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La observé atentamente mientras ella hacia una especie de torniquete alrededor de la herida con la bala aún en el interior, y me pregunté porqué demonios no estaba corriendo lejos de aquí. El pedazo de tela blanco comenzó a teñirse de rojo pero no de una manera exagerada lo que significaba que aún conservaría los litros de sangre en el interior de mi cuerpo. Otra cicatriz a la colección. Su mirada se detuvo en los tatuajes de mi brazo pero la desvío inmediatamente en cuanto notó que la miraba.

-¿Ahora si vas a correr?.- Pregunté recargándome contra la pared otra vez.

-Eso depende. No sé si estoy más segura aquí o allí fuera.- Murmuró jugando con sus dedos ahora ligeramente ensangrentados.

-Aquí desde luego. A menos de que quieras tratar con otro tiroteo y un montón de idiotas borrachos.- Me encogí de hombros maldiciendo enseguida por la punzada de dolor que me recorrió.

El sonido de mi teléfono hizo que dejásemos de mirarnos fijamente y no tarde en buscarlo en los bolsillos de mi chaqueta. El nombre de Dave resplandecía en la pantalla y no dude en atenderlo, necesitaba sacar aquella bala que mi hombro o me traería consecuencias.

-¿Dónde jodidos te has metido?.- Preguntó entre susurros desde el otro lado en cuanto atendí la llamada.

-Sono ferita-Dije sabiendo perfectamente que el entenderia- Siamo nel fienile sul retro. Vieni in fretta, prima che lei possa fuggire.

Traducción: Estoy herida. En el granero de atrás. Ven rápido, antes de que ella pueda escapar.

-Entiendo. Estaré allí enseguida.- Contestó antes de cortar la llamada.

-Aún estás a tiempo de escapar. Pero te aseguro de que iré por ti dentro de poco.- Murmuré dejando de lado en móvil.

Ella sólo se mantuvo estática a unos cuantos pasos de mi sin moverse y sin pronunciarse palabra alguna. La puerta del granero fue empujada y Dave apareció en nuestro campo de visión seguido por Samantha, me puse de pie con algo de dificultad.

-¿Cómo demonios te alcanzó una bala?.- Preguntó el pelinegro y lo fulminé con la mirada.

-Estuve en medio de un tiroteo maldito idiota.- Gruñí llevando una mano a mi hombro que aún tenía el torniquete- ¿Revisaron el lugar?

-No hay más que hombres muertos por todas partes. Dos escaparon pero mike fue tras ellos. Sólo quedan algunos del equipo de Maxwell, alguien lo envió en modo de advertencia.- Dijo Samánta tomando del brazo a Lena para hacerla caminar fuera del granero.

-¿Quién?

-Lionel.- Contestó Dave y apreté mi mandíbula al oír aquel nombre.

-Ese hijo de puta no se rinde. Debemos hacerle entender quién es el que manda en la ciudad, es nuestro jodido monopolio.- Tomé nuevamente mi teléfono marcando rápidamente mientras volvíamos aún en penumbras hasta la casa.

-¿Kara?.- La voz del moreno resonó desde el otro lado.

-Más vale que hayas cogido a esos bastardos, necesitamos información y Lionel una advertencia.- Dije en un rugido antes de finalizar la llamada- Ahora Dave llévala de regreso a su encierro y tú Samantha quita esta maldita bala de mi brazo.

La casa estaba vacía con botellas de alcohol, cigarrillos y bolsas con drogas regadas por todos lados. Winn y James se había encargado de todo aquello, también se había desecho de todos aquellos cuerpos que habían caído tendidos por el lugar. Manchas de sangre y orificios en las paredes y muebles eran evidencias del tiroteo y dejaban el recuerdo. Gruñí cuando sentí la pinza de metal hurgar entre mi carne y maldije con los dientes apretados en cuanto Samantha tiró fuertemente de ellas hacia atrás sacando la bala de mi brazo.

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