★Secretos ★

373 37 17
                                    

-¡Ah! ¡Sí, joder! ¡Craig!- Los gemidos se hacían cada vez más fuertes, el rubio saltando sobre el miembro del pelinegro haciendo sonidos sucios cuando sus pieles chocaban fuertemente, el cual sólo sujetaba su trasero haciendo que fuera más profundo dentro de este. Debería disfrutar el momento, pero apenas se concentraba en el chico que daba sentones encima de él.

-¡Ah.. más! ¡Más.. Puta.. Fuerte!-

Su mente estaba nublada por lo acontecido ese día, por Tweek, ¿Desde cuándo estaba trabajando con su cuerpo? Desconocía a ese nuevo Tweek, ese tipo tan seguro y juguetón no como en un pasado. ¿Fue su culpa? Continuaba viendo el techo fijamente absorto en sus pensamientos, tanto que ni se dio cuenta cuando Thomas dejó de saltar sobre él y sacó su miembro del interior del rubio.

-Craig.. Ah.. ¡Craig! ¡Mierda!- Este lo miró tratando de saber por qué se veía enfadado. Thomas notó desde un principio que Craig estaba algo extraño ese día, pasaban las noches juntos, casi todas prácticamente desde hacían más de dos años. Lo conocía bien, al menos en la intimidad y odiaba ver cómo ese día estaba diferente, como si no le importara satisfacer a ninguno de los dos.

Bajó de su regazo, tumbándose boca abajo al lado del pelinegro, el cual lo miraba mientras Thomas acariciaba sus labios como gesto de cariño, quería transmitirle eso, que lo amaba, aunque tenía bien sabido que ese sentimiento no era mutuo. Craig sonrió levemente, acercando sus labios a los de este y poniendo una de sus manos en la nuca del rubio. Thomas lo amaba, su corazón palpitaba con fuerza cada vez que tenía la presencia de Craig, esperaba que este algún día lo amara y fueran felices, tenía esperanzas, salvó a Craig muchas veces de muchas maneras, esa era la manera en la que deseaba que le agradeciera, que no lo abandonara nunca..

-Lo siento, Thomas. Hoy no he tenido un buen día..- Dijo luego de acabar con el beso. Si bien cuando tenían sexo su corazón latía con fuerza, luego de eso, este continuaba latiendo a un ritmo normal, no sentía nada más que deseo sexual hacia su compañero, a pesar de haber pasado mil noches juntos, pues no se pueden amar a dos personas a la vez ¿Cierto?

- Podrías contarme, ¿Necesitas dinero? Puedo darte lo que quieras, honey..- Odiaba cuando lo llamaba así, 'honey', pues cuando una noche en la que Craig estaba ebrio, llamó así a Thomas, imaginando que era Tweek el que estaba debajo de él gimiendo su nombre. Ya era una costumbre de Thomas llamarlo así, era muy caprichoso y lo que fuera que deseara, lo conseguía de cualquier manera..

- No es nada importante, sólo que estuve todo el día despierto desde muy temprano, de hecho conseguí trabajo de nuevo..-

-Eso es bueno.. Pero sigues sin querer vivir conmigo, ¿Verdad?- Craig suspiró, no podría contar las veces que este le pedía que viviera con él, era muy insistente aunque no era demasiado probable que lo fuera a hacer, pensaba en eso como la mejor opción, hasta hace unas horas.

Quizás estaba loco por pensar así, pero cabía la posibilidad de que reencontrarse con Tweek fuera su destino, a pesar de sus malas decisiones en el pasado lo seguía amando. Le había hecho mucho daño a Tweek y estaba dispuesto a curar sus heridas. Si bien la situación que tenían ahora era muy distinta a cuando se conocieron, nada estaba perdido aún.

-Craig.. Joder.. Hoy me siento muy enérgico y aún tenemos horas para jugar más-

Thomas sonrió con malicia a lo que Craig hizo lo mismo, indicando con sus ojos dónde quería que lo atendiera, el chico con Tourette continuó dándole un pequeño besito en la mejilla a su acompañante, ahora bajando lentamente hasta llegar al miembro del pelinegro, ya apagado introduciéndolo en su boca, la noche aún era joven y apenas disfrutó de Craig por un momento..

El pelinegro, a pesar de estar todas las noches con el rubio, lo odiaba de alguna forma, pues destruyó su relación, destruyó a Tweek, fue culpa de ambos y Craig lo sabía pero algo que Tweek nunca llegó a saber...

Estrellas - CreekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora