No soy normal

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La semana había transcurrido normal. Lisa se recuperó perfectamente de sus heridas y, como era costumbre, compartían el descanso entre clases juntas.

- Me gustaría pagar mi comida de alguna forma y las molestias.

- No es ninguna molestia para mí traerte algo de comer Rosie, me gusta pasar este tiempo contigo. - sonrió.

- Por favor... a mí me gustaría...

- ¿Puedo cobrar esto en otro momento? - preguntó - Ya sabes, un favor por otro - la rubia la observó un segundo y luego asintió.

- Lo que quieras.

- ¿Segura?

- Sí, claro.

Rosé notó cómo los ojos de Lisa brillaban y una enorme sonrisa se dibujaba en ese perfecto rostro. Quiso decir algo más, algo más ingenioso que la hiciera sonreír más o que hiciera que esa sonrisa perdurara en sus labios para siempre, pero no encontró palabras.

- Gracias Rosie - la mano de lisa acarició suavemente la suya. Un escalofrío agradable recorrió todo su cuerpo. Retiró su mano suavemente y apartó la mirada de Lisa.

- ¿Por qué? - susurró.

- Por este momento. - sintió la suave mano de Lisa levantar su mentón obligándola gentilmente a mirarla a los ojos.

Ambas se miraron fijamente hasta que el timbre que anunciaba el final del descanso arruinó ese momento. Rosé lamentó no poder retroceder el tiempo y empezar de nuevo. Quería decir algo, o sonreír, o quizá dejar un beso sobre su mejilla como Lisa hacía siempre, pero ya no podía.

- Tengo que irme. -  Observó cómo Lisa recogió las cosas y sujetó su mochila acercándose a Rosé que cerró los ojos a la espera del cálido contacto de sus labios sobre su mejilla pero nunca llegó. Abrió los ojos para encontrarse con Lisa a milímetros de ella. El corazón de Rosé se disparó. Solo había tenido a un par de personas así de cerca de ella y no se había sentido nada cómoda. Pero ahora... ahora... - Te... ¿te gustaría ir conmigo a un sitio? - preguntó. Rosé asintió sin aliento para hacer salir una palabra. - ¿Puedo venir por ti a la salida? - Otro asentimiento. - Te veo luego entonces, Rosie. - los labios de Lisa besaron la punta de la nariz de Rosé y se alejó rápidamente cuando las voces de algunos estudiantes anunciaban su entrada en el aula.

El color rojo de la cara de Rosé no pasó desapercibido por Jisoo quien sonrió ante su mejor amiga cuando llegó a su lado.

- El rojo te queda perfecto - rio burlonamente.

- ¿Qué? - Rosé volvió a la realidad.

- Tu cara, combina con tu cabello rubio. ¿No te has planteado mantenerlo? Te sienta bien.

- Cállate. - se limitó a decir mientras golpeaba con su cabeza el pupitre y se quedaba allí.

- Oye Rosie, no entiendo muy bien qué está pasando. Pero no estás actuando muy normal.

- El problema es ese... - dijo sobre su pupitre.

- No te oigo.

- Dije que el problema es ese - se incorporó en su asiento. - No soy normal. Y a estas alturas Lisa estará pensando que soy una completa idiota que no sabe hablar.

- ¿Lisa?

- ¿Cómo voy a ir a algún sitio con ella si no me salen las palabras? ¿Cómo voy a hacerlo sin ordenar todo lo que está a mi alrededor? ¿Cómo voy a estarme quieta si cada cosa que veo fuera de lugar me irrita? Ella claramente no sabe nada de eso, solo ha visto pequeñas cosas y aun así... Aun así me ha invitado a acompañarla a quien sabe donde... - volvió a estampar su rostro contra el pupitre.

In My HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora