Estaba nerviosa, era mi primera navidad como novia de Ángel Iván, lo sé, era apenas una niña de 11 jodidos años, pero ahora que lo veo en retrospectiva si no hubiera comenzado a salir con él desde entonces, mi tiempo junto a él de forma romántica hubiera estado bastante recortado...No era navidad, pero era el día en que lo festejabamos en la escuela, así que era lo más cercano a ello. La tan esperada posada navideña escolar; un día divertido para cada uno de los niños, para mí lo era pero no como para terminar echa insomnio de emoción, sin embargo, aquel año era distinto, era emocionante, era para no dormir de la euforia que sentía, sería mi día, mi día junto a Ángel, el día perfecto ante mis ojos.
Llegué acompañada de Erika, la chica que se había convertido en mi pequeña caja confidente, en mi lugar seguro, en mi todo (claro, además de Ángel).
Y entonces, entonces lo ví, y el me vió, sus pupilas de dilataron al verme; aquello era otro motivo de los tantos por los que amaba a ese niño, para él las únicas mujeres pisando la tierra éramos su madre y yo, cosa que me parecía tierna.
-Abi, te ves preciosa.
-Tu igual, es decir, te ves precioso, guapo, o como se diga.
Era tonta al hablar, ridícula mejor dicho.
𝑨ú𝒏 𝒍𝒐 𝒆𝒓𝒆𝒔.
Shhhh.
-Gra-gracias abi.- Dijó entre nervioso y alagado.
-No me agradezcas. Lo digo encerio.
-En todo caso tú tampoco me debiste agradecer, yo lo digo todavía más enserio.
-No, yo aún más enserio.
-¡NO, YO MÁS ENSERIO!
Joder, ni un mes llevábamos de novios y ya estábamos teniendo de esas peleas absurdas que suelen tener las parejas de manita sudada, porque sí, a fin de cuentas... eso éramos en aquel entonces.
Afortunadamente nuestra cursi discusión acabó interrumpida por mi en aquel momento profesor.
-Niños, bienvenidos sean a la tan esperada posada, tanto yo como cada docente de la escuela esperamos de todo corazón que esta celebración sea de su agrado, las pizzas serán repartidas en un momento, sin más, acudan al lugar que más les plazca y sobre todo ¡A divertirse!
-Ni que decir, mejor vayamos a sentarnos porque vaya que hambre si que tengo.
Ángel asintió con la cabeza y me dió pase al lugar que se encontraba a su lado como incitandome a pasar el resto del día pegados como uña y mugre, cosa que sin duda agradecía.
-Abi...
-¿Mande?
-Amm, ¿Cuál sería tu regalo ideal?
Creo que sabía por dónde iba el asunto, hacía apenas unos cuantos minutos ví como Ángel en cuanto me vió escondió la mano sujetando un objeto pequeño tras su espalda, así que... No hacía falta ser un psíquico de primera clase para lograr adivinar lo que mi noviecito tramaba, quería darme un regalo pero como siempre, a causa de su inseguridad no sabía si sería de mi agrado; eso en realidad era lo único que me disgustaba de él, su jodida tendencia a desconfiar de si mismo, y de todos a su alrededor en realidad.
-Cualquiera que venga de tí.
Creo que no se esperaba esa respuesta, porque lo único que reaccionó en ese momento fue el color rojo tomate que se torno en sus mejillas.
-Ohh, así que no fui tan disimulado cómo pensé.- Concluyó por fin.
-Yo diría que no.
Ambos reímos, y se sintió bien, siempre se sentía bien reírme al lado de aquel chico de ojos amielados y risa contagiosa.
- Ángel, no me importa si me das un regalo o no, lo único que me interesa realmente es tenerte a ti conmigo, así que, el mejor regalo de navidad que puedo recibir por tu parte es que me prometas quedarte siempre junto a mí, justo como lo haz hecho hasta ahora, ¿Sí?
No me respondió, a cambio me abrazó con tanta fuerza que pude sentir su corazón latiendo a la par del mío. Ahora quisiera haber podido grabado el ritmo de su corazón, así tendría un mantra personal para quedarme dormida en las noches que años después enfrentaría en soledad....
-Abi, gracias por tus palabras tan...tan... tan... no sé cómo describirlas, solo se que con cada cosa que dices me gustas todavía más, y vaya que eso suena algo imposible teniendo en cuenta que cuando te conocí me gustaste un cien porciento.
Estaba a punto de decir algo cuando la pizza llegó, y como era de esperarse se creó un reverendo desmadre en el salón, así que ser cursi no era muy práctico en ese momento.
Enseguida la música gobernó la posada, y claro, pasé más tiempo con mis amigas bailando del que quisiera admitir.
Los villancicos navideños no faltaron, a la par de los dulces, la nieve y la piñata digna de cada posada.
Y cuando la Cenicienta estaba por marcharse, el principe encantador llegó, sin caballo ni una zapatilla mágica de cristal como muestra de afecto, pero sí con una pequeña cajita envuelta por un moño color rojo ladrillo y mucho amor.
-Feliz navidad Abi._ Dijó mi pequeño príncipe en tono inocente. _Ábrelo.
-Feliz navidad para tí también Ángel. Siento mucho no haberte traído nada, me tomaste por sorpresa, solo te hice una pequeña carta.
-No hace mucho una princesa me dijó que lo importante no es dar un regalo o no, lo importante es estar al lado de quien amas y no irte de ahí, quedarte, solo eso, lo demás es un extra, ¿Okey?
Tenerte a tí aquí hoy como mi novia me basta y me sobra.Y listo, esas palabras mágicas fueron el suficiente motivo para llorar desenfrenadamente el resto de la posada escolar, claro que Ángel no dejó de abrazarme y besarme las mejillas sin parar buscando mi consuelo.
Pero el verdadero consuelo llegó cuando abrí aquel regalo tan especial: Un relicario.
Según las sabías palabras de él, aquel relicario era para conservarlo hasta el día en el que tuviéramos hijos y pudiésemos tomar aquella típica foto familiar para colocarla dentro de aquel lindo collar color plata en forma de corazón.
Y joder, era hora de irnos a casa y por fin dar comienzo a las vacaciones de navidad; ¿Cómo se había acabado tan rápido la fiesta?
-Adios Abi, te-te, te a-
-Yo también te amo Ángel. Felices fiestas.
Y sin más, me fui tal Cenicienta camino a casa, claro, con la pequeña diferencia de que mi madre fue por mí.
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Aquella noche no pude dormir pensando en lo mucho que lo amaba y en lo poco que quería perderlo. Era demasiado bueno para ser verdad, y aquello me asustaba en cantidades exageradas.
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Holi:), Espero de todo corazón que hayan pasado una navidad increíble, les deseo un próspero en todos los sentidos 2023, gracias por leerme!!!💘💘
Ojalá este proyecto tenga mayor alcance este año, me ayudarían mucho compartiendolo con sus amistades, ya que esta historia significa mucho para mí, nuevamente les agradezco.<3
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𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐟𝐮𝐢𝐦𝐨𝐬
RomanceÁngel: un chico que vivía la vida aparentemente feliz, sin preocupaciones, ego alto, buen consejero, simpático, un futbolista con una carrera grande para su muy corta edad, con un futuro exitoso y próspero, pero por sobre todo, el amor de la vida de...