32 | SEDA y BROTE

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Contra todo pronóstico hecho por Trigal, atravesaron el poblado de los Beta, sin ningún tipo de problemas

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Contra todo pronóstico hecho por Trigal, atravesaron el poblado de los Beta, sin ningún tipo de problemas.

Durante el recorrido se detuvieron varias veces porque el blanquito tenía dudas sobre el mapa que la mujer había dibujado. Idas y venidas, hicieron que el trayecto fuera más tedioso y largo de lo esperado.
Ya caía la noche cuando divisaron las luces de un caserío. Eran muy poquitas viviendas y la entrada al bonito paraje estaba protegida por dos hombres.

Trigal se descolgó de su pulka y se arrimó a los guardias.
Sialuk hizo lo mismo y se le adelantó.

—Déjame hablar a mí, Trigal, por favor.

Se acercó a los hombres, y con voz calma les dijo:

—Buenas noches, disculpen que irrumpamos a esta hora. Pero confundimos los caminos y…

Los hombres lo miraban con desconfianza y se interpusieron frente a él con autoridad.

—¿Quiénes son ustedes, y que los trae por acá?

Sialuk se inclinó ante ellos y respondió:

—Mi nombre es Sialuk, del Portal de Los Gritos. Estoy buscando a… a m-mi mi familia. ¿Conocen esa aldea? ¿Podrían indicarnos si estamos lejos de ella?

Los guardias se miraron entre ellos, descreyendo lo que el malamute les decía…

En ese momento, percibió en el aire el aroma de un alfa que se acercaba.
Un hermoso animal de pelaje gris llegó hasta ellos.
Krasnyy bajó del trineo de un salto y corrió hasta ellos. Trigal quiso detenerlo.

—No te acerques al lobo, Krasnyy.

La nariz de nieve del rojo, olfateaba al alfa con descaro.

El animal gruñó cuando el siberiano se arrimó a su trufa.

—Kras, detente —le gritó su alfa— ¿Qué ocurre?

—Es igual a ti, Luk. No es un lobo. Es un alaskan malamute.

Sialuk miró a los guardias.

—¿Entonces, este es el Portal de Los Gritos? Por favor, respóndanme. Soy uno de ustedes.

Sacó las dos medallas de su bolsillo y luego de observarlas con detenimiento, los dos guardias, hicieron una reverencia de noventa grados ante el joven.

El alaskan alfa, recién llegado, aulló largo y sentido. Se dirigió directo a Sialuk y le habló con voz poderosa.

—Cambia de forma —su solicitud era una orden.

Luk obedeció y frente a ellos, se manifestó el hermoso animal que lo habita.

Trigal nunca antes, había visto el inua del alaskan, exteriorizarse. Había presenciado la mutación de Krasnyy frente al oso, ahora la de Luk, y si bien él sabía que, ninguno de ellos dos, eran lobos, jamás imaginó que ambos especímenes fueran tan bellos.

KRASNYYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora