Capítulo 5

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Dulzura y sol

21 de junio de 1913; Alojamiento y desayuno de Blueblossom, Horizont Alley, Distrito Mágico de Londres

Había que decir que había mucha verdad en el dicho de que incluso las situaciones más difíciles aparecían más brillantes y menos tensas a la luz del sol de la mañana después de una noche de sueño profundo.

Bueno, en el caso de Harry, noche y mediodía sin tener que cuidar a Teddy, el bebé en las cuidadosas y excelentes manos de Rosie la elfa doméstica, durmió quince o dieciséis horas sólidas.

Con todo el trauma por el que había pasado el día anterior, que solo había comenzado con un viaje en el tiempo, no podía decir que no lo necesitaba.

Desmayarse alrededor de las seis de la tarde solo para despertarse alrededor de las diez de la mañana siguiente dejó a Harry descansado, renovado y listo para comenzar a lidiar con su situación en lugar de seguir la corriente.

Después, usó desesperadamente el baño para vaciar su exigente (en realidad gritaba) vejiga, y se apuró a comer las tostadas y el té que su nueva niñera dejó en la mesita de noche.

Harry no se estaba engañando a sí mismo.

Había pasado suficiente tiempo con Kreacher, Dobby y especialmente con Winky para saber que aunque aparentemente había conseguido que Rosie cuidara de Teddy cuando Harry no podía, ella se haría cargo de cuidar de Harry tanto como cuidará al bebé.

Si no más, ya que no era probable que Teddy dejara de dormir por una noche porque se dejó atrapar por la investigación o se saltó las comidas por accidente.

Que incluso con una Oclumancia rudimentaria como la que Harry poseía, la mente de uno comenzó a archivar y descartar recuerdos e información para una mayor claridad de pensamiento también ayudó, aunque no estaba ni cerca de tener la capacidad de recuperación y memoria casi perfecta de un verdadero Oclumense como Snape, todavía.

Lo cual si quisiera mantener su verdadera identidad y situación en secreto (que era una de las advertencias de ser un viajero en el tiempo y tenía mucho que ver con el secreto involucrado en las leyes del Viajero en el Tiempo), definitivamente necesitaba asegurar sus escudos mentales antes de entrar a Hogwarts en el otoño.

No sabía cuándo, precisamente, el profesor Dumbledore había aprendido Legilimancia y mucho menos cuando comenzó a usarlo en secreto en el cuerpo estudiantil, pero no se arriesgaba a nada.

Si el actual Dumbledore estaba más cerca del joven que pensaba que gobernar a los muggles como señores benignos era una gran idea o si el manipulador titiritero realmente no importaba.

Ninguna de esas iteraciones o lo que sea que haya surgido entre los dos era un hombre al que quería tener paseando por su cabeza, muchas gracias.

No estaba feliz de haber sido absorbido por el pasado y de que todo su... todo se volteara al revés y del revés, pero cuando giró la cabeza ante el arrullo de Teddy y vio al bebé acostado en la segunda cama de la habitación boca abajo- Mientras pasaba el tiempo con Rosie, la elfa doméstica, haciendo bailar luces brillantes ante sus ojos fascinados, pensó que podían haberle pasado cosas mucho peores gracias a un artefacto que estaba activo en lugar de inerte.

Teddy golpeó la cama con las manos, plantó la cara y su cabello se puso rojo brillante por la indignación y Harry enterró la cabeza entre las manos y se rió cuando Rosie enderezó al bebé y lo hizo girar sobre su espalda con un chasquido de sus dedos.

Sí, podría haber sido mucho peor, especialmente con un bebé de paseo.

***

"¿El Maestro Harry va al Banco?" Rosie preguntó después de que Harry se limpió, comió y alimentó a Teddy al mediodía, mirando a los ojos que, como siempre, cambiaban a la esmeralda brillante de Harry, que en realidad combinaba bastante bien con el cabello turquesa feliz del bebé.

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