8 DE AGOSTO DE 1987
Hace unos minutos que han llegado del parque sudados y cansados y, aunque Chan ha estado la mayor parte del tiempo dirigiendo la mirada a la ventana de su casa, pudo distraerse un poco gracias a sus hermanos.
Se encontraba bañando a Jeongin con la tina llena y, mientras le lavaba el cabello, el menor jugaba con sus muñecos y el agua.
— ¿Te lo has pasado bien en el parque?
Jeongin asintió con la cabeza entretenido jugando.
— Podemos ir mañana otra vez.
El pequeño asintió de nuevo. Chan suspiró.
— A veces me gustaría que hablaras más.
Jeongin le miró por unos largos segundos y después volvió a lo que estaba haciendo antes.
— La mujer del teléfono es muy amable —dijo en tono bajo (normalmente hablaba así).
Chan paró de enjuagarle el cabello y su corazón empezó a acelerarse. El teléfono fijo (el único que tenían) se rompió días atrás con aquella llamada misteriosa, y Chan todavía no lo había arreglado.
— El teléfono está estropeado —le explicó, pero el pequeño ni se inmutó. Chan empezó a asustarse, pues en esa casa estaban pasando cosas muy extrañas—. Jeongin, escúchame, si vuelve a llamar esa mujer, no lo cojas.
De repente, escuchó un ruido en la habitación de al lado, la de sus padres, como si algo hubiera caído al suelo. Pensando que eran los mellizos jugando, salió del baño asomándose al pasillo.
— ¡Niños, tened más cuidado! —exclamó desde el umbral de la puerta en dirección a dicha habitación.
Para su sorpresa, Felix se asomó desde el salón en el lado contrario.
— Pero si solo estamos viendo la televisión —contestó encogiéndose de hombros.
Chan le dio un vistazo a Jeongin antes de dirigirse a la habitación de sus padres, pero antes de cruzar esta puerta, la del baño se cerró de golpe. Corrió asustado agarrando el pomo de la puerta y girándolo, pero parecía atascado.
— ¡Jeongin! —gritó aporreando la puerta en un intento de abrirla.
— ¡Chan hyung! —gritó desde dentro, después pudo escuchar unos chapoteos, fuertes golpes contra la tina y a Jeongin toser en repetidas ocasiones.
— ¡Abre la puerta! —golpeó la dicha usando su cuerpo.
Los mellizos, al escuchar tal escándalo, fueron hacia allá y preocupados miraron como el mayor estaba desesperado por abrir la puerta.
— ¿¡Qué está pasando!? —preguntó Jisung preocupado.
Chan estaba demasiado ocupado para responder, pero viéndolo tan abrumado y los gritos de Jeongin desde el interior les asustaron a ellos también, tanto que Felix comenzó a llorar tapándose los oídos.
— Sácalo de ahí —sollozó Felix cerrando los ojos con fuerza.
— ¡Hyung! —gritaba Jeongin.
Un golpe más y Chan logró abrir la puerta a causa de romper el pomo de la misma. Se encontró a Jeongin bajo el agua de la bañera chapoteando por salir de ella. El mayor se agachó y metió los brazos para agarrarlo, y es como si una fuerza tirara de él. Sin embargo, logró sacarlo completamente y cayó al suelo con el menor en brazos mientras tosía y escupía el agua que había tragado.
— Ya ha pasado, estás bien, estás bien —repetía Chan una y otra vez para tranquilizarlo, aunque más bien era para calmarse él mismo.
Los mellizos estaban en la puerta mirando atónitos.
— Ha sido un accidente —dijo para tranquilizar a los mellizos, quienes no paraban de llorar agobiados—. Venid aquí —extendió uno de sus brazos y pronto ellos dejaron salir sus sollozos como los niños pequeños que eran y se acercaron a sus otros dos hermanos para abrazarlos.
— ¿Jeongin se pondrá bien? —preguntó Felix.
— Solo ha tragado un poco de agua, como vosotros cuando os ponéis a jugar con las olas grandes de la playa.
— No quiero volver a bañarme solo —lloriqueó Jisung—. ¿Me bañas, hyung? —pidió haciendo un puchero.
— ¡A mí también, por favor! —suplicó Felix.
— Sí, claro que sí —asintió repetidas veces, y luego volvió a unir el abrazo—. Nunca dejaría que les pasara nada.
Que tengáis un buen día <3
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𝐄𝐎𝐌𝐄𝐎𝐍𝐈 ━━ 𝐒𝐊𝐙
ParanormalChan y su familia se mudan a una nueva casa. Pronto a él y sus hermanos menores empiezan a vivir sucesos extraños. ›› Portada hecha por @Haraboji29