Ella no conocía la otra faceta de su novio, siempre estuvo cegada ¿por qué desconfiaría de su primer amor?, hasta que llego él a poner su mundo de cabeza.
Adriana; dueña de una de las cadenas de hoteles más reconocidos en todo Europa.
Kenneth, con u...
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Adriana
Hoy quise agarrarme el día libre, pero al medio día me llama mi asistente el señor Moull porque me necesitan en el hotel, a pesar de yo no ir a trabajar, el si fue por si necesitaban algo y al parecer si necesitan algo. Tal parece un cliente llegó borracho gritando mi nombre.
Estoy vestida con un pantalón corto y una camisa ancha con unos tenis blancos, solo me hago un moño y me voy al hotel.
Al llegar veo que esto está peor de lo que imaginaba, están todos los de seguridad en el restaurante donde al parecer es el problema.
-Eres el amante de Adriana ¿verdad? Por eso estás aquí ¿cierto? – No tengo que ver a la persona para saber quien es – eres un pobre diablo, ella se aburrirá de ti y buscará a otro de su misma clase, que sepas que a ella le gusta jugar con los pobres imbeciles como tú – que carajos le pasa a este idiota – ella me cambio por ti y ahora hasta te da un mejor puesto en su hotel, mientras que a mi no me da nada.
-Ale vamos a casa, esto no vale la pena – le dice As.
-Puede estar muy borracho y todo lo que quiera pero le pido que respete a la señorita Fiori – dice Kenneth.
-O si no ¿que? – le responde Alejo – ¿vas a golpearme? dale ven.
-Que pasa aquí, cual es el espectáculo que formaste aquí Alejandro, mi hotel lo respetas y a mis trabajadores también – esto es el colmo – Si no te calmas llamaré a la policía.
Esto está mal, esta dejando mi hotel por el suelo.
Ya me imagino los titulares de mañana.
Últimamente no reconozco al que se supone es mi novio.
-Ahora estás defendiendo a tu amante, no puedo creerlo dijiste que no me cambiarías – me está dejando mal, porque se a puesto a llorar – tienes a este pendejo trabajando en el restaurante, no que era tu asistente – ya me perdí.
Observó a Kenneth y esta vestido con el uniforme del chef principal << ¿Que está pasando aquí? para que mi asistente esté vestido así >>
-Señor Moull, me puede explicar el ¿por qué está vestido así? – Kenneth se pone rojo al instante y me evade la mirada – ¿señor Moull?
-Esto señorita Fiori, como sabe estuve todo el día en la oficina y llamaron para avisar que el chef principal no asistió hoy y venían unos clientes VIP a almorzar entonces yo me ofrecí a ayudarlos – esto no puede ser verdad.
-¿Donde está el remplazo del chef principal?
-Tiene días que no viene señorita – responde el encargado del restaurante.
Por qué me pasan estas cosas a mi.
Ya todo a seguido su rumbo y nosotros estamos dentro de la cocina. Alejandro está siendo agarrado por Astrid y es que si no fuera por ella estaría en el piso.
-Saben que les pondré una sanción ¿verdad? – y no mentia, a pesar de ninguno ser el culpable, ese es el protocolo – Al chef principal y al remplazo se le descontará el día de hoy al igual que ustedes – señaló a Kenneth y al encargado – retirence – ellos se van y me volteo a mirar ha Alejandro – Astrid retírate tú también.
Después que ella se va me acerco donde está mi novio – Me puedes explicar ese show que acabas de hacer – el solo me mira y se que no me responderá porque está ha nada de dormirse.
Llamo a los de seguridad para que me ayuden a llevarlo a mi automóvil y lo montan en la parte trasera del vehículo.
Al llegar a casa tengo que sacar fuerzas de donde no tengo para llevarlo a mi habitación ya que es la única recámara con cama, Ale no siempre se queda aquí, porque a mi suegrita no le gusta que el duerma afuera de su casita.
-Alejandro ve a darte un baño – trató de levantarlo y solo se mueve -Ale
-Adri mi amor, ven aquí – trata de besarme, pero yo le aparto la cara – quiero un beso.
-Ahora no Alejo – el me agarra y me tira a la cama quedando el encima de mi – quiero que te quites Alejandro – comienza a besarme y yo trato de esquivarlo, en otro momento lo dejaría, pero apesta a alcohol – Déjame.
-Adriana quiero hacerte mía ahora – yo solo quiero que se aleje de mi – amor tengo semanas que no te toco.
-Pues este no será el día, bájate y vete a bañar – el me agarra del cabello y comienza a besarme el cuello, mientras que su otra mano busca el comienzo de mi camisa – apártate si no quieres que comience a gritar Alejandro – pasa de largo lo que le estoy diciendo y continúa.
-Ya no quieres que te toque, que tú asistente lo hace mejor – comienza con sus disparates, gracias a Dios se quitó de encima – te vas arrepentir de todo el dolor que me has causado – No se si es el alcohol o el siempre a sido así.
Alejandro me está mirando con odio y rencor.
-Véte a bañar por favor, iré hacer un caldo para que se te baje la borrachera.
Voy a la cocina, comienzo hacer el caldo y cuando termino lo sirvo.
Estoy poniendo la mesa, cuando baja Alejo ya cambiado, nos sentamos a comer en silencio; hasta que el habla.
-Amor discúlpame por todo lo que te dije e hice, sabes que no era yo, era el alcohol – ya no se que pensar.
-Está bien, solo no lo vuelvas hacer nunca mas – es mejor evitar una pelea a estas alturas.
-Vamos a acostarnos, mañana yo lavo los trastes – vamos hasta mi habitación en donde me cambio para poder dormir cómoda .
-Amor, ¿quieres salir conmigo a cenar mañana? – estamos acostados, el mirándome y yo mirando al techo – prometo que no se me pasará bebe, mírame.
Volteo a mirarlo y le respondo – Esta bien, solo no me quedes mal de nuevo – comienza a besarme y yo me siento tan ajena que detengo el beso – Amor estoy muy cansada y tengo sueño, ya duerme – el pone su brazo encima de mi estómago y la deja ahí.
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