Á𝘯𝘨𝘦𝘭 (𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 4)

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Abi, es decir; Abilene, aquella niña risueña que me acompañaba todos los días en el salón de clases gracias a que su lugar correspondía a mi lado, esa que parecía diferente, pero no ese tipo de diferente, en realidad en cuanto a aspecto era igual a todas las demás, cara bonita y aniñada, cabello oscuro y accesorios coloridos, nada fuera de lo usual. Lo que la diferenciaba de las demás era su trato conmigo, lo mucho que se esforzaba todos los días en compartirme un poquito de su mundo, lo fácil que era interesarme por ella, lo mucho que brillaba ella, lo mucho que me hacía brillar, lo bonito que brillabamos juntos. Eso era lo que la hacía parecer diferente.

No le se muy bien a estas cosas, nose expresarme de la mejor manera y mucho menos sé escribir como ella, pero lo intentaba, lo intentaba justamente por Abi.

Si tuviera que empezar a contar mi vida por alguna parte supongo que empezaría por mi mamá, ella lo es todo para mí, la vida es difícil pero ella intentaba que me pesará menos, lo intentaba cada día de su vida, soportaba mis vagancias, las pláticas que a mí me parecían ser absurdas porque no me consideraba lo suficientemente interesante, soportaba mis bromas pesadas, que a decir verdad eran muy, muuuyyy amenudo y bastante, bastaaante pesadas; la cosa es es que las aguantaba, las soportaba constantemente, me soportaba a mi y a mis babosadas, cómo amo a esa mujer por haberlo hecho y por haberlo dado todo por mi y por mi hermano menor.

Ya que mencioné a mi hermano menor: Dilan, hablaré un poco de él si me lo permiten, ese chiquillo enfadoso, mi campeón, otra de las grandes motivaciones en mi vida, es más vago que yo, y eso era algo difícil de superar, claro, hasta que él llegó a este lugar llamado mundo. Lo amo tanto como a mi madre, es ese amor de hermanos que no se puede ir por muchos enfados y berrinches que halla entre ellos. Dilan encendió mi lado protector, un lado de mi que hasta antes de su llegada era completamente desconocido para mí.

Ahhhh, porfin llegó el increíble, sorprendente, espléndido, maravilloso, hermoso y muy muy  esperado momento de hablar del mejor acompañante de vida que se pudiese haber inventado, EL FÚTBOLLLLLLL, mierdaaa, amo como no tienen idea a ese deporte, juré que lo practicaría por toda mi vida,y valla que hasta este momento no me he decepcionado a mi mismo, ni a nadie en realidad en ese aspecto.
Cuando jugaba fut se sentía como si todas mis preocupaciones se hubieran visto desvanecidas ante mis ojos, como si todo a mi alrededor perdiese peso y lo único importante fuese yo y el balón .Ese sentimiento me mantenía de pie, me hacía sentir vivo, la adrenalina recorriendo mis venas, la ambición de verme con un trofeo en las manos, todo lo que envuelve a ese deporte me encantaba.

No me gustaría tener que llegar a este feo momento donde cuento y describo a mis sentimientos negativos y mis malas, muy malas rachas, pero quizá es necesario para conocerme más a profundidad, y quizá, solo quizá....
entender un poquito más el motivo de mis estúpidas decisiones.

Nunca quise atenderme con un profesional, ni siquiera ir a un psicólogo, me aterraba la misma idea de pensar en que estaba mal, de que algo no funcionaba bien en mí, prefería canalizar lo que pensaba y sentía pateando una pelota o corriendo, o saltando, o cualquier otra cosa con la que mi cuerpo estuviera en constante movimiento.
La mayoría de las veces funcionaba, pero creo que aveces iba más allá de eso, quizá hubiera sido más fácil todo si hubiera pedido ayuda, si hubiera hablado, si le hubiera dicho a ella, porque mierda, sé que ella me hubiese planteado mil soluciones, esa es otra de sus tantas características que me gustan, su creatividad para arreglar las cosas. Hablar con ella o simplemente haber hablado hubiera cambiado tantas cosas.....

Que arrepentido me encuentro ahora mismo.

No todo en mi vida era tan positivo como lo hacía parecer, aún así prefería seguir normal,por mi mamá y Dilan, por mis amigos, por mi novia, por el fútbol, por mí no tanto... Pero lo hacía, seguía y seguía hasta que ya no pude más.

Se preguntarán en qué parte de todo esto se encuentra mi papá, si es que así se le puede llamar a Iván, pues yo también me lo pregunto, hablar de él es un dolor constante en el pecho, nunca alguien había estado tan ausente en mi vida como lo estuvo él.

Ángel Iván, ese es mi nombre, sin embargo el único que fue usado es el primero, por dos razones en particular: en primer lugar mi padre lleva el mismo nombre, gracias a él me pusieron así, pero no creo que realmente lo halla merecido en algún momento, y en segundo lugar, sencillamente me gusta más "Ángel".

Sé que hasta ahora parece que mi papá nunca ha hecho trato alguno conmigo, pero sinceramente no es del todo así, la verdad es que si estuvo conmigo en varios momentos de mi vida pero fue estricta y solamente cuando a él se le dió la maldita gana, y claro, ahora está arrepentidisimo, pero eso ya no me sirve de nada, ni en lo más mínimo, por aquello y mil razones más, Iván nunca fue una buena figura paterna para mí. La que si lo es, es mi mamá, es la mujer más increíble del mundo, agradezco tanto el esfuerzo que hizo por mi y mi hermano para cumplir como doble papel.
Crhistian fue la mejor mamá y el mejor papá que pude haber pedido, y estoy seguro que Dilan en un futuro no muy lejano va a estar igual o incluso más agradecido de lo que yo lo estoy y realmente espero que se lo demuestre como lo merece mi linda madre.

Joder,(cómo diría ella), me extendí más de lo que esperaba hacerlo que ni siquiera me di el tiempo de medir mis palabras, al final de cuentas no soy tan terrible para expresarme como pensaba.

Creo que lo único que falta por decir es como soy, mis características físicas mejor dicho.

Mi cabello castaño claro, afortunadamente heredado por mi madre, lacio, bastante lacio y ... creo que es todo, no hay mucha lógica ni metáfora con mi cabello.

Mi cuerpo delgado y sin ánimos de presumir, algo definido, claro no por naturaleza, eso ya viene siendo gracias a lo mucho que practicaba deportes, ejercicio, y todo eso, sobre todo fútbol.

Ojos amielados y algo grandes.

Olvidé decir que fui un chico increíblemente sensible, diría yo que más de la cuenta.

Ammmm...

Mierda, juro que no sé que más decir, solo sé que la amo a ella, a mi madre y a Dilan, claro que además de a mis amigos, sobre todo a Fernanda, esa chica 2 años mayor que yo, aquella que más que ser mi amiga, es mi hermana, siempre ha sido así, en gran parte fue esa figura de protección femenina además de mi madre, esa amiga que pese a todo nunca dejaras de querer, esa es Fernanda.

Es todo, eso es todo lo que hasta ahora pueden saber de Ángel, de mí, de aquel chico que llegó a hacer brillar y de una forma rara a su ves, joderle la vida a ella, a Abi, a esa chica con la que uní mi camino,aquella que me correspondió y decidió por su propia cuenta y sin esperar nada a cambio unir eternamente su camino al mío. Dos caminos. Este desafortunadamente fue el mío.

𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐟𝐮𝐢𝐦𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora