

La verdad no tenía ni idea de que escribir con este tema

Unidos por un error (Volkacio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora