Capítulo 3

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Independence - Blue.D

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Era consciente de que algún día tendría que participar en las temporadas sociales, su madre ansiaba que este día llegara, por eso no entiende porque su pequeño sigue dormido tan tarde. 

-Cariño, despierta. Hay que prepararte y entrenarte. Hoy tenemos el baile de presentación.

- ¿Entrenarme? Ya sé que hacer, cerrar la puerta de la habitación con llave, traer lo que necesito antes de que lleguen los invitados y listo. No es difícil. - Su respuesta a sido rápida, por eso se levanta a cerrar las cortinas nuevamente y tirarse a la cama suave con sabanas de seda color verdoso. 

- Taehyung...

-Madre, por favor, déjame dormir. Ya sé que hacer, es lo mismo cada año. - Aún sigue tan dormido que apenas es consciente de lo que está diciendo, no está listo para ponerse a pensar en lo que realmente se refiere su madre. Aún no bebe su taza de té para estar 100% despierto.

- Suficiente. Arriba. - Una vez más las cortinas se abren, dejando que el sol interrumpa su vista y su sueño. - Ya es momento de presentarte a sociedad. Eres suficientemente mayor para esto. Lo aplacé desde que tenías 13 pero ya es hora. Estas a nada de cumplir 20 años y no está bien que sigas sin un Alfa a tu lado. Levántate, el agua aún está caliente para que tomes un baño y las mucamas te esperan para la llegada del sastre. Tu traje está listo y es hora de probártelo. 

Ahora si no puede protestar, necesita escapar rápido y esconderse hasta que sea el día siguiente. No quiere asistir a ese baile, no desea ser presentado en sociedad ante esa gente de alta clase que solo lo miran como alguien que proveerá herederos. Alguien que debe quedarse en casa y seguir las órdenes de su Alfa. No es su mundo, no quiere eso para él, su padre tampoco lo querría. Pero su madre si se ha criado en educación londinense y todas esas tradiciones son importantes para ella.

-Madre, ¿me das un minuto a solas? quiero relajarme, estoy nervioso. - Por supuesto que está mintiendo, solo quiere una excusa para pensar claramente su jugada, y a veces se siente mal por la ingenuidad de su madre que parece nunca darse cuenta de que su hijo le miente. Se emociona cuando ambas mucamas y su madre abandonan la habitación. Apenas y tiene tiempo de cambiar su pijama y ponerse zapatos, ya ha escapado por la ventana y haciendo señas de guardar silencio a los jardineros. Conocen bien al Amo Taehyung, es alguien tan extraordinario que simplemente no pueden evitar cubrirlo. En poco tiempo ya se ha escabullido en el verdoso campo repleto de árboles, encontrando a su caballo donde los ayudantes del granero siempre lo dejan para él.

Solo tiene a un lugar donde ir, por eso trata de cabalgar lo más rápido posible hasta el hogar de Jungkook, quién justamente sigue empacando obsequios que mandará en su embarcación hasta su natal corea.

- ¡Jungkookie! - Se escucha el grito de Taehyung desde la entrada principal. Ha llegado agitado, temblando de las manos y claramente en ropa interior. Si que está loco, piensa Jungkook, quitándose el abrigo para que al menos pueda cubrirse algo. - Tienes que esconderme, por favor. - Esta de rodillas frente a él, uniendo las manos y dando reverencias que, en vez de sentirlas como insulto a su cultura, solo le ocasionan ganas de reírse.

- ¿Que está pasando en tu hogar para que necesitas esconderte en el mío? - Jungkook le hace señas para que lo siga hasta el salón central, donde hay un tapete y una mesa pequeña en el centro. - Esto es el tatami del que te hablé la otra vez, siéntate. - Taehyung no es tonto, claro que no, por eso espera a que Jungkook se siente primero y copia sus acciones para poder hacerlo correctamente el también.

-Madre dice que es hora de presentarme en sociedad, claramente yo estoy negado a hacerlo, pero ella y sus creencias me van a volver loco.

- ¿Y qué piensas hacer? No podrás esconderte para siempre. - Jungkook continúa su labor de envolver regalos y escribir cartas para sus amigos. - Podemos pasar el día hoy, escabullirnos en los muelles si gustas, de todos modos, tengo que llevar esto a mi embarcación. 

- ¡Ya se! - Grita Taehyung eufórico, señalando los paquetes en la mesita. - Puedo huir en tu barco.

- Estás demente, una cosa es esconderte y otra muy distinta a huir. Además, no puedo autorizar que subas a ese barco, ¿Qué vas a hacer en corea? No conoces la cultura, las costumbres, mucho menos a personas allá. 

- ¡Pero no será para siempre!, solo hasta que termine la temporada social. O unos días, las costumbres dictan que no puedo unirme a mediados de temporada, así que unos días está bien. Tarde o temprano sabrán que estoy aquí y ya será demasiado tarde.

¿Por qué hay algo en su ser que no le permiten negarse? ¿Por qué ese sentimiento de querer apoyarle en sus locuras? Tal vez porque ese chico grita Aventura en todo su esplendor, porque la continuidad de los días jamás serán aburridos si esta junto a él. 

- No me hagas esos ojos, no voy a poder negarme.

- Por favoooooor, te lo estoy pidiendo con el corazón en la mano. - Algunas lágrimas resbalan por sus mejillas rosáceas, y sabe que está totalmente perdido y rendido a los pies de ese chiquillo travieso y rebelde.

- Ugh, está bien. Pero necesitas ropa y dinero, la embarcación sale a medio día, inventemos algo. Te daré una carta para mi amigo Namjoon, él y su omega te ayudarán y te darán asilo.

- ¿No vas a venir conmigo?

- No lo sé, ¿Tú que crees?

-Creo que deberías venir, es solo unos días ¿No? 

- ¿Qué pensarán los demás?

- ¿Cuándo me ha importado lo que dicen los demás?

💐

Por supuesto que no está orgulloso de haberle mentido a su madre, pero todo era por una buena causa. Ha usado la excusa de que Jungkook quería acompañarle al pueblo por algunos presentes, y a escondidas, junto con la ayuda de los jardineros, ha tirado maletas por la ventana y montado al carruaje en el que "pasearían" por el pueblo. Ha dejado una carta sobre su cama, y un ramo de claveles blancos como disculpa. Sabe que no está bien haber mentido así, escapado así, pero si no lo hacía su futuro estaría en juego, y sobre todo su libertad. No quería ser atado a alguien, no quería ser el adorno de alguien más. Si participaba y le unían en matrimonio con alguien que no amaba, sería como estar muerto en vida. 

Su futuro dependía de él y solo de él.

Y un poco de Jungkook que le estaba ayudando con su locura.

Jamás pensó que la embarcación de Jungkook fuese tan grande, había demasiadas personas ayudando a subir los presentes y los muebles, además de algunos mercaderes que Jungkook había adquirido para importar sus vendimias.

-Disculpa la cantidad de víveres y obsequios, espero no sean una molestia.

-En lo absoluto, es admirable que lleves todas estas cosas para tus amigos.

-Te lo agradezco. Me inspiraste cuando me llevaste al salón de té que pensé abrir uno en mi país. Por eso las mesitas y los juegos de té. - Señala las cajas de madera reforzadas, donde ahora sabe que se encuentran muebles y otras pertenencias.

-Señor, estamos listos para irnos. Todo está en el barco y bien reforzado.

-Bien, levanten las anclas y bajen las cortinas, vámonos. 

Es hora de la aventura.

Clavel BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora