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Capítulo 14. Reencuentro.

Jihoon despertó en el hospital, sobre una camilla y con una cánula de suero insertada en el brazo.

Cuando abrió los ojos solo alcanzó a ver una imagen borrosa que tenía bata blanca, y que leía en su tableta algunas cosas. Como sus ojos aún estaban semicerrados, no podía ver bien su rostro, así que los apretó para enfocar debidamente.

— ¿Cómo te sientes? – Le preguntó el médico que, sonriente lo miraba con sus ojos grandes y profundos.

— Bien... pero adolorido. – Agregó cuando sintió una punzada en el brazo.

— Te daré más analgésicos. – El médico iba a inyectarle algo, pero Jihoon se lo impidió.

— ¡No, por favor, no quiero que me inyecte nada de drogas! – Se opuso, tratando de levantarse, pero volviendo a sentarse por el dolor.

— ¡Cálmate! Solo es un leve analgésico que te quitará el dolor. Estarás más cómodo y relajado. – Lo detuvo para que se acostara con calma, y luego lo miró extrañado, pero no le puso nada en el suero. – Haré lo que tú quieras, pero no creo que debas soportar el dolor, porque, aunque no fue un disparo en el hueso, afortunadamente, si hubo perforación del músculo y de nervios, así que debes tener mucho dolor. –

— No importa. Lo soportaré. Gracias. – Jihoon se volvió a recostar, respirando profundamente, tratando de tolerar la incomodidad del brazo. – Usted se me hace conocido. ¿Nos conocemos de algún lado? – Le preguntó directamente.

— Pues... - Lo miró dudando. - Tú también te me haces conocido. Cuando vi tu nombre Hong Jihoon... – Leyó, y luego sonrió, recordando. – Ya me acordé en donde nos conocimos. –

— ¿De verdad? –

— En el hospital de Seúl, cuando te operaron de apendicitis. – Le recordó y Jihoon asintió.

— ¡Es cierto! Usted es el doctor Chwe, o Vernon. Usted no era mi médico, pero lo vi muchas veces hablando con mi tío Jisoo y con otro médico muy simpático... creo que se llamaba... ¿Seungkwan? –

— Si, el doctor Boo Seungkwan, mi ex esposo. – Le informó.

— ¿Ex esposo? ¿Se divorciaron? –

— Así es. – Sonrió. – Lo hicimos hace cinco años, y fue algo bastante malo, así que después de eso, decidí que quería empezar de nuevo y me mudé aquí, a Daegu, con mi hermana Sofía. – Le platicó.

— ¡Vaya, qué mal que se divorciaran! – Exclamó, pero luego se arrepintió. - ¡Lo siento, debo parecerle muy metiche! –

— No te preocupes. De hecho, en el hospital de Seúl todos se enteraron del chisme, y nadie preguntaba nada, pero porque ya lo sabían todo. Aquí, en cambio, nadie sabe nada, pero también nadie me conoce. Así que encontrarte me agrada porque al fin veo un rostro conocido, y puedo hablar de algo que no sea de medicina. – Le dijo sonriendo. – Te voy a dar de alta hoy mismo, pero necesito que alguien esté contigo para cuidarte. Supongo que tu familia se mudó aquí contigo. ¿O me equivoco? -

Jihoon pensó en sus dos tíos, Jisoo y Jeonghan, que estaban en Seúl y que cuando se enteraran, seguramente irían a Daegu para ver cómo estaba, aunque él no quería molestarlos.

También recordó a Seungcheol, pero no dijo nada, ya que no usaría ese accidente como un pretexto para presionar a su hyung a que regresara. Él podía cuidarse solo.

— Vivo solo, pero estaré bien. – Le respondió finalmente.

— Lo siento, pero tendrás que quedarte aquí hasta mañana. No te daré de alta si no hay nadie que te ayude. – Sonrió.