4 | NIÑO MAGO

121 17 2
                                    

—Desata mis trenzas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Desata mis trenzas.

—¿Qué?

—Que desates mis trenzas, Sialuk.

Antes de que el alaskan comenzara a hacerlo, Krasnyy clavó una mirada de alfa dominante y musitó

—No hay vuelta atrás después de esto.

—¿Me hablas con voz de mando, Rojo?

—Sí —le contestó Krasnyy, desafiante con una media sonrisa.

—No me hables así pequeño, no puedes hacerlo, yo soy el alfa guardián de.....

—Bla, bla, bla.... —Interrumpió el pelirrojo— Entre perros no vamos a estar pulseando a ver quién es más «alfa» ¿Verdad, Luk?

El malamute no salía de su asombro.

—No sé por qué te preocupas si ya sabes que no soy un alfa.
Tú bien sabes que soy un omega de caramelo, Lukie.
Apenas soy un perrito que mueve la cola cuándo está feliz.

Sialuk no podía dejar de sonreír frente a este chico tan, tan... cuál era la palabra... ¿Dual?

—No eres un perrito, Krasnyy, eso lo sabemos los dos.

—Lo sé, a veces soy una perra... —Su voz sensual fue un mensaje directo a la entrepierna de Sialuk que arremetió contra la boca de Krasnyy quién recibió entre jadeos, los labios del alaskan, para fundirse en un beso húmedo y profundo.

Sin separar sus bocas, Sialuk desató las trencitas del siberiano.

—Estoy tocando tu cabello —le dijo lamiendo la comisura de los labios de Krasnyy.

—Yo te lo pedí, Luk. Eso implica mucho entre mi gente. Estoy brindándote la oportunidad de estar juntos. ¿Quieres aparearte conmigo esta noche?

—¿Aparearme contigo?

Krasnyy sintió eso como un rechazo.

—Perdón, estoy siendo muy directo... no, no, si no quieres no tenemos que hacer nada —Krasnyy de un salto se puso de pie y comenzó a irse...

Sialuk le tomó la mano y lo obligó a sentarse nuevamente.

—¿A dónde vas, Rojo? ¡Qué impulsivo eres! Déjame explicarte. La palabra que usaste me llamó la atención. Nosotros no la usamos. Somos híbridos, sí, pero en nuestra forma humana usamos otras palabras para referirnos al encuentro entre dos personas.

—Es sexo —refutó Kras.

—Sí, claro que es sexo, pero... se aparean los animales, y ahora mismo nosotros dos no lo somos.

—Y cuando estás en celo ¿Cómo le llamas al desenfreno sexual, «Hacer el amor»? —el husky hacía comillas y gesticulaba con voz burlona.

—Jaja, qué bonito eres.
Cuando entro en celo, tengo sexo desenfrenado, sí, y me encanta. No hago el amor, creo que nunca le he hecho el amor a nadie, pero tampoco diría que me apareo cual animal...

KRASNYYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora