31-Cumpleaños feliz

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Sin que ninguno de los dos padres se dieran cuenta las niñas habian crecido, tenian 12 años ambas y aunque fueran gemelas no se parecían en nada la una a la otra, Marie era una niña alta, la mas alta de su clase, con unos labios iguales a los de el jefe de la ciudad y un caracter similiar a este, su cabello gris heredaro de su padre caia mas alla de sus hombros y unos grandes y bellos ojos de color azul completaban el bello rostro de una de las chicas mas lindas y listas de el colegio.

Su hermana Nuria por su parte aunque con el pelo grisáceo lo tenía lleno de mechas de colores, gracias a su padre Horacio el cual quería que fuera feliz y ella lo era con el cabello de colores, sus ojos marrones y cubiertos por las gafas que indican que estaba bastante ciega, sus labios eran pequeñitos a comparación de los de su hermana, media algunos centímetros menos que Marie y por el contrario de la mayor los estudios no eran su fuerte, ella prefería el arte, se pasaba horas y horas dibujando e investigando nuevos objetos para dibujar.

Viktor y Horacio estaban muy orgullosas de las pequeñas, aunque fueran tan diferentes como el dia y la noche eran amadas profundamente, ese dia era el cumpleños numero 13 de las chicas, las cuales llevaban semanas tachando los días en su calendario, ansiosas por ese dia, solo se cumplian 13 años una vez en la vida y ellas le iban a celebrar en grande.

Marie con permiso de sus padre invitó a todos sus amigos que eran la mayoría de alumnos del colegio al que asistían, se la iban a pasar en grande ella y todos sus amigos en su treceavo cumpleaños.

Nuria por su parte también invitó a sus amigos que se resumian en dos, un chico un poco gordito llamado Ramon que era quien le acompañaba a todas parte y le ayudaba con su tare siempre que no la trajera; y una niña con una enorme sonrisa que la menor de los Volkov Perez adoraba, los tres juntos eran considerados los raros del colegio, aunque su hermana  tuviera un montón de amigos, la de mechas de colores prefería no pertenecer a el grupo de su hermana, ella estaba muy bien con sus dos amigos hablando de arte.

El día del gran cumpleaños de las niñas había llegado, la hora era a las 5 de la tarde en el departamento donde habitaban, ambas se vistieron lo más bonitas que podían con las prendas que habitaban en su armario.

La mayor, Marie se había puesto un muy lindo vestido de color rojo que sabia que le sentaba bien y unos zapatos planos de el mismo color, estaba preciosa y esperaba aprovechar esa ocasion para declararse al chico que le gustaba, el cual había invitado a su cumpleaños.

Nuria por su parte y recordando las palabras de su tío Conway se había puesto una camisa blanca y una corbata que había robado del armario de su padre, junto a una falda lapiz de color negro, logrando que sus padres vieran en ella a una mini Michelle cosa que les encantó.

—Preciosas las dos.—Les halago el francés mientras acaba de colocar bien su cresta frente al espejo de la entrada, los años no habían sido en vano por él y arrugas habían aparecido por su rostro, aunque estas fueran marcas que su esposo amara, se habían casado hacía algunos años y su matrimonio es feliz y lleno de locura por parte de los dos más alegres de la familia Nuria y Horacio que aunque Viktor no lo dijera en voz alta amaba las locuras que se le ocurría a padre e hija juntos.

—Gracias papa.—Respondió la menor mientras se hacía una coleta alta dejando dos mechones delante las cuales remarcaban su lindo rostro.
Marie tomó una de las sillas de la cocina y la acercó a la puerta de entrada al departamento, donde se sentó segundos después, iba a esperar a sus amigos seguro llegaban muy rápido ¿Quién no vendría a su cumpleaños? Exacto nadie.

La puerta fue tocada en cuanto el reloj marcó las 5 de la tarde, logrando que de un salto la de pelo gris se levantara de la silla y abriera la puerta con una sonrisa, la cual se transformó en mueca al observar a su primo Jason junto a el trío que eran sus padres.

La familia recién llegada entró al hogar y les dio a cada una un paquete, donde venía el regalo que el niño había elegido para las gemelas, para nuria unos rotuladores y para su hermana unos cosméticos que había encontrado por la tienda, el primo sabía bien que le gustaba a cada una de las hermanas.

Los regalos fueron desenvueltos con una sonrisa en sus rostros. —Gracias primo los míos se acabaron y necesitaba nuevos.—Agradeció la artista de la familia observando todo los colores que el paquete traía.
La chica mayor también agradeció en voz baja mientras se volvía a  asentar, seguro que sus amigos llegaban pronto, sus amigos y el chico que le traía loca.

La puerta volvió a ser tocado algunos momentos después, siendo al instante abierta por Marie la cual al observar los invitados que habían llegado no pudo hacer más que una mueca en su rostro, los amigos raros de su hermana había llegado, el gordo de Ramon y Evelyn la cual se veía desde lejos que sus intencione con su hermana no eran de simplemente amistad.

—¡Chicos!—Grito Nuria al observar a los recién llegados los cuales abrazo con fuerza, aunque sabía que ellos iban a llegar le hacía muy feliz que de verdad estuvieran ahí.

Los regalos le fueron entregados con rapidez y abiertos por la de pelo teñido, ellos la conocían muy bien y le han regalado un maniquí para que siguiera practicando postura y unas acuarelas cosas que le encantaron.

Tomó la mano de sus amigos y los arrastra hacia el salón donde sus padres habían colocado vasos junto a bebidas y algunos picoteos hasta que la tarta llegará.

Los minutos fueron pasando uno tras otro y los amigos de Marie no se presentaban, ella era muy popular ¿Porque no había venido nadie a su fiesta  de cumpleaños.

No fue difícil para Volkov darse cuenta de lo que pasaba, una de sus hijas no tenía invitados, así que se acercó con cuidado a ella y le puse una mano en el hombro. —No va a venir Marie… aunque duela ellos no van a venir.—El espíritu serio y sin dar vueltas del ruso no había cambiado después de tantos años.

—¿Por qué?

—No lo se hija, pero vamos al salón anda, quizá comer algo y abrir nuestros regalos te consule un poco además ya queda menos para la tarta.—Le intento animar mientras la niña se levantaba de la silla triste, iba a pasar su cumpleaños con los raros amigos de su hermana y su primo.

—Venga pedir un deseo.—Les pidió el francés mientras sostenía la tarta, los minutos habían pasado y aunque la mueca en la cara de su hija mayor no había cambiado se había suavizado un poco, cosa que agradecian.
—Tener amigos que vengan a mi cumpleaños.—Susurro Marie mientras soplaba las velas.

Por suerte en su cumpleaños número 14 su deseo se cumplió, aunque fueron pocos invitados eran sus amigos.

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Se acabó aquí el month esperó que lo hayan disfrutado mucho, nos vemos en otras historias.

Unidos por un error (Volkacio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora