Seungcheol no fue a la oficina para la reunión del consejo.
En realidad, no le interesaba participar en eso, pues ninguno de los modelos de Jihoon estaba incluido dentro de las propuestas, así que le daba igual cuál fuera elegido para ser construido por su firma.
De cualquier forma, quería ir a ver al muchacho, y platicar con él acerca de eso... o de lo que fuera.
Solo quería volver a ver a Jihoon, volver a tenerlo cerca y quizás... si las circunstancias lo permitían, hacer algo más.
Sentía que Jihoon también se emocionaba de verlo. Algo en la actitud del muchacho se lo decía, o quizás solo era su mente, jugándole malas pasadas, haciéndole creer que veía sentimientos en el menor, pero solo era el deseo intenso de ser correspondido.
— "Solo quiero una oportunidad de demostrarte cuanto te amo." – Pensó, mientras subía hacia el departamento del menor y, como éste aún no había llegado, se sentó en el suelo para esperarlo.
— ¡¿Qué diablos estás haciendo aquí, Seungcheol?! – Preguntó el chico, al mirarlo ahí, frente a su puerta, esperándolo.
— Esperarte, por supuesto. – Le dijo suavemente, parándose para que Jihoon abriera la puerta.
— Esto es demasiado. No puedes estar aquí, frente a mi puerta. – Negó con la cabeza, abrió la puerta con la llave y empujó al mayor adentro.
— ¡Hey, no me empujes! – Le reclamó, aunque se veía divertido de la actitud de Jihoon, tan confundida.
— ¿Te das cuenta de lo que tu esposa hará si ve los videos de las cámaras de seguridad y se da cuenta de que estás aquí? – Le preguntó, angustiado.
— Ella no puede ver esos videos. No tiene razón para hacerlo. – Le contestó, observando el lugar, y complacido. – Veo que las habitaciones quedaron mejor de lo que esbocé en mi plano original. – Comentó.
— ¿Tú diseñaste este edificio? – Preguntó Jihoon, sorprendido.
— Claro, como todos los edificios Choi. – Le contestó, quitándose el saco, para quedar solo en camisa.
Jihoon lo observó, comiéndoselo con los ojos. Siempre le había gustado la figura de su hyung, y con la edad, ese hombre se había vuelto mucho más sensual.
— Ven y siéntate junto a mí, Jihoon. – Le dijo, tomándolo de la mano y sentándolo junto a él.
— ¿No tienes una reunión del consejo? ¿Por qué no estás ahí? – Lo cuestionó, sentado en la orilla del sillón, mirando al frente y evitando mirar a SCoups lo más posible, pues sentía que su hyung podía ver sus sentimientos a través de su mirada.
— No me importa cual modelo quede al final. – Lo miró con simpatía. – Claro que todo sería muy diferente si alguno de tus dibujos estuviera ahí, entre los finalistas, pero no es así, por lo que me da igual quién gane. – Le soltó, honesto.
Jihoon giró la cabeza para mirarlo, sin poder evitarlo.
— ¿De verdad te importa lo que me pase? –
— Todo lo tuyo me importa, Jihoon. Todo. – Le respondió, mirándolo con sus enormes ojos y haciendo que la voluntad del menor, comenzara a derrumbarse.
— De todos modos, no me importa no haber quedado entre los finalistas. – Le dijo, encogiéndose de hombros. – Si tu firma es inteligente, en algún momento querrán construir alguno de mis modelos. Lo sé. – Afirmó y SCoups sonrió complacido.
— Veo que, con los años, te has vuelto mucho más seguro que antes. – Le dijo complacido por la actitud del muchacho.
— Quizás suene arrogante, pero realmente recomiendo mis modelos. – Asintió. – Así que, si tu empresa no quiere hacerlos, ya encontraré otra que los quiera construir. –
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ANYONE
FanfictionDespués de diez años, SCoups y Jihoon se reencuentran en Daegu, en donde el menor trabajará como ingeniero mecánico y ayudará al diseño de un nuevo modelo de motocicleta que podrá volar. ¿Podrá Jihoon tratar a SCoups solo como a un jefe o los recuer...