𝘗𝘳ó𝘭𝘰𝘨𝘰

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Cuarto de primaria, una niña común, corriente e insignificante  en el salón de clases, si común se le puede llamar a llamativas orejas de gato en mi pequeña  cabeza y una sin ánimos de presumir gran inteligencia para mi corta edad.

A decir verdad no recuerdo con completa claridad que materia estábamos aprendiendo en ese momento pero suponiendo lo fáciles que eran en aquel entonces no creo que halla sido algo muy primordial para esta historia, lo que si les puedo asegurar con toda la certeza del mundo que es primordial y diría yo que lo más importante de esto; son los tres alumnos que llegaron aquel día de verano al aula de 4°A, en especial él, él castaño claro,de estatura baja,ojos amielados y a primera impresión ego alto.
¿Qué si me gustó desde el primer momento en que lo ví?No,definitivamente no,y no porque él chico no fuese lindo,sino por el contrario,era tan lindo que para la Abi nerd de 10 años siquiera la idea de que alguien se fijará en ella sonaba ridícula.No tenía chance con nadie y menos con él que desde el primer día se volvió popular entre los niños y niñas del salón y muy prontamente de una basta parte de la escuela. ¿De qué servía hacerse inútiles ilusiones sobre algo prácticamente imposible para una niñita con expectativas del primer amor demasiado estúpidas? Mejor era olvidar la existencia de aquel pequeño futbolista y en general de cualquier otra persona que le llegase a llamar la atención.No era como que pudiera llegar a tener una bonita relación de cuento de hadas con aquel niño,¿No?, Pues no, adivinaron, definitivamente está historia, mi historia, no se le acerca ni en lo más mínimo a un cuento de hadas con un "y vivieron felices para siempre" dónde los protagonistas no son separados por nada ni por nadie, sino por el contrario, una donde el final para uno de los dos terminaría antes de que siquiera se pudiese haber predecido.

𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐟𝐮𝐢𝐦𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora