Capítulo 49

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Narra Dani...

-¡Es ella! -Dije mientras tiraba una revista de la Cuore en la mesa haciendo un ruido estruendo. -Os lo juro, es ella.

-Vamos Dani, déjalo ya, no es ella, sólo son imaginaciones tuyas. -Me decía Nerea levantándose de la silla. -Aquí lo pone claro, Lissa Oveau representante de la revista Vogue, se lleva el oro de los Premios Televisivos del Periodismo Americano a su redacción.

-Tiene razón, Dani, se llama de otra forma y aunque por mucho que se parezca, no lo es. -Me contestaba Patricia.

-Nunca la encontraremos, es imposible. -Decía Alberto serio y a la vez desilusionado.

-¿Porqué lo pensáis? Nada es imposible. -Estaba enfadado conmigo mismo, la dejé ir y ahora empiezo a pensar que nunca la volveré a ver, pero estoy seguro, la de la revista es ella.

-A mi me ha dejado plantado, yo la sigo queriendo pero no entiendo porqué lo hizo... -Dijo Alberto.

-¿Esque nunca vais a confiar en mí? -Les regañé. -¿Nunca vais a tener una esperanza, aunque sólo sea una poca, de encontrarla?

-Lo siento... -Nerea se marchó de la sala.

-Dani, nunca pierdas la esperanza, como yo. -Patricia me tocó el hombro y también se fue.

-Lo siento tío... -Alberto me abrazó y siguió a Patricia.

Me quedé pensando ¿y si es ella?
No iba a rendirme hasta encontrarla.
Empecé a buscar información sobre Lissa Oveau, tenía que saberlo todo de ella, lo sé, parezco un loco pero por amor todo es posible.

Me pasé como dos horas delante del ordenador buscando y buscando, anotando cosas y datos y guardando fotos. Encontré los siguientes datos:

-Lissa Oveau es una prestigiosa redactora de una de las revistas más importantes de Estados Unidos. Su nombre completo es Elissabeth Oveau, nacida en Francia en la década de los 80. Actualmente vive en Nueva York, Central Park con su hija pequeña Dakota, de ocho años y medio.

Y ahí me di cuenta, todo encajaba.
Helena siempre había tenido una pasión por los libros, de ahí la redacción, Helena no había nacido en Francia, pero sí estuvo allí durante bastante tiempo, Helena estaba preocupada después de la fiesta de Dessirée, digo, Lunna, lo que significa que desapareciera del hospital hace justo ocho años y medio.

Estaba claro, era ella, con otro nombre, pero lo era.
Sólo necesitaba un billete de avión, iría allí y hablaría con ella, todo se arreglaría ¿no creéis?

-Empezaré a prepararlo todo. -Dije mientras salía de la sala.

Narra Helena (Lissa)...

-Oh Hermione, ¿no es increíble? -Le decía mientras admiraba el precioso trofeo de oro que había en la estantería.

-Lo es... -Decía ella sin aún creérselo.

-Oh vamos, ¿otra vez mirando ese trofeo? -Decía Sarah mientras pasaba con una pila de cajas en los brazos.

-Ehh, no desprecies al famoso trofeo que habita en la más limpia y reluciente de nuestras estanterías. -Le regañaba Phoebe.

-Vale, vale. -Decía Sarah riéndose, que volvía a pasar delante de nosotras pero sin la pila de cajas.

-Ei Sarah, ¿para qué son esas cajas? -Le preguntaba Rennata mientras se comía un bombón de chocolate. Sí, habíamos cojido bombones por nuestra victoria bien merecida.

-Ah, son unos paquetes que acaban de traer, no sé que son. -Dijo ella mientras se sentaba.

Entonces Phoebe y yo nos levantamos y dejamos de admirar el precioso trofeo para ir a mirar lo que había en las cajas.
Phoebe abrió una caja y se sorprendió.

-Ehh, ¡hay libros!

-¡Y pétalos de flores! -Dije yo entusiasmada.

-¡Aquí hay nubes de azúcar! -Dijo Rennata.

-No hay nada mejor que celebrar una victoria con cosas dulces y tranquilas ¿no? -Escuchamos decir desde la puerta. ¿Quién...?

Todas miramos hacia allí y no sabéis quién era, ¡Lunna!

¿No era que estaba muy liada?

Fui a abrazarla pero Dakota, que estaba jugando con sus muñecas en una parte de la redacción se adelantó.

Pequeños Recuerdos「JD」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora