Rompiendo rituales

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La puerta se abrió de golpe haciendo que Rosé despertara de sopetón y en total confusión. 

- ¿Se puede saber qué haces? ¡Casi me matas de un infarto! - su amiga entró en la habitación con un carrito cargado de ropa.

- Ayúdame a elegir un outfit. Jennie me ha mandado una foto - lanzó el teléfono a Rosé que comprobó la fotografía. Jennie llevaba un hermoso vestido de lunares color azul acompañado de una chaqueta vaquera y su cabello castaño suelto. Rosé miró a Jisoo con una sonrisa en los labios.

- Vaya... ¡Qué rápido avanzas! - sonrió con burla.

- ¿Quieres cerrar tu bocota y ayudarme? - la rubia giró los ojos y se dispuso a iniciar su ritual para levantarse de la cama. - Nada de rituales, ¡te necesito ahora! - Rosé procuró levantarse lo más rápido que pudo tropezando en el intento y cayendo sobre el carrito de la ropa. Una fuerte carcajada de Jisoo inundó la habitación y una visible fastidiada Rosé salió vestida como ET.

- Ni una sola palabra - dijo la rubia entregando un vestido a su amiga.

Rosé no supo cuántos modelos probó Jisoo hasta que finalmente se decidieron por un vestido negro sin mangas acompañado de una chaqueta de cuero negra. "Casual pero impactante" había descrito Jisoo mientras se miraba al espejo.

Rosé miró el reloj y todavía eran las 7 de la mañana. Agradeció la impaciencia y nerviosismo de su mejor amiga porque gracias a eso podía ducharse y prepararse con tranquilidad. Unos vaqueros negros, una camiseta corta negra y un jersey negro largo que acompañaba a sus playeros blancos, fue la ropa que eligió para ir a clase. "Cómoda y nada impactante, perfecta para no llamar la atención" pensó.

A las 7:45, Rosé tomó las llaves de su coche y tiró de Jisoo arrastrándola a la puerta para evitar que intentara cambiarse por trigésimo sexta vez.

- Estás preciosa, seguro que Jennie lo nota. - dijo la rubia a su amiga intentando tranquilizarla.

- No sé por qué me pongo tan nerviosa. Vamos es solo una chica que conozco desde ayer.

- Lo sé.

- Sí, pero ayer nos quedamos hasta las 4 de la mañana mandándonos mensajes y... no sé... me sentí tan cómoda.

- Wow... despacio velocista. ¿Hasta las 4 de la mañana?

- Sí... ¿es raro?

- No lo sé. Yo... nunca me he escrito con nadie.

- ¿Qué hay de mí?

- Hablo en el sentido romántico.

- ¿Qué hay de mí? - Rosé rodó los ojos haciendo reír a su amiga mientras tomaba el desvío.

- ¿Qué dice el gps? Ya estamos en el SoHo. - preguntó a la pelinegra.

- Es ahí Rosie. ¡Ahí está Jennie! - Jisoo se alisaba las arrugas del vestido y se acomodaba el pelo ante la atenta mirada de Rosé.

Estacionaron delante de la morena y ambas se bajaron del vehículo para saludarla.

- Wow... esta zona es preciosa. - Jisoo admiraba la calle y el edificio que estaba detrás de la morena.

- ¡Hola chicas!

- Hola Jen - saludó Rosé con la mano. - ¿Estás lista?

- Sí, solo... Espero a mi hermana. Es una tardona. - Ambas chicas asintieron. Jennie se acercó al timbre del portal y volvió a hacerlo sonar.

- ¿Sí? - la voz acompañó a una risita.

- ¡Como no bajes ya, te juro que subo y te bajo de los pelos! - Jennie volteó a mirar a sus nuevas amigas totalmente ruborizada. - Ejem... - tosió un poco.

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