¡Pipipiii!
-¡Es la hora! -Dije levantandome de la cama. Hoy iba a ir a la playa con Jesús. ¡Por fin, sola, sin ningún problema por el que preocuparme!
Me puse una de mis camisas favoritas, era azul y me quedaba grande, bastante grande, pero la amaba. Cojí unos calcetines blancos por debajo de las rodillas y me los puse. Me faltaban las gafas, pero, no las encontraba, ahora sólo me las ponía de vez en cuando, pero hoy tenía antojo de ponerlas. Las estuve buscando un buen rato, y decidí ir a por ellas abajo, aver si estaban. Entré en la cocina cuando Daniel estaba desayunando.
-Daniel, ¿has visto mis gafas?
-¿Te refieres... A estas? -Me decía mientras cogía las gafas de la encimera.
-Sí esas. -Fui a recogerlas.
-Ah ah, si las quieres... ¡Cogelas! -Dijo mientras empezó a correr hacia el salón.
-¡Danieeel! ¡Dámelas yaa porfaa! -Decía yo mientras iba corriendo detrás de él. -¿Daniel, dónde estás? -No le veía ¿cómo podía haber desaparecido así de repente? -¡Ahhhhhh! -Sentí que alguien me cogía de la cintura y me llevaba a su espalda. -Daniel bájame yaa. -Le decía mientras subíamos las escaleras, ¿a dónde vamos?.
Llegamos a mi habitación, me tapó los ojos y me acercó a la ventana.
-¿Ves aquella caseta de playa? -Me dijo señalando la arena.
-Sí, la veo.
-Atenta. -Me dijo. Y de repente, se abrió el techo y empezaron a salir globos de colores. No sé como, pero aquello me sacó una sonrisa.
-Pequeñas cosas que alegran las mañanas... -Dijo mientras me sonreía. Y entonces, fue cuando le abracé.
-Gracias. -Le dijo en un susurro.
[...]
Sabía que Jesús ya estaba en la playa, asique cogí mis cosas y bajé, Daniel y Patricia vendrían más tarde.
Iba por el paseo cuando veo a Jesús allí sentado en la arena con una cesta. No quise armar ruido para darle una sorpresa.
-¿Quién soy? -Dije tapándole los ojos.
-Una hermosa persona. ¿Acerté verdad?
-¡Sí! -Dije mirándole a la cara. Me senté a su lado a comer.
-Mmmm, huele bieen. -Dije cuando abrió la tapa de la cesta.
-Son bocadillos de tortilla, receta de mi madre jajaja. -Me dio uno.
Cuando acabamos de comer, empezó a venir alguna gente, al final, no es tan desierta, ya que tenía caseta de socorrismo, heladería, baños, etc...
Vimos que Patricia y Dani llegaban por el paseo.
-¡Holaa! -Dijo Patricia con su bolso en la mano.
-Ho-hol-aaaa. -Decía... ¿Creo que Dani? ¡No se le veía con tanto trasto que llevaba en las manos!
-Patricia guapa, podrías coger un poco de carga eh. -Dije con sarcasmo.
-Bah, a la vuelta. -( No pilló el sarcasmo. )
-Eei, ¿Qué tal si nosotros nos vamos a bañar mientras vosotros comeis algo? -Dijo Jesús.
-Perfecto. -Dijemos los tres.
Fui con Jesús hasta la orilla del mar.
-¡Quien llegue el último es toontoo! -Dije yo corriendo a toda prisa. Me metí debajo del agua, dejé que ésta acariciase mi cuerpo. Cuando salí del agua, no vi a Jesús. -¿Jesús? ¿Donde estás?...
Jesus seguía allí en la orilla, no se movía del sitio. Salí del agua y fui junto a él.
-Jesús, ¿te pasa algo?
-No me acordaba, te-tengoo fobia al maar. -Estaba petrificado.
-¿Enserio? Mira, yo te ayudo y así te puedes bañar conmigo ¿vale? -Le dije para tranquilizarlo. Le cogí por los hombros. Estaba en frente de él.
-Ahora, cierra los ojos. Vale, piensa en lo más bonito del mundo...
-Entonces, tengo que pensar en ti. -Dijo sonriendo.
-Caallaa jajajaja. Aver, concentrémonos. Esa cosa hermosa, está dentro del mar, tienes que ir pisando poco a poco la gelatina del suelo y de mi mano, y sin darte cuenta, ¡ya está!
-¿Ya está? -Dijo mirando a su alrededor. Estábamos metidos en el agua.
-¡Gracias! Tú eras la cosa hermosa, enserio. -Me cogió en brazos y... Me besó en pleno mar.
*** NARRA PATRICIA ***
-Oye, ¿Qué hacen esos dos? -Le decía a Daniel mientras observaba a Jesús y Helena en la orilla.
-Ni idea. -Dijo Dani mientras se quitaba las gafas para ver mejor.
Me acurruqué en el torso de Dani, era tan suave...
-Bebé, te quieroo muchoo. -Le decía mientras le besaba la mejilla.
-Yo también Helena...
-¿¡Helena!? -Dije enfadada.
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Pequeños Recuerdos「JD」
FanfictionLo conocí como Daniel, me despertó de un sueño. Dicen que todo siempre acaba volviendo, de alguna manera u otra; que todo pasa, que todo sucede y que lo surrealista quizá pueda ser verdadero.