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-¡Lex!.- Exclamé dejando atrás la camioneta y a la ojiazul para correr a los brazos de mi hermano al otro lado de la gasolinera desierta.

-No sabes cuánto te he extrañado.- Susurró en cuanto estuve refugiada entre sus brazos con el rostro hundido en su pecho- ¿Estás bien? ¿Te han hecho daño?

-No. Estoy bien, no me han lastimado.- Murmuré con un nudo en la garganta dejando escapar algunas lágrimas.

-Tienes quince minutos.- La voz rasposa de Kara se oyó tras nosotros y mi hermano le lanzó una mirada asesina a la chica recargada contra la camioneta negra.

-No tienes que hacer todo esto Len. Sólo depende de ti y te libero de las manos de Maxwell.- La atención de lex recayó sobre mi otra vez y yo le di una media sonrisa.

-Quiero hacer esto. Necesito respuestas por parte de Lionel y sólo él podrá dármelas y dejarme realmente satisfecha. Tienes que entenderme.

-No me pidas eso.- Dije en un susurro bajando la mirada- Permíteme hacer esto.

-¿Y si sales lastimada?.- Preguntó alzando un poco la voz- ¿Qué se supone que haga? Tu, Eve y Laura són lo  más importante que tengo en la vida Lena. Y no sé qué haría si las llegó a perder.

-Nada malo va a pasarme. Ellos aseguraron protegerme de cualquier peligro si tú acatas sus órdenes.

-¿Y quien te protege de ellos?.- Solté un suspiro guardando silencio.

No importa lo que yo dijese para tranquilizarlo, él iría en contra de mis palabras con tal de hacerme cambiar de opinión y llevarme de regreso a casa.

-¿Por qué siempre eres tan terca?.- Preguntó pasando sus brazos por mis hombros y atrayéndome en un abrazo aún más fuerte que el anterior.

-Eso me hace especial ¿Recuerdas?.- Reí contra su pecho y el acompañó en el acto.

-Es hora de irnos Lena.- Me aparte suavemente de mi hermano y depósito un beso en su mejilla antes de regalarle una media sonrisa.

-Adiós Lex. Dile a Andrea que estoy bien y dale un gran beso a Laura de mi parte ¿Si?

El castaño asintió y con demasiado esfuerzo logre alejarme de él para caminar de regreso al auto en donde la ojiazul ya aguardaba tras el volante. En cuanto cerré la puerta del coche, ella dio marcha atrás para dejar el estacionamiento de aquella estación de servicio y yo no pude apartar la mirada de mi hermano mientras nos alejábamos. Reprimí los sollozos que amenazaban con escapar de mis labios pero no pude contener las lágrimas que se deslizaron por mis mejillas de manera silenciosa. Mantuve la mirada en mis manos sobre mi regazo intentando ocultar mis lagrimas de Kara pero una vez más me sorprendió llevando tímidamente una de sus manos a las mías.

-No llores Lena.- Su voz parecía más suave que de costumbre- Cuando encuentres tus respuestas y Maxwell concrete los negocios que necesita volverás a casa lo prometo.

Levante mi mirada para verla intentando disimular mi sorpresa, ella seguía con la vista clavada al frente y en cuanto notó mi mirada sobre ella apartó su mano de las mías rápidamente volviendo a adquirir aquella actitud fría y despreocupada de siempre.

¿Por qué diablos tenía que actuar así?

...

El ambiente estaba frío y podía oír a través del silencio las goteras de agua en las oxidadas cañerías del lugar. Tomé otra calada de mi cigarrillo y expulse en humo a los segundos después sintiendo como todo mi cuerpo se relajaba. La luz era muy tenue pero las luces de la ciudad a la distancia ayudaban un poco a dar algo de luminosidad a la habitación.

MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora